La sonrisa de una persona es uno de los gestos en los que más solemos fijarnos en un sentido positivo, siendo una expresión por lo general de alegría, afecto o ilusión ante una situación o persona. En ella, uno de los elementos que más destacan son los dientes. Y en un mundo donde la apariencia física es altamente valorada y deseada, el cuidado de éstos resulta fundamental.
Pero no solo son importantes en este sentido sino que de hecho su principal función es la de permitirnos triturar los alimentos de tal modo que podemos llegar a ingerirlos. El acto de alimentarse hace llegar a nuestra boca una gran cantidad de bacterias, la cuales si no son retiradas mediante una buena higiene puede llegar a generar sarro. Y además de antiestético este puede llegar a ser peligroso para la dentición, por lo que resulta recomendable eliminarlo.
¿Cómo quitar el sarro? Veamos algunas maneras de hacerlo o al menos de disminuirlo a lo largo de este artículo.
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¿Qué es el sarro y por qué aparece?
Se conoce como sarro, tártaro o cálculo dental a la acumulación endurecida y calcificada de placa bacteriana en nuestra dentición, la cual resulta directamente observable como una masa de color amarillento, blancuzco o amarronado situado en el esmalte del diente y alrededor de su unión con la encía. Se forma al acumularse sales como la de calcio y la de fósforo junto con las bacterias presentes en nuestros dientes y aquellas que provienen de los alimentos, generalmente en aquellas áreas de difícil acceso como entre los dientes.
El sarro es algo molesto y visualmente desagradable, pero más allá de ello y si no se retira es también la puerta de entrada a una gran variedad de problemas dentales, al poder formarse colonias de bacterias en su superficie o en las regiones que deja una vez retirado. Entre ellos podemos encontrar la temida periodontitis o piorrea, que puede terminar con la caída de las piezas dentales, sangrado, mal aliento o el surgimiento de caries.
El sarro puede aparecer por múltiples razones. La más habitual es la presencia de una higiene dental deficiente, sea por no llevarse a cabo o por no incluir todas las zonas en que pueden acabar los restos de alimentos (por ejemplo, no todo el mundo se limpia en el espacio entre los dientes). Pero también hay que tener en cuenta que el consumo de determinados alimentos y sustancias (por ejemplo, café o tabaco), el padecimiento de enfermedades como la diabetes o algunos fármacos tienen una importante influencia en su posible aparición.
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Eliminar el sarro de nuestra boca: ¿cómo quitarlo?
Tal y como hemos visto el hecho de tener sarro es negativo y puede facilitar la llegada de diversas problemáticas. Es por ello que se hace necesario quitarlo o eliminarlo. En este sentido, entre las diversas opciones que pueden tomarse para disminuir los niveles de sarro, encontramos los siguientes.
1. Cepillado regular y profundo
El primer paso y más obvio pasa por recuperar o iniciar unos hábitos higiénicos dentales básicos. En este sentido lo primero será cepillarse los dientes después de cada comida, de manera regular y habitual. Es importante que se lleve a cabo una limpieza profunda regularmente. Se recomiendan pastas de dientes que contengan flúor.
2. Hilo dental
Como hemos visto antes, muchas personas no se limpian el espacio existente entre los dientes dado que el cepillo en sí no llega hasta ahí. Estas zonas son un nido muy relevante de bacterias si no se hace nada, y para evitarlo puede emplearse el hilo dental.
3. Enjuague bucal
Un tercer paso general a la hora de eliminar o prevenir el sarro es el de utilizar enjuagues bucales, que permitan arrastrar las partículas de sarro y suciedad fuera del diente a la par en la mayoría de casos actúan como agentes antisépticos. Ello dificulta que el sarro pueda aparecer.
Hay que tener en cuenta que su uso no implica que no deban cepillarse los dientes, sino que es algo complementario.
4. Limpieza odontológica
Los pasos anteriores son de utilidad en el momento de prevenir la aparición del sarro o tratar su existencia en sus orígenes, si bien posteriormente y una vez se ha producido un endurecimiento será necesario aplicar otras medidas. De hecho una de las únicas que pueden permitir la eliminación del sarro de todas las áreas bucales y independientemente de su dureza y antigüedad es la limpieza odontológica, es decir, la realizada por un dentista u odontólogo.
Dentro de las intervenciones realizadas en este sentido, se suele emplear el procedimiento conocido como tartrectomía o eliminación del sarro/tártaro. En él se utilizan técnicas como el raspado, que puede ser coronal o radicular y en el que se busca remover el sarro visible en los dientes o el que se forma en la parte interior de la encía. Se recomienda hacerse una una vez cada seis meses o un año.
5. Alternativas caseras que pueden contribuir a reducirlo
Además de todo lo anteriormente dicho, existen métodos tradicionalmente utilizados para intentar eliminar la placa dental y el sarro, si bien en el fondo su acción se centra principalmente en el uso de la capacidad de rascar y eliminar el sarro como si lo estuviéramos cepillando. Eso sí, estas alternativas deben realizarse como complemento, no como sustituto.
Entre estas alternativas, una de las más conocidas es la del uso de bicarbonato, la cual resulta útil para blanquear y eliminar elementos nocivos como el cálculo dental. En este sentido es importante tener en cuenta que este puede ser positivo para dichas acciones, pero también contribuye a destruir la imagen. También el hecho de comer una manzana o fruta, especialmente si es con su piel, ayuda a arrastrar la suciedad.
Referencias bibliográficas:
- Jin, Y; Yip, H. K. (2002). "Supragingival calculus: formation and control". Critical Reviews in Oral Biology and Medicine. 13 (5): 426 - 441.
- Westfelt, Elisabeth (1996). "Rationale of mechanical plaque control". Journal of Clinical Perioontology. 23 (3): 263 - 267.