La anatomía del cuerpo humano guarda características que han sido estudiadas a lo largo de los siglos. De hecho, la gran diversidad de formas, medidas y proporciones de distintas partes del cuerpo resultan interesantes tanto para la comunidad médica como para cualquier persona.
Una de las partes del cuerpo más estudiadas son los pies. Al tener que soportar todo nuestro peso cuando estamos erguidos, los pies tienen una importancia fundamental, y que existan distintos tipos de pies no deja de ser curioso por mostrarnos ciertas señales de cómo la evolución ha adaptado estas extremidades a las necesidades de movimiento del ser humano.
Tipos de pies: ¿cuáles existen y qué los diferencia?
En este artículo vamos a conocer qué tipos de pies existen y cómo se clasifican según distintas variables médicas y anatómicas. Además, conoceremos por qué algunas formas de los pies hacen que la persona sea más propensa o menos a desarrollar ciertas patologías podológicas.
La forma más recurrente de clasificar los pies es la siguiente:
1. Pie plano
La bóveda plantar tiene poca altura o incluso ninguna. Esto hace que, en posición erguida, la persona con pies planos tenga toda la superficie de la planta del pie en contacto con el suelo.
2. Pie cavo
El pie cavo es lo contrario al pie plano. En el pie cavo, la bóveda plantar tiene una gran altura, por lo que la persona erguida tendrá poca superfície de sus pies en contacto con el suelo.
3. Pie normal
Cuando hablamos de un pie normal en términos de la altura de la bóveda plantar, nos referimos a que la altura de dicha bóveda es promedio. Es decir, no es ni demasiado alta ni demasiado baja. En general, el pie normal también correlaciona con una mejor salud podológica.
Distintas formas de clasificar los pies
Aunque la bóveda plantar marca un parámetro muy útil a la hora de clasificar las distintas clases de pie que existen, no es la única forma de llevar a cabo dicha clasificación.
Por ejemplo, otra forma de evaluar los tipos de pie se basa en medir el tamaño de los dedos y sus proporciones respecto al resto. Aunque esta teoría no cuenta con un gran aval científico, se suele decir que existen tres formas de los pies en cuanto a la posición y proporciones de los dedos, siendo “prototípica” cada forma de las gentes de varias civilizaciones de la historia: egipcios, griegos y romanos..
Así pues, nos encontramos ante la siguiente distinción:
1. Pie egipcio
En el pie egipcio los dedos forman una línea diagonal, no sobresaliendo el segundo dedo por encima del dedo gordo. Es decir, tienen el segundo dedo más corto que el primero.
Estadísticas dicen que es la morfología de pie más común, con más de un 50% de la población. De hecho, los fabricantes de calzado suelen usar esta referencia para confeccionar las hormas de las zapatillas.
2. Pie griego
Son los pies cuyo segundo dedo es más largo que el dedo gordo. Se calcula que entre un 12 y un 16% de la población tiene este tipo de pie. Las personas que tienen este tipo de pie pueden tener alguna dificultad podológica, ya que es frecuente que el calzado no se adapte a esta característica.
Si tus pies tienen esta forma es aconsejable que cuides mucho cómo y dónde seleccionas tu calzado, para evitar molestias y trastornos podológicos. Se suele dar la denominación de “pie griego” ya que algunas esculturas griegas muestran esta característica morfológica tan particular.
3. Pie romano (o cuadrado)
Se trata de aquellos pies en los que la longitud del dedo gordo y del segundo dedo son iguales. No son muy frecuentes y tienden a ser pies más anchos de lo habitual. Esto hace que las personas con pies cuadrados precisen un calzado especial con una anchura que les permita pisar cómodos y sin riesgo a lesionarse.
La longitud del metatarsiano, otra forma de clasificarlos
Otra forma de clasificar los tipos de pies, algo más técnica, es fijándonos en la longitud del primer metatarsiano, es decir, del antepenúltimo hueso que une la estructura del pie a la punta del dedo gordo.
Según esta particularidad, que influye bastante en la probabilidad de desarrollar juanetes y otros trastornos según la forma que tengan nuestros pies, encontramos estas tres clases de pies.
1. Index minus
En este caso, el primer metatarsiano es claramente más corto que el segundo. Como indican los podólogos, esta característica anatómica conlleva que el segundo metatarsiano soporta una mayor carga durante, por ejemplo un paseo, por lo que es común que las personas con Index minus sufran sobrecargas e incluso juanetes.
2. Index plus
En este caso, el primer metatarsiano tiene una longitud mayor que el segundo. Las personas con este tipo de pie pueden tener una mayor propensión a desarrollar ciertos trastornos podológicos, como la sesmoiditis (inflamación de los huesos del primer metatarsiano) y el hallux rigidus (dificultades en la movilidad.de la articulación del dedo gordo).
3. Index plus minus
En el tipo de pie Index plus minus, el primer metatarsiano y el segundo tienen una longitud muy similar, o igual. Como hemos visto, la longitud de los metatarsianos tiene algunas implicaciones importantes, sobre todo a nivel médico, ya que poseer una u otra forma correlaciona con desarrollar, o no, ciertas patologías del pie.
Referencias bibliográficas:
- France, Diane L. (2008). Human and Nonhuman Bone Identification: A Color Atlas. CRC Press.
- Hawes MR, Sovak D. (2007). "Quantitative morphology of the human foot in a North American population". Ergonomics.
- Marieb, Elaine Nicpon; Hoehn, Katja (2007). Human anatomy & physiology. Pearson Education.
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