Ser animales sociales nos aporta muchas ventajas, pero también acarrea sus retos. Por ejemplo, en muchos casos, los problemas de los demás pasan a ser, aunque sea en parte, nuestros problemas. Por ejemplo, a menudo nos sucede que se generan situaciones complicadas a nuestro alrededor y quienes nos rodean necesitan de nosotros.
En casos así es fundamental saber cómo actuar para ser dignos de su confianza y tener una comunicación asertiva. Debemos liberarnos de todo juicio y prejuicio, generando un clima de apertura y armonía.
Aquí presento una breve guía en la que explico qué cosas hacer y qué no para lograr buenos resultados y tener vínculos sólidos.
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Consejos para potenciar una escucha empática activa
Cuando alguien acude a nosotros con una situación complicada, un problema o la simple necesidad de desahogarse, es necesario que podamos escuchar de una forma activa, con apertura.
¿Qué no hacer?
Lo que no debemos hacer es lo siguiente.
1. Intentar dar soluciones
Si la persona sólo desea desahogarse, no deberíamos propiciar que se repliegue sobre sí misma y deje de expresarse aumentando su frustración.
2. Explicar qué haríamos nosotros en su lugar
Cada uno resuelve los problemas desde su manera de ser, pensar y actuar; por tanto, la responsabilidad de resolverlo es de cada uno, de acuerdo a sus propios parámetros. Si esa persona sigue nuestras “instrucciones” y siente que el resultado no es el adecuado nos responsabilizará. Si el logro es el esperable ello generará dependencia y vendrá a nosotros cada vez que surja una situación, y eso no le ayudará a resolver por sí mismo/a ni a generar sus propios caminos. Cada uno debe hacerlo desde su sentir.
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3. Hablar de nuestra propia experiencia
Cada situación es diferente, por eso la experiencia es personal e intransferible. Cada uno debe buscar la solución a partir de sus propias herramientas.
4. Contraargumentar
Cada uno tiene su propia forma de percibir la realidad y de vincularse con la realidad, y es desde ahí que debemos resolver cada situación. Tampoco es una competencia. Si lo que nos cuentan se compara con algo que nos ha sucedido, es mejor en ese momento dejar que el otro se exprese sin dar soluciones prematuras ni contar nuestra historia.
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5. Juzgar
No juzguemos al otro, de esta manera será sincero con nosotros y depositara su confianza.
6. Restarle importancia o cambiar de tema
Por último, evitemos distraernos del relato. Mantengamos la atención sostenida.
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¿Qué hacer?
En primera instancia es importante dejar hablar sin interrupciones, con una actitud atenta y sosteniendo la mirada.
También es clave realizar preguntas abiertas, de a una a la vez, para que la persona se exprese libremente y amplíe la información que nos brinda.
Por otro lado debemos ponernos en los zapatos del otro, pensando que haría esa persona desde su manera de pensar, sentir y actuar.
Evitemos pensar qué haríamos nosotros en su lugar, ya que esa actitud obstaculiza la empatía. Lo esencial es entender el sentir del otro y pensar qué es lo que esa persona haría.
Magdalena Sofia Pereira Layerle
Magdalena Sofia Pereira Layerle
Licenciada En Psicología. Perito.
Si escuchamos de manera asertiva, lograremos que esa persona se sienta valorada, comprendida y confortada, y seguramente acuda a nosotros en otra oportunidad.
Empatizar consiste en dejar de oír nuestras propias palabras y escuchar el alma del otro.