Cómo gestionar el malestar emocional que genera compararnos con los demás

Veamos qué hacer ante el desgaste psicológico de las comparaciones constantes.

Cómo gestionar el malestar emocional que genera compararnos con los demás

¿ERES PSICÓLOGO/A EN ?

Destaca entre toda tu competencia profesional.

Las redes sociales no solo sirven para distraernos, aprender algo nuevo o relajarnos un rato. También se han vuelto una especie de ventana para asomarnos a la vida de otras personas… o por lo menos a la parte que deciden mostrar. Y, aunque a veces no lo notamos, terminamos entrando en un juego de comparación constante que nos deja con una sensación incómoda.

Esa comparación no solo ocurre en internet, también puede pasar con un hermano, una compañera de trabajo, un amigo cercano o incluso con la propia pareja. Cuando empezamos a creer que todo lo que hacen los demás es mejor, más valioso o más importante que lo que hacemos nosotros, es fácil sentirnos mal.

Entonces, ¿cómo lidiar con esto sin que nos afecte tanto? Vamos a hablar de eso.

¿Por qué nos comparamos con los demás?

La comparación es algo que hacemos casi sin darnos cuenta. Es una forma de ubicarnos en el mundo, de entender quiénes somos y qué lugar ocupamos. Desde pequeños hemos aprendido a mirar alrededor para saber si “vamos bien” o si “estamos quedándonos atrás”. A veces lo hacemos para motivarnos, pero otras veces puede generar incomodidad o tristeza.

Esto puede pasar por muchas razones. Algunas personas buscan sentirse validadas, otras necesitan saber si están cumpliendo con lo que se espera de ellas, y también están quienes quieren destacar o sentir que están “ganando” en algo. Pero, ojo, esta comparación no siempre parte de un lugar sano, sobre todo cuando la usamos para juzgarnos o para invalidar lo que hemos conseguido.

Las consecuencias de compararnos todo el tiempo

Compararse sin parar puede convertirse en una trampa. Puede hacer que empieces a ver tu vida como algo que nunca es suficiente. Te genera ansiedad, insatisfacción y ese cansancio emocional de estar todo el tiempo evaluándote. Te comparas y, de pronto, lo que te gustaba de ti ya no parece tan bueno. Dejas de disfrutar tus logros porque sientes que alguien más los supera.

Y esto no solo afecta cómo te ves a ti mismo, también daña tus vínculos. Puedes empezar a sentir celos, a competir de forma silenciosa, a mirar con resentimiento a quienes te rodean. La comparación desgasta. Poco a poco puede bajar tu autoestima, hacerte sentir menos capaz o desconectarte de lo que realmente te importa. Incluso, en algunos casos, puede llevar a sentirte triste o sin sentido.

¿Puede haber algo positivo? En algunos casos, sí. Si la comparación te hace notar algo que quieres mejorar y eso te lleva a aprender o a superarte, puede ser útil. Pero eso solo pasa si no te golpea la autoestima en el camino. Y eso, la mayoría de las veces, no ocurre cuando la comparación se vuelve constante.

Cómo dejar de hacernos daño al compararnos

Cuando la comparación nos genera malestar, lo primero que hay que hacer es notar que está pasando. Parece simple, pero no lo es tanto, porque la mayoría del tiempo esos pensamientos aparecen sin pedir permiso.

Un día estás viendo fotos o escuchando a alguien hablar de su éxito, y de repente sientes que tú no estás logrando nada. Ahí es donde hay que detenerse y preguntarse: “¿Por qué esto me está molestando?”, “¿Qué parte de mí se está sintiendo menos?” Eso ya es un primer paso.

Aquí tenemos otras claves que pueden ser de utilidad en este proceso:

Mirar hacia adentro y no solo hacia afuera

Después de eso, vale la pena redirigir la atención hacia lo que sí tienes, lo que has hecho, lo que te gusta de ti o de tu vida. A veces nos enfocamos tanto en lo que falta, que dejamos de ver todo lo que ya hemos construido. Y, ¡a ver!, no quiere decir que tengas que conformarte con algo que no deseas, sino de reconocer lo valioso que ya hay.

Revisar cómo usamos las redes sociales

Otra cosa que ayuda mucho es observar con honestidad el uso que hacemos de las redes sociales. ¿Te sientes peor después de estar media hora ‘scrolleando’? ¿Te quedas dándole vueltas a lo que viste? Entonces quizá sea momento de revisar cuánto tiempo pasas ahí y cómo te afecta.

Lo que ves en redes, por lo general, es solo una parte (muchas veces muy editada) de una historia entera. Compararte con eso es como medirte con una regla torcida.

Distinguir entre inspiración y competencia silenciosa

También es importante entender que muchas veces el dolor que sentimos al compararnos no viene del otro, sino de nosotros. La otra persona ni siquiera sabe que estamos en esa dinámica interna. Por eso, en lugar de quedarnos atrapados en esa incomodidad, podríamos intentar usar esas comparaciones como inspiración.

Si alguien tiene una habilidad que te llama la atención, tal vez puedes aprender algo. Eso sí: si te está doliendo, probablemente no es admiración, sino competencia. Y competir en silencio no te va a dejar nada bueno.

Aprender a vivir sin medirnos con otros todo el tiempo

Una forma de cuidarnos es entender que cada quien va a su ritmo. Y que no hay una sola manera de tener éxito o de estar bien. Lo que a otra persona le hace feliz, quizá no tiene nada que ver con lo que a ti te llena. Pero si estás todo el tiempo mirando hacia afuera, vas a perder de vista lo que realmente te importa a ti.

También puede ser útil aceptar que no todo lo vamos a hacer bien y que siempre habrá alguien mejor en algo. Pero eso no te vuelve menos valioso. No es cuestión de “ganarles” a los demás, sino de conocerte más, saber lo que quieres, y construir una vida que te haga sentir tranquilo o tranquila.

Paloma Rey Cardona

Paloma Rey Cardona

Psicóloga General Sanitaria

Profesional verificado
València
Terapia online

Y si ves que todo esto te cuesta, que te comparas demasiado, que tu autoestima está muy baja o que esta situación te genera angustia, hablar con alguien puede ayudarte mucho. No tienes que resolver todo a solas. A veces, mirar esto acompañado de alguien que sepa cómo funciona puede darte herramientas más claras para salir de ese círculo.

Al final, todo es más sencillo cuando uno puede estar en paz con lo que es, con lo que tiene y con lo que decide hacer con su vida.

Newsletter PyM

La pasión por la psicología también en tu email

Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos

Suscribiéndote aceptas la política de privacidad

Al citar, reconoces el trabajo original, evitas problemas de plagio y permites a tus lectores acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos. Asegúrate siempre de dar crédito a los autores y de citar de forma adecuada.

Paloma Rey. (2025, septiembre 10). Cómo gestionar el malestar emocional que genera compararnos con los demás. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/social/como-gestionar-malestar-emocional-compararnos-con-demas

Psicóloga

València
Terapia online

Paloma Rey es Psicóloga General Sanitaria. Ofrece atención a población infanto-juvenil y adulta, tanto de forma presencial como online, en casos de ansiedad, depresión, baja autoestima, estrés, duelo, dificultades de aprendizaje, entrenamiento en habilidades sociales y comunicación,resolución de conflictos, problemas de conducta y gestión emocional, y TDAH, entre otros. Para ello emplea técnicas propias de la terapia cognitivo-conductual, combinándolas con psicología positiva y Terapia de Aceptación y Compromiso.

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese