Las personas tóxicas son aquellas que, en una gran variedad de situaciones, nos llevarán con ellas a situaciones de dominación o de hostilidad y confrontación. Algunas pueden ser mejores que otras a la hora de disimular el hecho de que son una mala influencia, pero por lo general, en la mayoría de los casos no cuesta mucho trabajo darse cuenta su facilidad para crear situaciones en las que alguien sale perjudicado.
A pesar de esto, queda claro que por simple cuestión de probabilidad, es imposible mantenerse siempre al margen de este tipo de personas. En determinadas circunstancias, hay que relacionarse con ellas, aunque sea en contextos que uno mismo no ha buscado. En este artículo veremos cómo comportarse ante las personas tóxicas.
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Cómo lidiar con las personas tóxicas
Es cierto que cada persona es, en parte producto de las circunstancias que le ha tocado vivir. Difícilmente podemos decir que alguien sea como es porque ha decidido comportarse de esa manera.
Tenemos un cierto margen de maniobra para decidir qué hacer en cada situación, pero también nos influye mucho nuestra personalidad y el modo en el que hemos aprendido a relacionarnos con el entorno y con los demás. Estamos condicionados por elementes que escapan a nuestra voluntad.
Sin embargo, a la práctica, no todos tenemos el tiempo y los recursos suficientes como para asumir la responsabilidad de reeducar a las personas tóxicas que nos rodean. Por eso es útil saber qué hacer en el día a día cuando toca lidiar con ellas. Veámoslo a través de los siguientes consejos.
1. No les des una atención inmerecida
En muchos casos, las actitudes negativas que transmiten las personas tóxicas solo son una manera de ganar poder de influencia haciendo que la gente de su entorno se implique emocionalmente en conflictos, a poder ser pasándose a su bando. Generar problemas donde no los hay a través de ficciones basadas en mentiras o exageraciones.
Así pues, en estos casos lo mejor es precisamente ignorar estos intentos de posicionarnos a favor o en contra de un conflicto inexistente más allá de la imaginación de la persona tóxica.
2. No lo lleves a lo personal
Algunas personas tóxicas tienen una tendencia a hablar mal de los demás. En estos casos, la mejor opción es la indiferencia. Mantenerse al margen de estas ideas es una buena manera de no darles una importancia de la que carecen, a la vez que se evita la posibilidad de generar la confrontación que aparecería en caso de cuestionar estas ideas, lo cual solo alimentaría el clima hostil que este tipo de actitudes favorecen.
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3. Aprende a llevar las riendas de la conversación
A no ser que la persona tóxica tenga un rol que le permita claramente tomar decisiones que te afectan, como por ejemplo si es tu jefe, puedes limitarte a no dejar que imponga su dominio en la dinámica de la conversación.
Para ello, haz que el diálogo vuelva a sus cauces normales cuando quiera cambiar de tema según sus intereses, y ignora cualquier comentario que no tenga que ver con aquello de lo que teóricamente debe ir la conversación.
4. Ten claras las líneas rojas
Aunque por norma general la indiferencia es la mejor receta ante las personas tóxicas, también es necesario saber qué tipo de acciones o actitudes son inaceptables. Cosas como las agresiones físicas, los intentos de humillar públicamente a alguien o la difusión de mentiras graves para difamar a alguien son ejemplos de ello, independientemente de si son algo que se hace de manera continuada o no.
5. Atiende a sus intentos por redimirse
El hecho de que alguien pueda ser definido como una persona tóxica no implica que siempre vaya a comportarse de manera poco ética e inmoral. La realidad está más allá de las historias de ficción en el que el bueno es muy bueno y el malo es muy malo.
Por eso, incluso ellas pueden dar muestras de arrepentimiento, intentando redimirse. En estos casos, sí es bueno recompensar estos esfuerzos y adoptar una actitud más próxima y empática con ellas. Con suerte, aprender a comportarse por estas vías puede mejorar su manera de relacionarse con los demás.
Sin embargo, en ausencia de estos casos, lo más adecuado es seguir el próximo consejo.
6. Por defecto, ignóralas
Ignorarlas es la opción por defecto. Esto no significa que debas hacerles el vacío, ya que esto puede ser considerado una forma de maltrato si por ejemplo ni siquiera respondes a cualquier cosa que digan. Tampoco significa que debas evitarlas en un sentido literal, porque esto condicionaría mucho tu estilo de vida, por un lado, y por el otro les darías importancia.
Lo más adecuado es, en general, reaccionar tan solo o a aquellas acciones por su parte que sean claramente buenas y admirables, o a aquellas que dado el contexto sean necesarias porque la finalidad de estas interacciones te benefician o benefician a más gente. Por ejemplo, en el trabajo, en la gestión de trámites, etc.