Dependencia Emocional: por qué ocurre y cómo superarla

Estas son las causas más comunes de la dependencia emocional.

Dependencia Emocional: por qué ocurre y cómo superarla

Sentir dependencia emocional, bien sea en tus relaciones de pareja o quizá en el entorno social, amistoso o familiar, o incluso laboral, es una de las experiencias más desagradables y a la vez frecuentes que vivimos.

La dependencia es un estado emocional desagradable y limitante vinculado a dos emociones: miedo e inseguridad. A su vez, se sustenta en una idea: sin el otro (o los otros) no podemos estar bien.

Vivir nuestras relaciones de forma dependiente nos lleva a la ansiedad, la angustia y con el tiempo el desánimo. No nos permite vivir las relaciones de forma plena y actuamos como si estuviéramos en un constante estado de alerta. Cualquier detalle en lo que ocurre puede ser interpretado como un posible riesgo, mermando así también nuestra autoestima.

Sin embargo, la solución a la dependencia emocional no es romper con nuestras relaciones. Se trata de vivir un aprendizaje profundo y un cambio estable que pase por tres fases o descubrimientos: ¿qué significa realmente esta dependencia? ¿Qué tendría que cambiar en mí para no sentirla?

¿Cómo puedo hacer que ese cambio sea estable?

Desde hace más de 11 años acompaño a personas en sus procesos de cambio personal y terapia. Este problema es cada vez más frecuente, ya que vivimos en un mundo más estresante y con tendencia a la ansiedad. Solucionarlo depende de mirarte a ti y no al otro. Es un aprendizaje que te ayudará durante toda tu vida.

Esto es lo que vamos a resolver en este artículo. Porque sentirse esa dependencia emocional es un problema frecuente que ha afectado a todo ser humano en algún momento de su vida (especialmente en las relaciones de pareja). Cuando es una sensación que se repite demasiado con el tiempo hablamos de un problema psicológico y emocional que merece la pena resolver para vivir con bienestar y más seguridad.

¿En qué consiste la dependencia emocional?

Los seres humanos somos seres sociales, afectivos y emocionales. Esto nos lleva a vivir relaciones donde compartimos nuestro bienestar. Es algo natural y necesario para estar bien. Sin embargo, en ocasiones aprendemos a relacionarnos de tal forma que tu bienestar no depende principalmente de ti... sino de factores externos que no puedes controlar: cómo se comporta el otro, cómo te valora, lo que hacen o dicen, etc.

Esto ocurre por un mecanismo de miedo e inseguridad. Estas emociones son positivas y necesarias pero si no hemos aprendido a gestionarlas de forma adecuada pueden terminar siendo demasiado intensas, frecuentes y duraderas. Esto nos lleva a un estado de alerta donde interpretamos cualquier detalle en nuestras relaciones como un peligro para tu propi autoestima y seguridad.

En las relaciones de pareja ocurre de forma especialmente intensa. ¿Por qué? Porque una relación de pareja es un vínculo íntimo donde experimentamos un bienestar especial pero que no podemos controlar (ya que una relación depende de decisiones en conjunto). Si ante este problema surge ansiedad o una necesidad de control, podemos terminar por relacionarnos de forma dependiente. Existen cuatro causas principales.

Causas principales que nos llevan a la dependencia emocional

La dependencia emocional es ante todo un sistema. Te has acostumbrado a vivir tus relaciones de forma dependiente. Buscar el origen del problema en acontecimientos del pasado no resulta útil. Lo valioso es descubrir qué te lleva a esta sensación tan desagradable en relación a tu propio comportamiento y puntos de vista y ver cómo cambiarlo. Todo proceso de cambio y mejora personal consiste en eso: en conocernos, descubrir en qué consiste el problema y comenzar a salir de él mediante un cambio concreto, práctico y a la vez profundo.

Conocer las causas exactas nos lleva a las soluciones. Estas son las cuatro causas principales:

1. Estilo de apego inseguro

El ser humano construye sus relaciones según un estilo de apego, que es aprendido principalmente en la infancia en relación a nuestros principales vínculos, pero que también desarrollamos a lo largo de nuestra vida (es decir, es algo que podemos trabajar y cambiar). Un estilo de apego inseguro se basa en construir relaciones desde una sensación de miedo e inseguridad que nos lleva a necesitar demasiado del otro y a su vez a sufrir demasiado por la separación temporal. Esto afecta a nuestra autoestima y bienestar.

2. Gestión de emociones

Como hablamos, el problema no son las emociones que sientes sino cómo las estás gestionando. Si validas tus miedos e inseguridades con tus comportamientos, los haces realidad y terminamos por sentir esas emociones cada vez con más frecuencia e intensidad.

Por ejemplo: si en tu relación de pareja sientes miedo ante la conducta del otro y esto te lleva a mirar sus redes sociales constantemente o a querer conocer información (que siempre se interpreta según ese miedo e inseguridad) la propia conducta hace que ese miedo e inseguridad se mantenga con el tiempo (porque tu comportamiento le da sentido).

3. Ansiedad y desánimo

La ansiedad es un estado de alerta y miedo que se ha generalizado. Está vinculado no solo a tus emociones sino a tu forma de respirar, rápida y superficial (lo cual provoca esa sensación tan desagradable en el pecho o boca del estómago).

Con el tiempo, la ansiedad desemboca en desánimo y agotamiento. Si vivimos nuestras relaciones de forma dependiente termina por resultar agotador. Disminuir la intensidad de la ansiedad es el primer paso y el más imprescindible para superar la dependencia.

4. Enfoque de tus relaciones

Es también importante analizar cómo enfocas tus relaciones. Si para ti es una experiencia imprescindible de la cual depende tu bienestar, será más probable que se viva de forma dependiente por el temor que nos provoca.

Solucionar la dependencia emocional: un cambio estable

Uno de los errores más limitantes que se pueden cometer en una terapia o proceso de cambio personal es centrarlo todo en cambios superficiales, en los síntomas, o incluso solo centrar nuestro problema en el exterior (como diagnosticar a los demás o pensar que son los culpables).

Esto no funciona por un motivo muy sencillo... no son factores que podamos controlar. No podemos controlar el mundo ni a las personas ni lo que ha pasado. Pero sí podemos aprender a conocernos y a aplicar cambios que nos ayuden de forma estable. Toda nuestra interpretación sobre lo que ocurre fuera, si nace desde el miedo y la inseguridad, siempre nos hará sentir lo que más tememos.

Por esta razón un proceso de cambio eficaz debe estar centrado solo en ti y en lo que puedes aprender. Estos son los cambios necesarios para poder superar la dependencia emocional.

1. Aprender a gestionar tus emociones

Este es el aprendizaje más básico e importante para superar la dependencia en las relaciones. La dependencia nace ante todo de ciertas emociones que gestionamos de forma disfuncional.

Principalmente hablamos de miedo, inseguridad, así como culpa o ira. Estas emociones son demasiado intensas a causa de cómo las gestionamos con nuestros propios comportamientos. En un proceso de cambio es imprescindible trabajar con este área, ya que somos seres emocionales y de cómo las gestionemos fluye todo lo demás.

2. Comunicarte de forma asertiva (límites y decisiones)

Cuando existe dependencia en las relaciones también es habitual no poner límites, ceder demasiado ante los otros o comunicarnos de forma opaca. La asertividad implica que dices lo que quieres, lo que no quieres, puedes y no puedes, siempre de forma concreta y amable. Trabajar con tu comunicación es también un pilar para construir relaciones más positivas y equilibradas.

3. Trabajar con tu autoestima y sistema de creencias

A veces pensamos que la dependencia es un problema de autoestima. En realidad, la autoestima se ve perjudicada por nuestro comportamiento dependiente. Por esta razón la autoestima no es el problema, sino una consecuencia. Trabajar con cómo construyes bienestar, te cuidas y priorizas, cambiará lo demás.

Tener en cuenta tus interpretaciones y creencias también te ayudará a ver cómo te limitan y cambiarlo.

4. Contar con un plan de acción

Para que un proceso de cambio o terapia funcione es también importante que cuentes con un plan de acción concreto que te lleve a los cambios que necesitas. Cuando el proceso es solo reflexión no ocurrirá un cambio mayor. El plan de acción debe ser siempre individualizado y llevarte hacia lo que quieres y necesitas.

5. Compañía constante

Por último es de especial valor que tengas compañía no solo de forma esporádica con sesiones, sino de forma más constante, con mayor oportunidad para consultar. Por este motivo mi forma de acompañar como psicólogo y coach es constante, cada día, para cualquier duda y necesidad, además de trabajar con herramientas semanales y sesiones.

Empoderamiento Humano

Empoderamiento Humano

Licenciado en psicología y Máster en Coaching

Profesional verificado
Málaga
Terapia online

Conseguir el cambio que necesitas para vivir con bienestar y construir relaciones saludables pasa por conocerte y que ese cambio se dé en ti. Es algo que influirá no solo en lo que te ocurre ahora, sino en toda tu vida y relaciones futuras. Si necesitas compañía experta, recuerda que en Empoderamiento Humano puedes solicitarme una sesión y vemos cómo podemos resolver lo que te ocurre.

Te envío muchos ánimos,

Rubén Camacho, Psicólogo y coach

Al citar, reconoces el trabajo original, evitas problemas de plagio y permites a tus lectores acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos. Asegúrate siempre de dar crédito a los autores y de citar de forma adecuada.

Rubén Camacho. (2023, noviembre 9). Dependencia Emocional: por qué ocurre y cómo superarla. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/social/dependencia-emocional-por-que-ocurre-como-superarla

Psicólogo y coach

Málaga

Psicólogo, coach y director de Empoderamiento humano, escuela de desarrollo personal online donde podrás comenzar procesos de cambio y transformación en tu vida para aumentar tu bienestar, mejorar tu autoestima y relaciones personales, conocerte mejor, gestionar tus emociones o mejorar tu productividad y liderazgo como profesional. Rubén es licenciado en Psicología (UNED) y Máster en Coaching y gestión del talento (EUDE, asociado a la Universidad Complutense de Madrid). Tiene más de 10 años de experiencia y ha acompañado a personas de hasta 5 países diferentes a conseguir el cambio y el desarrollo personal o profesional que necesitaban y se merecían.

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