El estrés como respuesta al no estar disponible emocionalmente

Estar disponible emocionalmente es una disposición activa y que da respuesta al entendimiento empático.

El desarrollo de esta disponibilidad emocional según los investigadores del apego Emde y Sorce (1983) se construye en la relación entre los cuidadores al proporcionar seguridad emocional a los bebés y promueve su curiosidad en situaciones en las cuales se sienten indecisos.

Las personas disponibles emocionalmente son aquellas que pudieron establecer una relación de apego seguro con sus cuidadores, mientras que las personas de apego inseguro muestran mayor dificultad a la hora de regularse emocionalmente, por lo que pueden no estar disponibles emocionalmente.

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Características de una persona emocionalmente disponible

Las personas emocionalmente disponibles son capaces de una regulación afectiva que corresponde con el apego seguro.

Este estilo de apego se caracteriza por ser flexible y abierto, que posibilita la experiencia y expresión de una amplia variedad de emociones y que incluye tanto la expectativa de que persona con la que interrelacionan responderá de modo sensible como la capacidad de ajustar las propias reacciones.

Estas son las principales características de las personas disponibles emocionalmente:

• Estas personas reconocen y expresan sus estados emocionales de aflicción, angustia, malestar... de manera relativamente abierta y desinhibida, mucho mayor que las personas de apego inseguro.
• Inician la resolución de las situaciones conflictivas que se pueden haber desencadenado, permitiéndose estar más abiertas a información nueva incluso cuando esta es amenazante y desarrollar estrategias realistas y efectivas de acción.
• Las personas disponibles emocionalmente tienen mayor confianza en sus propios recursos y en lograr establecer una regulación exitosa de las emociones y el estrés.
• Búsqueda de apoyo en personas significativas para permitirse aliviar las emociones, especialmente si son perturbadoras y pueden ocasionar estrés.
• Las personas de apego seguro tienden a revisar sus errores y creencias erróneas sin miedo al rechazo o la crítica.
• Por ello, emplean menos maniobras defensivas que distorsionan sus percepciones del mundo exterior y sus autoevaluaciones y se evitan generar reacciones negativas por parte de los demás.

Causas de no estar disponible emocionalmente

Una de las principales causas por las que una persona puede no estar emocionalmente disponible es porque su estilo de apego es inseguro. Este apego se caracteriza por una regulación desadaptativa de los afectos negativos (Diamond & Aspinwall, 2003).

La causa está asociada a las experiencias tempranas con cuidadores que se mostraron poco participativos o impredecibles en los procesos regulatorios interactivos de los afectos del niño (Schore, 2003a).

Las personas de apego inseguro tienen estrategias desadaptativas a la hora de la regulación emocional.

1. Problemas al reconocer y expresar emociones

Surgen dificultades al reconocer y expresar sus estados emocionales, y los de otros. Por esto, aparentan falta de empatía y frialdad emocional.

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2. Evitación de las situaciones conflictivas con estrategias evasivas

Pueden ser desde no estar presentes o no mostrarse cercanos, o dramatizar su estado emocional al no poder regular la información percibida como amenazante.

3. Surgen distorsiones cognitivas

Estas distorsiones cognitivas sobre su autoconcepto llegan a desencadenar reacciones negativas de los demás, reforzando las ideas de rechazo o ausentismo que han sido fuente del malestar emocional durante la formación del estilo de apego, por lo que refuerzan aún más estos comportamientos defensivos percibiendo el afecto como algo hostil.

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Inmadurez emocional en las personas emocionalmente no disponibles

Daniel Hill (1944) en su teoría de la regulación del afecto, señala que las personas que tienen un apego inseguro tienden a desarrollar una personalidad narcisista, entendiendo el narcisismo como un sesgo de personalidad que puede estar en la parte leve del espectro o en la más grave.

La inmadurez emocional es la dificultad para tomar decisiones, comprometerse, o asumir responsabilidades de acuerdo a su edad cronológica. Queda manifiesta en el miedo a desarrollarse como persona: miedo al compromiso, falta de intimidad, actitud ambivalente en sus conductas que van desde la extrema cercanía a la máxima distancia sin razón aparente, comunicación contradictoria, tendencia a no dar respuestas claras, etc.

Las personas inmaduras emocionalmente pueden ser así debido a que recibieron afectos inestables u hostiles y críticos, o bien, todo lo contrario. Las personas inmaduras emocionalmente buscan mantener un estado de bienestar basado en la ausencia de los retos de la vida adulta.

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Disponibilidad emocional y estrés

Estos patrones de comportamiento se llegan a transformar tan solo por la naturaleza de la relación en la que se está involucrado. Esta relación puede ser afectiva, como la pareja, o en terapia, donde desarrollar la capacidad de reflexionar sobre los propios patrones de preocupación.

La capacidad de regulación emocional es el aspecto más importante y el que va a determinar cómo a una persona le irá en la vida, tanto en sus relaciones afectivas como en el terreno laboral. Por ello, se debe potenciar esa habilidad en situaciones de estrés.

El estrés es el esfuerzo adaptativo frente a un problema y la reacción inespecífica. Para evitar los estresores negativos, que se suelen asociar al estrés, es prioritario saber discernir entre un acontecimiento importante y no tan importante, y enfocarlos desde una correcta perspectiva de su relevancia para dar una respuesta más saludable. Sin embargo, la vida cotidiana conlleva situaciones tanto de sufrimiento o de perturbación, como acontecimientos cotidianos positivos.

Según la teoría del apego, la sensación interna de inseguridad hace surgir la necesidad de decisión de la búsqueda de proximidad como estrategia de regulación emocional. Si esta decisión resulta ser negativa, la persona no tiene otra alternativa que hacer uso de las estrategias defensivas, como por ejemplo: dependencia excesiva, hipervigilancia, hiper-activación y desactivación del sistema de apego.

Las estrategias que permiten la regulación emocional están basadas en la seguridad, y en la gestión activa y constructiva de los afectos negativos y la creatividad que da acceso a las emociones positivas.

Concluyendo

En conclusión, la no disponibilidad emocional supone la activación del estrés como respuesta de preparación, defensa y activación para enfrentarse de manera más o menos adecuada a las situaciones de vida.

Por último, a tener en cuenta es que en este artículo no se incluye un análisis de personas que padecen alexitimia u otro tipo de trastornos psicológicos, que interfieren en la disponibilidad emocional.