Existen muchas maneras de ver el mundo y numerosas asociaciones y movimientos sociales con distintos propósitos e ideologías. Sin embargo, no todas ellas son positivas y prosociales.
Existen movimientos e incluso subculturas que defienden el cometimiento de diversos crímenes o que consideran a parte de la población como su enemiga. Es lo que ocurre con los incels, un colectivo que se ha cobrado sus primeras víctimas mortales y sobre el que hasta hace poco existía poca información.
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Los “incels”: origen y evolución del término
El término “incel” proviene de “involuntary celibacy” o celibato involuntario. Inicialmente fue generado por una mujer del colectivo LGTB que pretendía hacer referencia a todas aquellas personas que debido a su aspecto físico no resultan sexualmente atractivos y no consiguen mantener relaciones sexuales, intentando generar una etiqueta para agrupar y generar una comunidad que integrara y permitiera sentirse menos solas a aquellas personas que no conseguían salir de su soledad.
Sin embargo, con el paso del tiempo el término y su definición han sido tomados y apropiados por una comunidad o subcultura nacida y expandida a través de las redes (siendo 4chan o Reddit algunas de las principales).
Así, actualmente se identificaría como tal a aquel colectivo de hombres, mayoritariamente heterosexuales, que no están en una relación ni han tenido relaciones sexuales o bien nunca o en un largo tiempo (no tienen por qué ser necesariamente vírgenes) a pesar de pretenderlo. Estas personas consideran que tienen derecho a mantener relaciones (confundiendo el derecho a tener sexo con el hecho de que los demás deban proporcionárselo), y culpabilizan a las mujeres de negarles dicho derecho.
Características de este colectivo misógino
Los actuales pertenecientes a este colectivo poseen por lo general una actitud misógina que ha llevado a algunos de sus miembros a considerar que tienen derecho a castigar, forzar o incluso a matar a quienes les niegan u usurpan dicho derecho. Puede reconocerse una actitud machista y misógina que ve a las mujeres en general como mero objeto sexual o como subordinada que tiene el deber de proporcionarles sexo.
El colectivo de los incels tiende a considerar que su falta de relaciones se deriva de un aspecto físico poco atrayente o por una supuesta superficialidad femenina, no observando sus creencias y actitudes como motivante del rechazo. No suelen entender los posibles motivos del rechazo ni como otros sujetos sí son aceptados, y consideran que se trata de un acto de discriminación que merece desprecio y castigo. La actitud hacia sí mismos suele ser en mayor o menor grado autodespreciativa, destacando la presencia de sentimientos de desplazamiento e inadecuación que les genera gran frustración.
Asimismo, se caracterizan por comunicarse en foros de Internet, espacios donde comparten sus opiniones y hablan de temáticas diversas entre las que destaca la visión del sexo como un derecho masculino que se les está negando (llegando a formar movimientos de los derechos de los hombres e incluso proponer la propugnación de leyes), así como la visión de sí mismos como de alguien que ha sido humillado y está sufriendo una confabulación en su contra.
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Términos y jerga utilizada en sus foros
El odio de este colectivo no está dirigido exclusivamente hacia las mujeres, sino que también se ha observado que hombres físicamente atractivos y sexualmente activos son también visualizados como enemigos o rivales. De hecho, se han generado incluso motes o sobrenombres para denominar a sus objetos de odio.
Por “Chad” se entendería a todo aquel varón físicamente atractivo y de vida sexual activa que representa lo que muchos de estos sujetos desearían lograr y no pueden, y que son vistos como sus opuestos. Algunos incels los reverencian, pero en otros casos suele existir un profundo odio y envidia hacia ellos. En algunos foros se ha llegado a hablar de genocidio de Chads.
Otro de los sobrenombres que esta subcultura pone a otras personas es la que le otorgan a la contraparte femenina del caso anterior: las “Stacy”. En este caso se trataría de las mujeres físicamente atractivas y generalmente jóvenes que suelen sentirse atraídas por los “Chads” y rechazar a los miembros del colectivo incel. Se trata de un objeto de deseo odiado, pues consideran que les niegan el amor y el sexo al que creen que tienen derecho.
Además de ello también usan el término de “femoide”, o humanoide femenina. Se refiere de una manera claramente peyorativa y deshumanizada a aquellas mujeres que solo tienen sexo con los Chads, prácticamente, como si fuera su única función.
Finalmente, otro término peyorativo que utilizan es el de “roastie” (de roast beef), que hace referencia a la supuesta forma que creen que adoptan los genitales de las mujeres promiscuas.
Aspectos psicológicos vinculados
Si bien no existe un perfil oficial, haciendo una lectura más psicológica de la ideología incel la investigadora Debbie Ging considera que es posible observar en aquellos que forman parte de este grupo la presencia de un elevado nivel de frustración, soledad y sensación de no pertenencia, de ser ignorados y sentirse aislados. Una frustración de la que hacen responsables a sus objetos de deseo y de quienes mantienen relaciones con ellas.
También se observa la presencia de un bajo nivel de tolerancia y poca capacidad para gestionar el rechazo amoroso y/o sexual, no poseyendo las suficientes habilidades sociales y de gestión emocional. Se trata de personas que tienden a focalizarse en la percepción del dolor y la frustración para terminar por culpabilizar al otro de él. La falta de lazos afectivos potentes y de inseguridad personal también facilita la adscripción a este tipo de ideología, al proporcionar a quienes lo hacen un sentido a su falta de relaciones.
Asesinatos asociados a este colectivo
La expansión de este colectivo se ha cobrado ya sus primeras víctimas. Uno de los casos más sonados es el de Elliot Rodger, que en 2014 asesinó a tiros a seis personas e hirió a otras trece antes de suicidarse, habiendo dejado grabaciones y documentos en que explicaba querer castigar a las mujeres por haberse sentido rechazado e insatisfecho toda su vida y defendiendo que merecían morir.
Este primer caso conocido fue idealizado por algunos miembros del colectivo incel, hasta el punto que sería replicado este mismo 23 de abril de este año por Alek Minassian. Y es que el atropello masivo producido en Toronto el mes pasado y que culminó con la muerte de una decena de personas fue provocado por el anteriormente citado joven. Tras ello, dejó un mensaje en Facebook manifestando el deseo de iniciar una revolución y de exterminar a los Chads y Stacys.
Estos dos son casos en los que se ha observado la implicación de este colectivo en asesinatos y masacres de forma directa, pero otros casos menos conocidos también podrían estar relacionados.
Referencias bibliográficas:
- Donnelly, D.; Burgess, E.; Anderson, S.; Davis, R. & Dillard, J. (2001). Involuntary Celibacy: A life course analysis. The Journal of Sex Research, 38 (2), 159-169.
- Rengel, C. (2018). Los incel, los misóginos que matan porque no consiguen tener sexo. El Huffpost.
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