El papel de la Inteligencia Artificial (IA) en la Salud Mental

Veamos cómo los avances de IA pueden afectar al mundo de la psicoterapia y la psiquiatría.

El papel de la Inteligencia Artificial (IA) en la Salud Mental
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Últimamente parece que todos estamos buscando entendernos un poco mejor. A veces necesitamos espacio para hablar, para soltar o incluso, en el caso de quienes trabajamos acompañando a otros, queremos tener más herramientas para comprender más a nuestros clientes y pacientes. Y ahí aparece el smartphone, con una app o un chatbot dispuesto a escuchar sin horarios ni juicios.

Millones de personas ya lo hacen cada día. Algunos lo usan para desahogarse, otros para organizar sus emociones, y muchos profesionales lo miran con curiosidad, como una forma de optimizar su trabajo y tener más herramientas.

Pero, ¿hasta qué punto es útil (y seguro) que una inteligencia artificial se meta en algo tan delicado como la salud mental? Sobre esto hablaremos hoy.

La Inteligencia Artificial y su impacto en la vida cotidiana

La inteligencia artificial se ha metido en casi todo lo que hacemos. Está en el trabajo, en la música que escuchamos, en las series que nos recomienda una plataforma y hasta en las consultas médicas. Nos ayuda a hacer las cosas más rápido, a organizar mejor el tiempo y a resolver tareas que antes nos llevaban horas.

Pero, claro, junto con toda esa comodidad también llegaron nuevas preguntas: ¿qué pasa con la privacidad?, ¿quién decide qué información usa la IA?, ¿podemos confiar en sus respuestas? Y cuando el tema toca algo tan sensible como las emociones humanas, esas dudas pesan mucho más.

Por eso, la conversación sobre salud mental y tecnología ya no es solo una curiosidad del futuro, sino que está ocurriendo ahora. Y tanto las personas que buscan ayuda como quienes la brindan están empezando a convivir con estas herramientas, que pueden ser muy útiles, pero que también requieren una mirada atenta.

IA y salud mental: entre la ayuda y el límite

En los últimos años, la inteligencia artificial ha ganado un espacio importante en el campo de la salud mental. Existen chatbots como Woebot, Wysa o Youper que conversan con las personas, hacen preguntas sobre su estado de ánimo y proponen ejercicios para dormir mejor o manejar la ansiedad. Otros programas, como Lyssn o Limbic, están pensados para profesionales: analizan conversaciones, detectan patrones de comportamiento y hasta sugieren intervenciones clínicas.

También hay herramientas más prácticas, como Eholo o Mentalyc, que organizan citas y ayudan con la parte administrativa. Todo esto libera tiempo para que los psicólogos se concentren en lo esencial: el encuentro con la persona.

Aun así, hay razones para mantener la cautela. Una investigación reciente de la Universidad de Brown mostró que modelos como ChatGPT pueden incumplir principios éticos básicos incluso cuando se les pide actuar como terapeutas.

Por ejemplo, no siempre priorizan la seguridad en casos de crisis o pueden validar creencias negativas sin cuestionarlas. Además, su aparente empatía es solo una imitación: una secuencia de palabras que suenan comprensivas, pero sin una comprensión real detrás.

Por eso, aunque estas herramientas pueden ser valiosas, necesitan límites claros. La IA puede acompañar, ofrecer ideas o detectar señales tempranas, pero no puede reemplazar la escucha humana ni el vínculo que se crea en una relación terapéutica.

Lo que la IA aporta a los profesionales de la salud mental

Para muchos terapeutas y psicólogos, la inteligencia artificial se ha vuelto un apoyo real en su trabajo. No sustituye la conexión humana, pero sí puede aligerar la carga y mejorar la organización del día a día.

La gran ventaja es que permite aprovechar mejor el tiempo, ya que automatiza tareas que antes requerían mucho esfuerzo. Además, puede ofrecer información útil sobre el progreso de los pacientes o sobre la efectividad de ciertas estrategias.

Algunos de los beneficios más destacados son:

  • Tareas administrativas más simples: plataformas como Eholo ayudan a gestionar citas y guardar la información clínica sin complicaciones.
  • Apoyo diagnóstico: sistemas como Limbic ayudan a identificar señales de alerta y a plantear hipótesis clínicas basadas en evidencia.
  • Seguimiento continuo: chatbots como Woebot o Wysa mantienen contacto con los pacientes entre sesiones, enviando recordatorios o ejercicios personalizados.
  • Mayor alcance: en lugares con pocos profesionales o listas de espera extensas, la IA puede ser una forma de ofrecer apoyo inicial o complementar la atención.

Todo esto convierte a la IA en una aliada interesante para los profesionales. Pero, ojo, solo si se usa con criterio y se mantiene siempre la mirada ética sobre lo que está en juego. Ya que, por ejemplo, aunque algunas herramientas permiten transcribir sesiones, no es ético grabar al paciente sin consentimiento ni poner en riesgo su privacidad y seguridad.

Los riesgos que no se deben ignorar

Junto a los beneficios, hay riesgos importantes que no conviene pasar por alto. La salud mental involucra emociones, historias personales y vulnerabilidad, y eso exige cuidado.

Uno de los principales peligros es que la IA no entiende el contexto emocional. Responde con lógica, pero no con empatía real. También puede reproducir sesgos de los datos con los que fue entrenada o manejar la información personal de manera poco transparente.

Entre los riesgos más relevantes están:

  • Privacidad insuficiente: algunas aplicaciones no explican claramente qué hacen con los datos emocionales de los usuarios.
  • Sesgos y errores: los algoritmos pueden ofrecer respuestas inexactas o discriminatorias si la base de datos no es diversa.
  • Apego artificial: cuando una persona siente que el chatbot la “entiende”, puede desarrollar dependencia o postergar la búsqueda de ayuda profesional.
  • Vacíos legales: las normas actuales se aplican a terapeutas humanos, no a sistemas automáticos, y eso deja zonas grises.
  • Falta de reacción ante crisis: en situaciones graves, los chatbots no siempre saben cómo actuar o cómo derivar al usuario a recursos de emergencia.

Estos puntos muestran que, aunque la IA puede acompañar, el trabajo terapéutico sigue necesitando la sensibilidad y el criterio humano.

Cómo usar la IA en salud mental con cabeza y cuidado

La clave no está en rechazar la tecnología, sino en aprender a usarla bien. Si se combina con el juicio profesional y la sensibilidad humana, puede ser una gran aliada.

1. Usarla como complemento, no como reemplazo

La IA puede ayudar a reflexionar o registrar emociones, pero nunca debe ocupar el lugar del encuentro con otro ser humano.

2. Verificar la privacidad antes de compartir información

Antes de escribir algo personal, conviene revisar qué dice la app sobre el manejo de datos. Si no lo aclara, mejor no confiarle información sensible.

3. No usarla como contención en crisis

Ante pensamientos de autolesión o angustia fuerte, la IA no es una opción segura. En esos casos, es necesario buscar ayuda inmediata, ya sea de un profesional o de una línea de emergencia.

4. Mantener supervisión profesional

Los psicólogos que usan IA deben hacerlo como herramienta de apoyo, revisando su funcionamiento y asegurando que las respuestas estén alineadas con principios éticos.

5. Promover la formación digital

Entender cómo funcionan estos sistemas ayuda a usarlos con criterio. La educación en salud digital debería ser parte de la formación profesional y del autocuidado.

Esther Tomás Ruiz

Esther Tomás Ruiz

Psicóloga, coach y terapeuta de familia y parejas

Profesional verificado
València
Terapia online

La inteligencia artificial puede aportar mucho si se la usa con sensatez, pero hay algo que ninguna máquina puede ofrecer: la presencia humana, esa escucha real que da contención y sentido.

Aunque un chatbot pueda responder rápido, no puede comprender de verdad lo que hay detrás de un silencio o de una lágrima. Y ese sigue siendo el terreno más profundamente humano de todos.

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  • De la Fuente Tambo D. y Armayones Ruiz,Manuel (2025) La IA en la práctica psicológica: ¿qué existe y cómo puede ayudar en Psicología Asistencial? Papeles del Psicólogo. Universitat Oberta de Catalunya, España.
  • ¿Hablas con la inteligencia artificial sobre tu salud mental y no con tu psicólogo? (s. f.). Universidad el Bosque.
  • Petrova, K. (2025, 26 octubre). AI chatbots often violate ethical standards in mental health contexts. PsyPost - Psychology News.

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Esther Tomás Ruiz. (2025, noviembre 4). El papel de la Inteligencia Artificial (IA) en la Salud Mental. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/social/inteligencia-artificial-ia-en-salud-mental

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