Nuestras emociones dan mucha información a los demás sobre cómo nos encontramos. Pero además, pueden tener otras utilidades.
Una de ellas es el llamado sadfishing. Vamos a tratar de conocer mejor este novedoso concepto y saber cómo surgió. Igualmente, repasaremos las características que tiene habitualmente y veremos algunos de los ejemplos más famosos de este curioso fenómeno.
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¿Qué es el sadfishing?
El sadfishing, o pesca triste por su traducción en español, es un comportamiento que consiste en exponer las emociones negativas, como la tristeza, de una manera desproporcionada y generalmente a través de medios de difusión, como las redes sociales, para conseguir la atención de otras personas y despertar su simpatía.
El término de sadfishing es una creación de Rebecca Reid, escritora, en el año 2019. Proviene de un juego de palabras con la expresión inglesa “catfishing”, que se refiere a la acción de crear un perfil falso en una red social con el objetivo de sacar un beneficio o perjudicar a otra persona, y el término “sad”, que significa triste y hace referencia a las emociones negativas de las que hablábamos.
Un esquema básico del proceso de sadfishing sería el publicar en una red social un contenido en el que se explique lo mal que lo está pasando esta persona. A continuación, esperaría a recibir las reacciones y comentarios a través de los cuales otros individuos estarían focalizando su atención en el autor de la publicación.
Es importante tener en cuenta el detalle de que la persona que está practicando el sadfishing, no necesariamente tiene por qué sentirse triste, o al menos no en el grado de intensidad que refleja el mensaje que propagó a través de las redes sociales. En ese sentido, lo que se observaría sería una potenciación de su estado, e incluso un fingimiento, destinado a llamar la atención de los otros.
Causas
Son muchos los motivos que pueden llevar a una persona a realizar conductas compatibles con el sadfishing. Recordemos que el objetivo primordial de esta acción es lograr la atención de los demás. Por lo tanto, una personalidad narcisista puede fomentar este tipo de comportamiento.
Pero también pueden publicarse contenidos acerca de la tristeza que la persona está sintiendo, precisamente debido a una baja autoestima. Incluso se puede llegar a hacer sadfishing simplemente por celos, en caso de que exista otra persona del entorno que está acaparando toda la atención de los demás.
El estar viviendo una etapa de soledad también puede fomentar este comportamiento. Resulta lógico pensar que, si una persona se ve privada de la cantidad de atención que recibe de una manera habitual, va a sentir una necesidad por recuperarla de alguna manera, y un buen método puede ser el del sadfishing.
Psicopatologías como son la depresión o la ansiedad también pueden llegar a potenciar el uso de esta técnica si la persona que las sufre detecta que mediante ella nota una mejoría en su estado, aunque sea sutil. Los individuos con comportamiento antisocial, paradójicamente, también pueden llegar a practicar el sadfishing, pues buscarán de una manera digital la atención que no obtienen en persona.
No hay que olvidar que existe otra razón para realizar este tipo de acciones, tan sencilla como el mero aburrimiento. Estamos refiriéndonos aquí a lo que en Internet se denomina como “troll”. Estos individuos practicarían el sadfishing no porque realmente se sintieran tristes, sino porque se divierten manipulando las emociones y las reacciones de los demás.
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Los peligros de esta práctica
Pero el sadfishing no siempre es una práctica inocua. Por el contrario, debemos comprender que, como muchos otros actos desarrollados en las redes sociales, entraña algunos riesgos. Uno de los primeros problemas que presenta es precisamente, el hacer un uso demasiado evidente de sadfishing.
¿Qué quiere decir esto? Que no todas las personas cuentan con la misma habilidad a la hora de tratar de utilizar un relato sobre sus emociones negativas para llamar la atención. Alguien que no sea habilidoso en este sentido, podría realizar una publicación en la que expusiese de una manera tan exagerada su tristeza, que generase rechazo por su evidente falsedad. Por lo tanto, estaría logrando el efecto contrario al buscado.
Este problema también puede generarse, no por una publicación tremendamente exagerada, sino por una reiteración de las mismas, aunque sean algo más sutiles. Si la persona trata de hacer sadfishing de una forma constante, puede que consiga atraer la atención con sus primeras publicaciones, pero lo más probable es que el efecto se vaya diluyendo cada vez más hasta prácticamente desaparecer.
Otro de los riesgos de esta conducta es que existen personas que aprovechan este tipo de publicaciones no para mostrar su simpatía, sino todo lo contrario. Por lo tanto, una persona que haga un intento de sadfishing, puede encontrar el apoyo en determinados individuos mientras que otros aprovecharán para atacarle, dado su aparente estado de vulnerabilidad emocional.
Este es uno de los peligros más frecuentes del sadfishing, ya que puede convertir al autor de las publicaciones, con las que solo buscaba atención positiva, en el blanco de los ciberacosadores, que verán en él una presa perfecta para dar rienda suelta a su agresividad, en este caso mediante comentarios humillantes.
El último de los riesgos asociados al sadfishing es también el más peligroso, y es el peligro de llamar la atención con este tipo de llamadas de atención sobre depredadores sexuales pedófilos, que peinan las redes en busca de posibles víctimas, siendo aquellas que muestran vulnerabilidad emocional unas buenas candidatas sobre las que tratar de ejercer sus deleznables actos.
Ejemplos de sadfishing en famosos
Tras un amplio recorrido por el concepto del sadfishing, podemos ahora pasar a ver algunos ejemplos de este tipo de conducta que han sido populares en su momento en las redes sociales.
1. Kendall Jenner y el acné
El primer ejemplo de sadfishing que podemos revisar es precisamente el que dio pie a la creación del propio término, por obra de la escritora Rebecca Reid, como ya hemos mencionado anteriormente. Sucedió a raíz de una publicación de la modelo Kendall Jenner en su perfil de la red social Instagram.
En dicha publicación, Kendall Jenner relató el hecho desconocido de su adolescencia de haber sufrido de acné, motivo que le generó mucho malestar en dicha etapa, en parte debido a las miradas que percibía de la gente. Sin embargo, aunque generó sentimientos de empatía en algunos de sus seguidores, otros se enfurecieron.
¿La razón? Que a esa publicación le acompañó una campaña publicitaria en la que la propia Kendall Jenner promocionaba unos productos cosméticos para el cuidado de la piel. Muchas personas percibieron una acción de sadfishing orientada a captar la atención con fines comerciales.
2. Justin Bieber y su enfermedad
El popular cantante Justin Bieber decidió, a principios del año 2020, compartir en sus redes sociales (en Instagram, al igual que en el caso anterior), que sufría de una patología conocida como la enfermedad de Lyme, transmitida por unas bacterias que se encuentran en las garrapatas.
Dicha revelación provocó lástima en algunos de los fans. Pero, como suele ocurrir en las redes sociales, otras personas no se tomaron bien esta publicación. Muchos acusaron a Bieber de hacer un burdo intento por llamar la atención, es decir, de sadfishing, y restaron importancia a la enfermedad, alegando que en realidad el tratamiento para curarla es sencillo.
En cualquier caso, la cuestión es que una persona expuso un problema que le generaba malestar y preocupación, en busca de la aprobación y la atención de otros individuos, y en muchos casos lo que encontró fue una reacción visceral contra su persona.
Evidentemente, las redes sociales albergan a todo tipo de usuarios, algunos mejor y otros peor intencionados, por lo que es sencillo encontrar este tipo de reacciones, sobre todo en publicaciones de gran impacto como las que pueden realizar personas con millones de seguidores, como son las de los ejemplos comentados.
3. Sam Smith y sus lágrimas
El cantante Sam Smith realizó una publicación (una vez más, en Instagram) en el año 2020, durante la crisis del coronavirus, donde se mostraba llorando en las escaleras de su domicilio, a causa de lo que llamó “una crisis de la cuarentena”. Esta acción, como las anteriores, atrajo la simpatía de algunos y el enfado de otros.
En el segundo grupo se situaría el periodista Piers Morgan, quien reprendió a Smith por dicha acción, que para él encajaría en el fenómeno del sadfishing o de la búsqueda de atención. Morgan le pidió que se controlara y evitara este tipo de publicaciones, al tiempo que dijo no poder soportar este tipo de acciones por parte de las celebridades.
Referencias bibliográficas:
- DeWall, C.N., Buffardi, L.E., Bonser, I., Campbell, W.K. (2011). Narcissism and implicit attention seeking: Evidence from linguistic analyses of social networking and online presentation. Personality and Individual Differences. Elsevier.
- Hawk, S.T., van den Eijnden, R.J.J.M., van Lissa, C.J., ter Bogt, T.F.M. (2019). Narcissistic adolescents' attention-seeking following social rejection: Links with social media disclosure, problematic social media use, and smartphone stress. Computers in Human Behavior. Elsevier.
- Maltby, J., Day, L., Hatcher, R.M. (2016). Implicit theories of online trolling: Evidence that attention‐seeking conceptions are associated with increased psychological resilience. British Journal of Psychology. Wiley Online Library.