Las 8 dimensiones del ser humano (y en qué consisten)

Detallamos los aspectos más importantes de las personas.

Dimensiones del ser humano

Los seres humanos somos animales que tenemos muchas potencialidades. Estas se pueden manifestar en múltiples contextos, ya sea en forma de acciones físicas o en capacidades que nos caracterizan.

Con dimensiones del ser humanos hacemos referencia a cómo se dan las potencialidades del ser humano, las cuales están relacionadas con que se dé un correcto desarrollo, tanto individual como colectivo, de aspectos como el bienestar y el crecimiento personal.

Los humanos somos seres de naturaleza biopsicosocial, lo cual quiere decir que somos animales que precisamos de interacciones con los demás y tenemos conciencia de nuestras habilidades, pensamientos, reflexiones y, en esencia, de nuestra propia existencia.

Dimensiones del ser humano

En este artículo vamos a explicar las ocho dimensiones del ser humano, que son las que vienen a continuación.

1. Física

Esta dimensión tiene que ver con el propio cuerpo, entendido en términos estructurales.

Nuestro cuerpo es la herramienta física que nos permite realizar acciones, establecer contacto con los demás y adquiere una gran importancia con respecto a cómo nos identificamos y nos vemos a nosotros mismos.

Dentro de esta dimensión se incluyen aquellos hábitos que llevan las personas para garantizar el mantenimiento del cuerpo, ya sea externa o internamente, y evitar que sea perjudicado o se desarrollen enfermedades.

De entre los hábitos que se pueden hacer para evitar que la dimensión física sea afectada negativamente están el tener una alimentación saludable, realizar actividades deportivas y visitar a médicos para ver en qué estado se encuentra el cuerpo.

2. Social o sociopolítica

El ser humano es un ser sociable y es por ello que la interacción con los demás supone una de las más importantes dimensiones que están presentes en su vida.

Como miembros de una sociedad y, más concretamente, de grupos familiares, étnicos, de amigos o de cualquier otra índole, es necesario mantener contacto con otras personas para garantizar la supervivencia.

Aspectos como el desarrollar lazos afectivos, tener unas buenas amistades, vivir en una familia sin dinámicas disfuncionales contribuyen a poder alcanzar el bienestar y la felicidad.

3. Cognitiva

Como seres inteligentes que somos, los seres humanos hemos tratado de explicar nuestro mundo y extraer de él las leyes que lo explican.

Siempre hemos pretendido conseguir el máximo conocimiento posible, con la finalidad de poder predecir lo que sucede en nuestro entorno además de utilizar los nuevos aprendizajes adquiridos para mejorar la supervivencia.

La dimensión cognitiva hace referencia a la capacidad que tiene la especie humana para usar su intelecto y crear nuevos conceptos, modificar su entorno y progresar partiendo de ellos.

4. Emocional o afectiva

Las emociones son un aspecto de gran importancia para la adaptación de los seres humanos. De hecho, es gracias a ello que en las últimas décadas se ha ido defendiendo la idea de la inteligencia emocional.

No únicamente tener miedo ante un león es algo que garantiza la supervivencia, sino que sentirse triste en un funeral o mostrar orgullo y alegría ante un hito propio son elementos que facilitan una correcta interacción social y motivan seguir desarrollándose como personas.

Las emociones son el resultado de un estímulo, ya sea interno o externo. Mejorar esta dimensión implica adquirir un mejor autoconocimiento.

La dimensión emocional no hace únicamente referencia a la capacidad de sentir emociones, sino también de identificarlas en los demás y saber cuál es la que estamos sintiendo en un determinado momento y su causa.

5. Comunicativa o lingüística

El lenguaje es, sin lugar a dudas, la capacidad más destacable del ser humano. Gracias a ella hemos podido llegar hasta las actuales civilizaciones, y es lo que permite la difusión de nuestros conocimientos a larga distancia mediante sistemas escritos.

La dimensión comunicativa hace referencia a esta habilidad del ser humano de poder crear sistemas más o menos complejos de signos y símbolos con los cuales puede interactuar con los demás.

Y es que el lenguaje es lo que nos permite transmitir nuestras ideas, opiniones y experiencias sin necesidad de tener que representarlas físicamente. Basta con que el interlocutor conozca el mismo código que estamos utilizando y así se dará el intercambio de información.

Por sorprendente que pueda parecer, el lenguaje no únicamente permite compartir conocimiento, sino también modificar la realidad.

Dar una orden, invitar a la reflexión, explicar cómo se debe hacer algo son actos comunicativos que, a su vez, se materializan en acciones que cambian el entorno y las acciones de los demás.

6. Espiritual o trascendente

Aunque el nombre de esta dimensión pueda parecer que se limita a aspectos más de tipo religioso, lo cierto es que la palabra “espiritual” es un paraguas en el que se incluye pensamientos filosóficos tales como el de comprender el sentido de la propia existencia.

Los seres humanos, como animales con una inteligencia muy desarrollada, pretendemos entender aspectos que van más allá de lo físico, alcanzar un nivel trascendental.

Hay fenómenos que las leyes físicas no nos permiten explicar, lo cual nos puede suponer un auténtico misterio que además de frustrante nos puede resultar todavía más interesante.

Como prueba de esto, desde tiempos inmemoriales los seres humanos hemos creado religiones y supersticiones con el fin de otorgarle una explicación, quizás fantástica e irracional, a lo desconocido.

La idea de Dios, los espíritus, fantasmas y encarnaciones son solo unos cuantos ejemplos de la búsqueda del ser humano de aquello que no ve ni puede percibir físicamente.

7. Estética

La belleza es una idea abstracta y arbitraria. Pese a ello, es algo que ha adquirido una gran importancia a lo largo de la historia de la humanidad.

La cultura no únicamente ha servido para crear bienes útiles para las necesidades más primordiales de los seres humanos, también ha servido como base para crear arte, con la finalidad de ser admirado.

La visión de algo bello puede generar toda una serie de emociones y sensaciones que enriquecen la experiencia del ser humano.

La dimensión estética es claramente algo que se manifiesta no solamente en todas las culturas del globo, sino que además cada persona tiene su propia visión de la belleza.

Incluso las personas que se dicen que no se les da bien todo lo relacionado con las bellas artes han intentado hacer algo artístico en algún momento de sus vidas.

8. Ético-moral

Las personas necesitamos saber cómo comportarnos para no vivir en un mundo de incertidumbre y de anarquía que, indudablemente, llevaría a una situación de caos y en donde primaría la ley del más fuerte.

La dimensión de la ética hace referencia a la capacidad de los seres humanos para reconocer aquello que es lo más correcto, ya sea en base a unos criterios propios o en función de lo que indiquen las normas sociales.

El ser humano debe tratar de actuar garantizando el mayor bien posible para los demás.

Reconocer que los demás tienen los mismos derechos que nosotros, que la libertad de uno puede suponer el fin del de otro y que para poder vivir en paz y armonía es necesario regular nuestras conductas son aspectos dentro de esta dimensión.

Referencias bibliográficas:

  • Hernández, D (2015). Educación: una visión desde las dimensiones del ser humano y la vida. Acta Académica, 57.
  • Martínez, M. (2009) Dimensiones Básicas de un Desarrollo Humano Integral. Polis, Revista de la Universidad Bolivariana, 8(23). 119-138.

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Postgrado de Actualización de Psicopatología Clínica en la UB.

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