La fobia social es uno de los tipos de fobia por los que las personas van más a psicoterapia. Sin embargo, algunas personas no llegan a ser conscientes de que la están desarrollando y creen que es una característica más de su manera de ser, o se niegan a afrontar que tienen un problema para el que es necesario acudir a profesionales.
En este artículo veremos las maneras en las que la fobia social tiene un impacto en la calidad de vida de las personas, para que sea más fácil detectar la aparición de esta alteración psicológica y se pueda intervenir cuanto antes desde la psicoterapia. Además, de esta manera repasaremos las implicaciones de dejar que crezca en nosotros un trastorno de estas características.
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¿Cómo nos afecta la fobia social?
Este es un resumen de las diferentes maneras en las que la fobia social desgasta la calidad de vida de las personas que la desarrollan.
1. Complica el día a día por las rutinas de evitación
Las personas con fobia social adoptan sus hábitos a la evitación, en la medida de lo posible, al contacto con personas con las que no se tiene una cierta confianza. Esto pasa, por ejemplo, por intentar comprar sin salir de casa, haciendo pedidos por Internet.
2. Hace casi imposible conocer gente nueva
Las implicaciones de este efecto de la fobia social incluyen que no se es capaz de ampliar el círculo de amigos, así como conocer personas con las que iniciar una posible relación amorosa.
3. Desgasta la salud física
La fobia social no solo tiene efectos dañinos sobre la salud mental de la persona; también tiene un impacto negativo en la salud física, debido a que favorece el aislamiento social y el sedentarismo, así como la mayor exposición a adicciones o a actividades de reducción de la ansiedad que no son buenas para el cuerpo, como la realización de compulsiones, los atracones, la tricotilomanía, etc.
4. Genera un constante miedo al rechazo
Aunque la vida social de las personas con este trastorno sea muy pobre, a pesar de ello no cesa el temor a ser víctima de rechazos o de ridiculizaciones.
¿Cómo distinguirla de la timidez?
La manera más sencilla de entender la diferencia entre la fobia social y la timidez es entender que esta última es una característica de la personalidad que en algunas personas se expresa de manera consistente a lo largo de los años más o menos desde la adolescencia.
Por otro lado, como hemos visto, la fobia social tiene un muy importante componente aprendido y ligado al contexto, ya que se basa en parte en las expectativas acerca del apoyo social del que se dispone, y también puede haber sido desarrollada sobre la base de experiencias traumáticas que llevan a la persona a sentirse muy vulnerable y emocionalmente desconectada del modo en el que los demás experimentan la vida.
Las personas tímidas no tienen una probabilidad bastante alta de presentar trastornos psicológicos, mientras que la fobia social sí está asociada a presentar un riesgo alto de desarrollar esta clase de alteraciones. En concreto, estos individuos se encuentran más expuestos a la depresión, a las adicciones, al otros trastornos de ansiedad y al Trastorno Obsesivo-Compulsivo.
Finalmente, la manera en la que la timidez se expresa también difiere de la de la fobia social. En situaciones de interacción con personas desconocidas o semidesconocidas, las personas con fobia social sufren síntomas que nunca pueden ser ocultados, y que muchas veces dificultan seriamente la comunicación, como por ejemplo los problemas respiratorios, la taquicardia o los temblores, mientras que quienes son tímidos revelan esto de maneras más sutiles, como a través del rubor facial, la tendencia a evitar el contacto visual o los sudores fríos en casos en los que hay muchos nervios.
Por otro lado, la timidez se expresa fundamentalmente en momentos de interacción social, mientras que la fobia social también expresa sus síntomas cuando no hay nadie cerca. Esto es así porque quienes han desarrollado este trastorno suelen adoptar estrategias para evitar en la medida de lo posible exponerse a los demás.
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La importancia de buscar ayuda en la psicoterapia
Afortunadamente, la fobia social puede ser abordada desde la psicoterapia, que resulta eficaz para reducir sus síntomas hasta hacer que sean lo suficientemente débiles como para que la persona pueda disfrutar de una vida social plena si no entran en juego otros trastornos.
Los profesionales del Instituto de Psicología Psicode estamos formados en tratar todo tipo de trastornos de ansiedad, incluyendo la fobia social y los problemas de timidez que no llegan a constituir una alteración psicológica diagnosticable. Nos puedes encontrar en nuestros centros de Madrid y de Alicante. Para ponerte en contacto con nosotros o ver más información sobre nuestros servicios, haz clic en este enlace.
Referencias bibliográficas:
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- Torgrud, L. J., Walker, J. R., Murray, L., Cox, B. J., Chartier, M. y Kjernisted, K. D. (2004). Deficits in perceived social support associated with generalized social phobia. Cognitive Behaviour Therapy, 33(2): pp. 87 - 96.