En el ámbito de la salud mental, el cerebro es la estructura del cuerpo humano al que más tiempo y esfuerzos han dedicado los investigadores de todo el mundo durante varias décadas, llegando a crear diversos métodos de monitorización de las funciones cerebrales en tiempo real.
Gracias al conocimiento sobre el cerebro que hemos alcanzado mediante la combinación de desarrollo científico y tecnológico, hoy existen recursos como el neurofeedback, muy valioso en el tratamiento de varias alteraciones. En este artículo, en concreto, nos centraremos en explicar cómo se usa el neurofeedback en el tratamiento del insomnio.
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¿Qué es el neurofeedback?
El neurofeedback, o técnica de la neurorretroalimentación, es una forma de intervención psicoterapéutica que hace de nexo entre la psicología y la neuropsicología, ya que se basa en mantener al paciente informado en tiempo real acerca de los patrones de activación nerviosa de su cerebro.
El neurofeedback utiliza los impulsos eléctricos que emiten las neuronas cerebrales durante sus conexiones o sinapsis y las transcribe en una imagen clara de esa actividad cerebral, en el momento en el que esta se produce.
De este modo, dichos impulsos electromagnéticos emitidos por las neuronas pueden ser monitorizados, medidos y observados por el paciente que cobra conciencia de las lógicas que operan detrás de esos patrones de activación cerebral.
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¿Cómo funciona el neurofeedback?
Tal y como se ha indicado, mediante el uso de la neuroimagen podemos identificar qué tipo de señal eléctrica corresponde a cada estado psicológico, es decir, a estados alterados como los ansiosos o estresados, o calmados, por ejemplo.
Estos impulsos cerebrales se miden mediante la colocación de electrodos en el cuero cabelludo de la persona y unos clips en cada lóbulo de las orejas, que funcionarán como referencia neutra para medir la actividad del cerebro. Es, por tanto, un procedimiento indoloro y no invasivo.
Al iniciar la sesión de neurofeedback, la persona recibe una serie de contenidos visuales o auditivos como una música determinada, un sonido, una película o un videojuego que se interrumpe cada vez que la persona presenta una actividad eléctrica anormalmente intensa o variable.
Esta interrupción informa a la persona de los patrones negativos que su cerebro está teniendo y le obliga a modificarlos por otros más positivos o adaptativos, lo que se conoce como un feedback neuronal.
De esta forma, se entrena al cerebro para que cambie sus respuestas desadaptativas cada vez que se experimenta una elevada variación en los impulsos electromagnéticos de su actividad interna.
Este entrenamiento, a la larga, permitirá que la persona logre modificar su actividad cerebral por sí misma y sin necesidad de acudir de nuevo al neurofeedback, ya que esos procesos de corrección cerebral se habrán vuelto automáticos.
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El uso del neurofeedback en el tratamiento del insomnio
Los principales usos para los que fue creada la técnica del neurofeedback fueron las alteraciones psicológicas clásicas, es decir: los casos de ansiedad, la depresión, el estrés, el insomnio, el autismo, la hiperactividad, el TDAH o el dolor crónico.
No obstante, en la actualidad existen muchos otros usos y beneficios del neurofeedback para mejorar cualquier tipo de aptitudes y habilidades en una gran variedad de profesiones o actividades humanas diversas. En el caso del insomnio, el neurofeedback es utilizado sobre la premisa de que problemas como la incapacidad para conciliar el sueño al irse a la cama se debe, al menos en parte, a patrones de pensamiento que llevan al autosabotaje, y más concretamente, a mantener el estrés o la ansiedad en niveles altos (cuando debería ocurrir justo lo contrario para entrar en un estado de relajación profunda que preceda al sueño).
De este modo, el neurofeedback ofrece un contexto en el que la persona se auto-entrena para detectar a tiempo las dinámicas de gestión de pensamiento que alimentan el estrés, de modo que las interrumpa cuando se producen y pueda redirigir su atención a otros procesos mentales más compatibles con la relajación, antes de caer en la rumiación psicológica (el círculo vicioso de los pensamientos intrusivos que nos mantienen en vilo).
Así, se previene la posibilidad de que el paciente termine en un círculo vicioso de ansiedad y estrés que ocasiona el insomnio. El objetivo es que, de manera espontánea y casi sin darse cuenta, la persona detecte rápidamente las rutas de pensamiento que no le harán ningún bien al irse a dormir, para que de ese modo no contribuya a expandir e intensificar esas ideas, imágenes mentales, predicciones catastróficas, etc.
¿Quieres contar con el apoyo terapéutico del neurofeedback?
Si te interesa iniciar un tratamiento basado en el neurofeedback, ponte en contacto con nosotros; en Neuroscenter podemos ayudarte.
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