Una comprensión psicosomática del Cáncer en adultos

El cáncer es una de las patologías graves que aqueja a más personas en el mundo. Su pronóstico es muy variable y depende de factores genéticos, de salud, sociales y contextuales de diversos tipos.

Como la mayoría de las enfermedades, su origen es de naturaleza multicausal compleja y está sujeta en gran medida a los elementos antes mencionados.

Existe una larga tradición de investigación en cuanto a los elementos psicosomáticos que influyen en la aparición, características y curso de esta patología. No puede considerarse en ningún caso que sean causas únicas, pero si parte de un complejo grupo de las mismas y un factor de riesgo importante.
Veamos algunas de las características principales de tipo psicosomático que se observan en muchos pacientes de este tipo y las características que suelen atravesar las distintas situaciones. Estas se han agrupado bajo la denominación de patrón tipo C y han sido estudiadas principalmente desde un enfoque psicodinámico.

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El patrón de personalidad de tipo C

Como elemento más amplio se puede mencionar que las personas que pertenecen al patrón de Personalidad de tipo C se caracterizan por su pasividad extrema. Se trata en general de personas complacientes y que prefieren evitar los conflictos. En una dinámica social cotidiana, pueden verse como personas muy tranquilas o amables. Por lo mismo, no es extraño que en muchos casos existan problemas del ánimo encubiertos bajo las mismas características.

Como segunda característica importante mencionar que se presentan marcadas características de desamparo y desesperanza. Estos dos elementos se han llegado a relacionar, como parte de explicaciones multicausales, con el surgimiento de melanomas. Las reacciones de desamparo frente al estrés tienen un importante valor predictivo en esta enfermedad.

Por otra parte, en este patrón también es de particular relevancia el elemento del bajo efecto negativo y estrechamente relacionado con el mismo, la inexpresividad emocional. Los pacientes de este patrón presentan una marcada inhibición a nivel de sus emociones dolorosas, en oposición a una facilidad y fluidez en la expresión de emociones positivas, como el cariño, la solidaridad, el amor, la alegría, etc.

Finalmente, es común que exista alguna pérdida de personas significativas. Esto puede ser a nivel de una pérdida concreta (principalmente de uno de los padres) o la ausencia de buena relación con los mismos y en la mayoría de los casos, ocurre durante la infancia temprana.

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Surgimiento del cáncer según el modelo de Temoshok

Ya habiendo observado las características generales del patrón C, es de interés revisar un modelo que explique los aspectos psicológicos y psicosomáticos implicados en el surgimiento del cáncer.

Según Temoshok, es de particular relevancia la manera en que las personas responden a situaciones o acontecimientos estresantes. Para lo anterior, plantea que existen tres principales factores que son relevantes en la génesis del cáncer, aunque no influyen todos en el mismo momento. Estos son el estilo de afrontamiento de tipo C, la expresión emocional y el desamparo/desesperanza, tres características antes esbozadas.

En primer lugar, es necesario enfocarnos en el modelo de afrontamiento del patrón de tipo C. Como una combinación de variables, las personas que operan desde este tipo de afrontamiento se caracterizan por la supresión de las emociones. Desde el punto de vista de la autora, esto crea las condiciones ideales para que se geste una enfermedad como el cáncer. Cree que la enfermedad en parte emerge a propósito de la negación de las propias necesidades y afectos.

Lo mencionado anteriormente se relaciona con el segundo y tercer factor mencionado por Temoshok: la expresión emocional y el desamparo/desesperanza. Ya se había definido con anterioridad que ambos elementos pertenecer al Patrón de Personalidad de Tipo C. Al ser una dificultad propia de estos pacientes, apelan al mecanismo de defensa de la racionalización para dar entendimiento a lo que les ocurre, sin poder considerar profundamente el mundo de su emocionar y necesidades afectivas.

Una vez explicado todo lo anterior, aparecen tres respuestas posibles que una persona puede tener frente a situaciones de estrés y dolor acumulado respecto a las que no ha sido capaz de enfrentarse y hacerse cargo, al encontrarse dentro del mencionado patrón. La primera y tal vez la más deseable, es que se produzca un cambio en la persona, pudiendo desarrollar mecanismos de defensa saludables y que permitan enfrentar y dar salida a los mencionados conflictos.

La segunda posibilidad es que el patrón de tipo C se vea en parte fracturado y emerja el anteriormente mencionado estado de desesperanza, que estaba desde antes pero oculto. Esta es una buena oportunidad para que el sujeto pueda asistir a terapia y exista la posibilidad de establecer una relación más armónica entre lo psicológico y lo biológico.

La tercera posibilidad, que explicaría en gran medida la aparición de un cáncer, es que el individuo sostenga esta manera de procesar sus emociones y de comportarse, generando un gran riesgo de que surja la enfermedad. Como ha podido observarse, los factores psicológicos implicados en relación a esta enfermedad son variados y de suma importancia en la emergencia y curso de la misma. Vale recalcar que en ningún caso pueden entenderse como causas únicas y principales, sino como parte de un fenómeno multicausal y sumamente complejo.