Diabetofobia (miedo a la diabetes): síntomas, causas y tratamiento

El miedo extremo a la diabetes puede llegar a dañar la salud de quien lo sufre.

Diabetofobia
Un tipo de fobia vinculado al miedo a la diabetes.Unsplash.

La diabetes se ha transformado en una auténtica epidemia en el primer mundo, junto con la obesidad. Las causas de ello ha sido la promoción de un estilo de vida sedentario, el fácil acceso a alimentación barata y la dificultad para poder desarrollar un estilo de vida saludable y activo.

Es por este motivo, y debido a que cada año se diagnostican millones de nuevos casos de diabetes mellitus, muchas personas están preocupadas por desarrollar esta enfermedad, llegando a sentir un miedo irracional a ser diabético y a todo lo que ello conlleva.

En este artículo vamos a abordar la diabetofobia, la fobia a ser diabético, además de explicar de qué se trata, cuales son sus síntomas y causas, el grado de intromisión en la vida de quienes la sufren y tratamientos utilizados.

¿Qué es la diabetofobia?

La diabetofobia es el miedo irracional a sufrir diabetes. Las personas que padecen de esta fobia específica pueden sufrir un gran nivel de ansiedad por el simple hecho de pensar en la diabetes, siendo este tipo de situaciones extremadamente intrusivas en su vida cotidiana.

La diabetes es una condición médica común, en la que el organismo no produce suficiente insulina, una hormona necesaria para convertir el azúcar en energía y así mantenerse las funciones orgánicas. Las causas de esta enfermedad pueden ser genéticas y ambientales, siendo la obesidad y tener un estilo de vida sedentario factores de riesgo.

Habitualmente, las personas que sufren diabetofobia no son diabéticas. Sin embargo, el simple hecho de manifestar algún síntoma que pueda estar relacionado con la diabetes puede desencadenar toda una serie de conductas evitativas, pensamientos ansiógenos y malestar general.

El tener familiares diabéticos puede ser un factor que desate este tipo de fobia, debido a que es real el riesgo de sufrir diabetes al haber antecedentes en la familia. Como el factor genético está presente, los diabetofóbicos pueden realizar ejercicio y control sobre la dieta de forma extrema.

Síntomas

El principal síntoma manifestado en la diabetofobia es la ansiedad. Esta puede llegar a ser tan grave que se puede llegar hasta al punto de manifestar ataques de pánico. Además, las personas diabetofóbicas pueden controlar en exceso su dieta y realizar ejercicio de forma excesiva.

Otro síntoma, común con las fobias y trastornos ansiógenos en general, es la evitación. Los diabetofóbicos suelen evitar a aquellas personas que saben que han sido diagnosticadas de diabetes, pese a que esta enfermedad no es contagiosa. Esta evitación la hacen sobre todo para evitar tener que estar pensando constantemente que están delante de una persona que tiene aquello que les da miedo.

En la diabetofobia son comunes la ansiedad elevada por el simple hecho de pensar en la diabetes, el miedo constante a desarrollar esta enfermedad, la incapacidad para hacer frente a la ansiedad, rigidez muscular, sudoración y temblores.

Afectación a la vida diaria

Las personas con diabetofobia pueden llevar a cabo algunas conductas que suponen una auténtica intromisión en su vida diaria, impidiéndoles desarrollarse como personas libres al estar atadas a hábitos que les impide desarrollar una vida plena y socialmente saludable. Es común que en este tipo de fobia se adquieran hábitos relacionados con la alimentación y el ejercicio.

El consumo de azúcar elevado durante largos períodos de tiempo es considerado un factor de riesgo para desarrollar diabetes, junto con la falta de ejercicio y tener un alto porcentaje de materia grasa en el cuerpo. Es por ello que las personas con diabetofobia pueden llegar a obsesionarse con la dieta, evitando cualquier alimento que tenga un elevado aporte de carbohidratos. Además, se pueden apuntar al gimnasio y pasarse horas en él o dedicar mucho tiempo a actividades deportivas como son correr, la natación o la calistenia.

Si bien controlar lo que uno come y tener un estilo de vida activo son pilares fundamentales para llevar una vida saludable, lo cierto es que llevarlos al extremo es seriamente contraproducente. El evitar a ultranza los carbohidratos y tener una dieta exclusivamente cetogénica puede contribuir a una falta de nutrientes y, a la larga, desarrollar problemas de salud.

Si a la falta de nutrientes le añadimos la práctica de ejercicio de forma abusiva, se puede facilitar que haya lesiones y dificultades para recuperarse tras una actividad deportiva muy demandante.

Además, una de las particularidades que pueden manifestar las personas diabetofóbicas es la de evitar a personas con diabetes. Esto puede interferir en la vida social, dado que si se conocía a alguien con esta enfermedad, ya fuera un amigo, un familiar o incluso la pareja, al reducir el contacto puede acarrear problemas en la relación.

Posibles causas de este trastorno

A día de hoy se desconoce qué es lo que causa este tipo de fobia exactamente. Al parecer, hay ciertos factores genéticos y ambientales que pueden jugar un rol determinante en la manifestación de diabetofobia. Por ejemplo, si una persona en la familia, como lo es la madre o el padre, han sentido gran preocupación por la diabetes, es posible que los hijos se preocupen de forma exagerada ante esta enfermedad.

También puede darse el caso de que la persona diabetofóbica sufriera algún tipo de trauma en la infancia relacionado con al enfermedad, como podría ser la pérdida de un familiar diabético.

Algunas personas desarrollan esta fobia cuando, al acudir al médico, éste les informa de que sus hábitos alimenticios los han llevado a una situación cercana a la diabetes. El estar tan cerca de desarrollar la enfermedad contribuye a que desarrollen hábitos extremos para evitar diabetes, como el control excesivo de la dieta.

Tratamiento

La terapia de exposición suele ser uno de los tratamientos comunes a la hora de abordar los trastornos fóbicos. Se utilizan para desensibilizar a la persona a aquello que le produce un miedo irracional. El problema que surge con la diabetofobia es que no es posible exponer a una persona a ser diabético dado el evidente problema ético que esto supone.

Sin embargo, esto no implica que sea imposible tratar mediante exposición las personas diagnosticadas de este tipo de fobia. También, y partiendo desde la terapia cognitivo-conductual, se puede ayudar a la persona a ser más consciente de su problemática. Se puede trabajar el conocimiento sobre la diabetes, el estar cerca de una persona diabética o ayudarle a tener unos hábitos de vida saludables que garantizarán una buena prevención de la diabetes.

Otra opción es, en el ámbito psiquiátrico, el uso de psicofármacos. Para las fobias es habitual utilizar ansiolíticos y antidepresivos. Los ansiolíticos ayudan a prevenir los ataques de pánico, por este motivo pueden ser de gran ayuda en personas diabetofóbicas. En cuanto a los antidepresivos, pese a que su nombre pueda indicar que están únicamente indicados para personas con depresión, lo cierto es que han sido de ayuda en la intervención y tratamiento de personas con trastornos de ansiedad.

La cafeína es una sustancia que activa y puede llevar a un estado ansioso. Una de las recomendaciones dadas por los profesionales a los pacientes con fobia, en especial diabetofobia, es reducir las bebidas con esta sustancia, como el café o el te. Así se contribuye a evitar un estado fisiológico sobreexcitado.

Algunas terapias un tanto alternativas utilizadas para mejorar la vida de las personas diabetofóbicas han sido el Mindfulness, la meditación, el yoga o la realización de actividades deportivas.

Las terapias de reducción del estrés basadas en el Midnfulness se han mostrado eficaces para tratar problemas asociados a los trastornos de la ansiedad, como es el propio estrés. La meditación también se ha mostrado útil para disminuir la activación fisiológica, junto con el yoga.

En cuanto a las actividades deportivas, se han mostrado muy útiles para las personas con diabetofobia, especialmente el ejercicio cardiovascular. El ejercicio aeróbico contribuye a liberar endorfinas, que producen bienestar emocional. No obstante, se debe ir con cuidado con el deporte, dado que uno de los síntomas que puede manifestar la persona diabetofóbica es la de tener un ritmo de vida extremadamente activo.

Referencias bibliográficas:

  • American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders: DSM-5. Washington, D.C: American Psychiatric Association.
  • Alberti, G. (2001) A desktop guide to Type 2 diabetes mellitus. European Diabetis Policy Group, 16, 716-730.

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Postgrado de Actualización de Psicopatología Clínica en la UB.

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