Todo aquel tejido extraño que nace dentro de la cavidad del cráneo es llamado tumor cerebral, aunque estos también aparecen a veces en las meninges, los nervios y en el propio cráneo. Por motivos obvios, son uno de los principales problemas de salud que afectan al sistema nervioso, dada su potencial gravedad.
En general, los tumores cerebrales son más recurrentes durante la infancia, siendo algunos tumores más usuales de ver en esta etapa del desarrollo, tales como los meduloblastomas. También existen los que se presentan principalmente en la adultez, siendo los meningiomas y schwannoma distintivos de este estadio.
A continuación repasaremos las principales características de este tipo de enfermedades, sus síntomas y los tipos de tumores cerebrales que son más frecuentes.
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Síntomas del tumor cerebral
Los síntomas son variables, dependen en gran medida del tamaño que el tumor presente, de dónde esté localizado, e incluso de la velocidad que presenta con respecto a su crecimiento.
El dolor de cabeza de manera constante sería el síntoma por excelencia en este padecimiento. Otros efectos perjudiciales serian lo siguientes: diversos trastornos cognitivos o sensoriomotores, aumento de la presión intracraneana que genera vomito, diplopía (visión doble), nacimiento de focos elipetógenos, etc.
Tipos de tumores del cerebro y clasificación
Los tumores cerebrales se pueden clasificar de las siguientes formas:
1. Primarios y secundarios
Los primarios surgen dentro del encéfalo o medula espinal, y raramente producen metástasis (extensión del tumor a otra parte del cuerpo); aunque si es probable que, a raíz de este tumor inicial, surjan nuevos al interior del propio sistema nervioso.
Los secundarios nacen fuera del sistema nervioso y se produce lo que se conoce como metástasis cerebral. Es decir, puede surgir como consecuencia de algún cáncer de mama, de pulmon, gastrointestinal, etc. Cabe destacar que este tipo de tumor es maligno e inoperable.
2. Infiltrantes y encapsulados
Los infiltrantes se distinguen por el hecho de que no existe un límite que establezca donde empiezan y donde acaban, y en los encapsulados si se logra distinguir de mejor forma qué lugar ocupa.
Por lo tanto, los primeros tienden a ser de mayor peligrosidad, ya que a medida que se extienden, tienden deteriorar el área en la que se encuentran ubicados.
3. Benignos y malignos
Existe una escala con varios grados de jerarquía, que permite saber cuándo pertenecen de un lado y cuando del otro. Los que son de grado I son los menos nocivos (aunque de igual forma son de considerable peligrosidad cuando se extirpan), y los que pertenecen a IV son los de peor pronóstico.
Por lo general, los tumores que pertenecen a la categoría I y II no generan metástasis, y la supervivencia de quienes los padecen es de generalmente varios años; mientras que los que sean III y IV si causan metástasis y el sobrevivir no va mas allá de algunos/varios meses.
El cáncer en el sistema nervioso: ejemplos
Aquí puedes ver una breve descripción de varios tipos de tumores que aparecen en el sistema nervioso.
1. Gliomas
Es el nombre que se le da a cualquier tumor que surja por una propagación considerable de neuroglias. Son de tipo maligno.
Se da generalmente por un aumento de astrocitos (generando por ende astrocitomas); en algunos casos de oligodendrocitos (produciendo como efecto oligodendrocitomas) y glioblastomas multiformes, también conocidos como gliomas grado IV.
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2. Meningiomas
Se les llama así a los tumores de origen no glial que se originan en las meninges, principalmente en el espacio subaracnoideo o en la duramadre. Regularmente son benignos y de buen pronóstico.
3. Meduloblastomas
De este modo se les llama a los tumores de tipo maligno que nacen muy comúnmente en el cerebelo de los niños debido al crecimiento de células germinales que acceden al mismo o a la parte baja del tronco encefálico. Es de mal pronóstico.
4. chawnnomas
Se le conoce de este modo a los tumores benignos que surgen a raíz de las células de Schwann (las cuales tienen como función principal producir la mielina que recubre a los axones en el Sistema Nervioso Periférico). Pueden existir tanto en nervios craneales como raquídeos.
Referencias bibliográficas:
- Antonio, P. P. (2010). Introducción a la neuropsicología. Madrid: McGraw-Hill.
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