La afasia consiste en una pérdida de la capacidad de expresión y/o recepción del lenguaje por una lesión o daño cerebral. Existen distintos tipos de afasia que afectan, en mayor o menor medida, a distintas capacidades relacionadas con la producción y la comprensión del habla, la lectura y la escritura, en función de las áreas del cerebro que se ven afectadas.
En este artículo hablaremos de las diferencias entre la afasia de Broca y la afasia de Wernicke, y veremos cuáles son sus características y síntomas.
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La afasia de Broca: definición, características y síntomas
La afasia de Broca o afasia expresiva, motora o no fluida, llamada así en honor al anatomista francés Paul Broca, que contribuyó al estudio y la comprensión de los orígenes de esta afasia, es un trastorno del lenguaje provocado por una lesión en la tercera circunvolución frontal del hemisferio izquierdo, conocida como área 44 de Brodmann o área de Broca.
El área de Broca es una región del cerebro relacionada con la producción y la expresión del lenguaje, así como de la programación de conductas verbales; es decir, se encarga de planificar los movimientos necesarios de la boca y la cara para pronunciar y articular palabras. También interviene en la gestión morfosintáctica del lenguaje y en la selección y discriminación de los sonidos adecuados (inhibiendo estímulos o sonidos irrelevantes).
Las personas que presentan este trastorno tienen grandes dificultades para articular y verbalizar palabras y expresiones, con un gran impedimento para producir oraciones gramaticalmente complejas (denominado agramatismo); en definitiva, no son capaces de formar frases con sentido (p. ej. decir “niño libro”, en vez de “el niño está leyendo un libro”).
Asimismo, el habla se vuelve improductiva y poco fluida, con escaso contenido verbal; además, el paciente tiende a cometer errores y a emplear repeticiones y muletillas al hablar. Los problemas de lectura y escritura también se vuelven evidentes, así como las dificultades para repetir frases y pronunciar palabras sueltas o frases cortas (el paciente invierte un gran esfuerzo para ello).
El área de Broca se conecta, mediante el fascículo arqueado, con otra región del cerebro implicada en la recepción del lenguaje, denominada área de Wernicke. Esta región está relacionada con otro tipo de afasia que lleva su nombre: la afasia de Wernicke, de la que hablaremos a continuación.
La afasia de Wernicke: definición, características y síntomas
La afasia de Wernicke, afasia sensorial o afasia receptiva, recibe su nombre del neurólogo alemán Carl Wernicke, quien describió esta afasia e investigó sus diferencias respecto a la afasia motora o de Broca, es un trastorno del lenguaje producido por una lesión en el tercio posterior de la circunvolución temporal superior, conocida como área 22 de Brodmann o área de Wernicke.
El área de Wernicke es una región del cerebro encargada de la comprensión y la recepción del lenguaje (oral y escrito). Abarca la zona posterior del lóbulo temporal izquierdo. Esta región se activa cuando pronunciamos palabras y cuando las escuchamos, y cuando planificamos un discurso. La función principal de esta área cerebral es identificar, procesar e interpretar las secuencias fonéticas y el significado de los sonidos.
El grado de afectación y las manifestaciones clínicas que provoca la afasia de Wernicke son variables. Algunas personas pueden desarrollar una incapacidad total para comprender discursos hablados o escritos, mientras que otras pueden llegar a conservar la habilidad para comprender una conversación o frases sueltas.
Las principales características de este trastorno neurológico son:
- Incapacidad para comprender el lenguaje, en todas sus variantes, aunque sean palabras o frases cortas.
- Fatiga para seguir una conversación cuando se alarga y dificultad para seguir el hilo, sobre todo si hay distractores (ruido ambiental, otras conversaciones, etc.)
- Producción de un lenguaje incoherente, con frases o palabras que no existen o son irrelevantes.
- Uso de parafasias fonémicas y semánticas; es decir, reemplazar letras o sílabas de una palabra por otras y sustituir un término por otro que tenga un significado similar, respectivamente.
- Interpretación literal de frases hechas, ironías o expresiones con un doble sentido (p. ej. “no tener pelos en la lengua” o “estar en las nubes”).
- Uso de neologismos (palabras nuevas o inventadas).
- Anomia: incapacidad para reconocer o recordar determinadas palabras o conceptos.
- Anosognosia: la persona no percibe que tiene un déficit de comprensión del lenguaje.
- Verborrea y jergafasia: aumento excesivo del lenguaje espontáneo y sustitución de palabras por otras ininteligibles, respectivamente.
- Dificultades en la repetición y denominación de palabras, y problemas de lectoescritura.
Diferencias entre la afasia de Broca y la afasia de Wernicke
Tanto la afasia de Broca como la afasia de Wernicke implican una alteración del lenguaje por lesiones en diversas áreas del cerebro; no obstante, las diferencias entre uno y otro trastorno.
Por un lado, una de las diferencias básicas tiene que ver con la función y la localización de las regiones del cerebro que se ven afectadas en una y otra afasia. En la de Broca, se ve afectada la capacidad de expresión del lenguaje de la persona al producirse un daño en zonas frontales, al contrario de lo que ocurre en la de Wernicke, en la que se ve afectada la capacidad de recepción del mismo, por daños en áreas del lóbulo temporal.
Por otro lado, en la afasia de Wernicke existe un déficit severo en la comprensión del habla y los pacientes no son conscientes de ello; por el contrario, en la afasia de Broca, la comprensión del lenguaje no se ve prácticamente afectada y el paciente tiene la sensación de que comprende el habla mejor de lo que sabe expresarse.
Otra diferencia notable entre la afasia de Broca y la de Wernicke tiene que ver con la fluidez del habla. Los pacientes que padecen afasia de Broca no son capaces de hablar fluidamente y, sin embargo, las personas con afasia de Wernicke sí conservan dicha fluidez verbal. Asimismo, la capacidad de repetición se ve alterada en ambas afasias, pero los problemas de denominación suelen ocurrir más en la afasia de Broca que en la de Wernicke.
En relación con la lectura y la escritura, cabe señalar que en ambos tipos de afasias estos procesos se ven alterados; sin embargo, en la afasia de Wernicke los grafismos y ciertos automatismos se suelen conservar.
Por último, en lo que respecta a la edad, se ha encontrado que los pacientes más jóvenes suelen ser más propensos a padecer afasia de Broca y los de más edad afasia de Wernicke, con una diferencia de 12 años de promedio entre ambos tipos de afasia.
Referencias bibliográficas:
- Ardila, A. (2005). Las afasias. Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.
- Vendrell, J. M. (2001). Las afasias: semiología y tipos clínicos. Revista de neurología, 32(10), 980-986.