La palabra “vacaciones” suele hacernos pensar en experiencias agradables y en los momentos de descanso, pero lo cierto es que, a la práctica, no todo el mundo sabe sacar partido de su periodo vacacional. Es más, hay incluso quien se estresa por la idea de no estar disfrutando lo suficiente de sus vacaciones.
En este artículo haremos un repaso por varias ideas clave útiles para disfrutar de las vacaciones a tu ritmo y bajo tus propios términos.
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8 ideas clave para disfrutar plenamente de tus días de vacaciones
Estas son algunas pautas que te pueden ayudar a exprimir todo el potencial de tus vacaciones y sacar partido de sus beneficios psicológicos.
1. Planifica poniendo el foco en tu vida social
Las vacaciones no solo nos permiten gozar de un mayor margen de maniobra a la hora de estar con nuestros propios pensamientos y disponer de más tiempo para nosotros mismos; también nos ayuda a estrechar lazos afectivos tanto con la familia como con los amigos.
No desaproveches este potencial y procura hacer algunos planes en común teniendo en cuenta que estos eventos deben encajar con la disponibilidad de la mayor cantidad de personas importantes para ti.
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2. Mantén un cierto control horario
Aunque estés de vacaciones, eso no significa que tu día a día deba estar totalmente desestructurado y deba obedecer siempre a la improvisación. De hecho, lo recomendable es que tengas planeado de antemano al menos los momentos “estructurales” del día dedicados a satisfacer las necesidades básicas: las comidas y las horas de sueño.
Además, estas franjas de tiempo deberían ser más o menos las mismas a lo largo de todos los días de la semana, sin demasiadas variaciones, para que de ese modo puedas alimentarte bien y no tengas problemas para dormirte.
3. Explora nuevos lugares
Independientemente de nuestra edad y la fase de la vida por la que estemos pasando, uno de los aspectos más beneficiosos psicológicamente de las vacaciones es su capacidad para hacernos desconectar de aquello que nos suele hacer pensar en elementos que nos generan estrés: la oficina de trabajo, los exámenes, los deberes, etc. Sin embargo, si durante estos días de tiempo libre apenas nos exponemos a nuevos lugares y no salimos de casa, esta sensación será parcial e incompleta, porque seguiremos estando rodeados de elementos que nos pueden recordar de un modo indirecto nuestras obligaciones y responsabilidades a medio y largo plazo.
Por eso es bueno hacer escapadas a nuevos sitios que nos ayuden a desconectar. No tiene por qué tratarse de viajes a otros países; puede ser suficiente con algo tan sencillo como ir visitando lugares que conocemos poco de nuestra comarca o provincia. Lo importante es “oxigenar” nuestro día a día con nuevos estímulos, elementos con los que no habíamos entrado en contacto antes y que por eso mismo no nos harán caer en los bucles de pensamientos intrusivos que a veces nos asaltan.
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4. Controla tu uso de redes sociales
Si dejas el “piloto automático” de tu mente a cargo de aquello a lo que le dedicarás tu tiempo, es posible que termines invirtiendo una parte enorme de tu día a día a hacer “scroll” por redes sociales, sin centrarte en nada en concreto y dejando que ese constante torrente de estímulos te distraiga… únicamente para caer en el arrepentimiento horas después, al darte cuenta de que apenas has disfrutado o retenido nada acerca de esa experiencia.
Estas plataformas digitales están diseñadas justamente para eso, para ser la fuente de entretenimiento por defecto cuando no tienes ninguna idea en particular acerca de qué hacer y tan solo te dejas llevar. Y además, para lograrlo, utilizan la información que han ido recopilando sobre ti, o sea que son especialmente hábiles en eso.
Si notas que sueles tener este problema, lo mejor que puedes hacer es fijarte límites de tiempo muy claros acerca de cómo y hasta cuándo puedes usar herramientas como Facebook o Instagram.
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5. No te obsesiones con las comparaciones
Recuerda que sobre el concepto de “vacaciones” se ha erigido una poderosa industria del turismo que en ocasiones se esmera en hacer creer a la población que estas equivalen a viajes caros.
Trata de no dejarte arrastrar por esa presión social surgida a través de campañas de marketing: céntrate en descubrir a qué te gustaría dedicar tus vacaciones con los recursos y el tiempo del que dispones. La mejor manera de planificar ese tiempo la sabes tú y nadie más.
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6. No renuncies a tus proyectos
Es bueno que a pesar de contar con días libres dediques una parte de estos a ir avanzando en proyectos significativos para ti. De esta manera no te limitarás a vivir únicamente en el día a día, sino que irás acumulando progresos y viendo de qué eres capaz cuando tu trabajo habitual no te limita tanto.
7. Aprovecha para adoptar una perspectiva global ante tu vida
Las vacaciones son también una oportunidad para dar un paso atrás y reorientar la propia vida desde una perspectiva estratégica. Si en las semanas de trabajo es fácil que quedemos atrapados en ese ciclo de atención a las tareas urgentes y descanso durante las horas de ocio, durante el periodo vacacional podemos ir más allá y replantearnos cuáles son nuestras prioridades e intereses.
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8. Recuerda que cuidar de tu salud mental no es perder el tiempo
Si por algún motivo sientes que necesitas asistir a psicoterapia, no asumas que eso implica tirar por la borda tus vacaciones. Además de que este proceso tan solo ocupará un tiempo relativamente reducido de tu semana, es una inversión en tu bienestar y tu salud mental, algo básico para disfrutar no solo de tu tiempo libre sino de la vida en general.
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