La anorexia es entendida en la cultura popular como sinónimo de extrema delgadez. En parte, esto es cierto, implica alcanzar unos índices de masa corporal sumamente bajos causados por no ingerir la suficiente cantidad de comida ni nutrientes.
Esta delgadez puede ser causada por la restricción voluntaria de la persona, quien deja de consumir comida preocupada por engordar y con el temor patológico de subir de peso, creencias características de la anorexia nerviosa, un trastorno mental.
No obstante, en algunos casos hay anorexia sin necesidad de haber anorexia nerviosa. Entendida como extrema delgadez simplemente, la anorexia puede ser causada por una condición médica que afecta en el apetito y la absorción de nutrientes.
A continuación vamos a ver en qué se diferencian la anorexia, un síntoma, y la anorexia nerviosa, el trastorno de la conducta alimentaria.
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Principales diferencias entre la anorexia nerviosa y la anorexia como síntoma
En el lenguaje popular, anorexia y anorexia nerviosa son dos términos usados como sinónimos y de forma indistinta. En la mayoría de los casos, se usan para referirse a lo que los psicólogos clínicos denominan anorexia nerviosa, un trastorno de la conducta alimentaria cuyo síntoma principal es un miedo patológico a engordar, combinado con una distorsión significativa de la imagen corporal.
Pero aunque usados como sinónimos, los cierto es que se pueden destacar ciertas diferencias entre lo que es la anorexia a secas y la anorexia nerviosa. Si bien ambas están fuertemente relacionadas, lo cierto es que podemos destacar ciertos matices entre la anorexia orgánica, condición en la que se da extrema delgadez causada por problemas en la absorción de nutrientes o pérdida de apetito, y la anorexia nerviosa, de origen psicológico en el que la paciente restringe de forma voluntaria su ingesta de comida.
Antes de destacar sus principales diferencias, cabe destacar un punto importante. Aquí, para ayudar a comprender las diferencias entre anorexia y anorexia nerviosa, vamos a referirnos a la primera como “orgánica” o “física” en el sentido de que nos referimos al síntoma, a la condición médica en el que una persona llega a la extrema delgadez, al margen de si hay o no un miedo patológico a engordar. En la anorexia nerviosa propiamente dicha siempre hay algún problema relacionado con la percepción de la imagen corporal o temor a ganar peso, aspectos claramente psicológicos.
A continuación destacamos en qué aspectos se diferencian la anorexia y la anorexia nerviosa:
1. Causas
La anorexia orgánica, entendida como síntoma, puede deberse a varios factores. Esta condición médica es mayormente conocida como síntoma de la anorexia nerviosa, un trastorno de la conducta alimentaria que, como hemos comentado, su síntoma principal es el miedo patológico a engordar. En este caso en concreto, la persona teme a engordar, por lo que restringe de forma voluntaria la ingesta de comida y, como consecuencia de ello, va perdiendo progresivamente peso hasta alcanzar la extrema delgadez, con IMC (índice de masa corporal) no superiores a 18.
La anorexia nerviosa no es la única condición psicológica que da origen a la anorexia como síntoma. Hay otros trastornos mentales que afectan sobre la conducta alimentaria y apetito del paciente. Los ejemplos más conocidos de ellos los tenemos en la depresión y la ansiedad, problemas psicológicos en los que algunos pacientes llegan a perder por completo el apetito, lo cual hace que se acabe perdiendo peso. Aquí no hay un problema con la percepción corporal, pero sí que hay un problema psicológico que afecta a los hábitos alimenticios del paciente y pierde peso como consecuencia de ellos.
La anorexia orgánica también puede ser causada por el consumo de ciertos fármacos. Algunos medicamentos tienen como efecto secundario una pérdida significativa del peso como consecuencia de perder el apetito, siendo el caso de los antidepresivos y analgésicos. La extrema delgadez puede ser también un síntoma de ciertas enfermedades graves, como el cáncer de tiroides, el cáncer gástrico o la insuficiencia cardíaca.
La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria, en el cual el paciente lleva a cabo una restricción voluntaria e intensa de la ingesta de comida por el temor patológico de subir de peso. Se ve a sí misma distorsionada y sobreestima su tamaño corporal. Las personas que padecen esta psicopatología ingieren poca comida, buscan métodos para compensar las calorías que han consumido. Algunas de las formas más comunes para contrarrestar lo que han tomado es usar diuréticos y laxantes, hacer ejercicio físico de forma compulsiva y provocar vómitos.
La anorexia nerviosa tiene un origen psicológico asociado a problemas tales como traumas en la infancia, imitación de comportamientos patológicos de los demás con la comida, creencias irracionales sobre el tamaño corporal y la belleza o distorsión de la imagen corporal. En este caso, la persona está extremadamente delgada por llevar una restricción de la alimentación, no vinculada a ninguna enfermedad médica, sino con la finalidad de no ganar peso o deshacerse del que cree tener de más.
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2. Población afectada
Otra diferencia entre anorexia orgánica y anorexia nerviosa tiene que ver con la población que lo padece. La anorexia orgánica puede darse en cualquier persona, pues las causas de esta condición médica son muy variadas y poco específicas.
Cierto que puede ser un síntoma de la propia anorexia nerviosa, pero también se da en personas con problemas médicos sin preocupación por su silueta corporal. Toda persona que tenga un problema gastrointestinal, enfermedad oncológica o condición médica en la que se vea alterado el apetito y la absorción de nutrientes puede llegar a la extrema delgadez.
En el caso de la anorexia nerviosa sí es posible hablar de un tipo de población concreto. Este trastorno de la conducta alimentaria afecta sobre todo a mujeres jóvenes, mayormente de raza blanca, que se encuentran en la pubertad. No es común en mujeres latinas y negras ni tampoco de mayor edad, aunque puede darse. El principal motivo de esto es que en las sociedades occidentales ha calado la idea de que la mujer bella es aquella que está muy delgada, un canon de belleza que ha provocado que muchas chicas hayan interiorizado la idea de que si tienen sobrepeso no son atractivas ni válidas socialmente.
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3. Comportamientos asociados
La anorexia orgánica y la nerviosa se pueden diferenciar en lo comportamental. En el caso de la anorexia se da una pérdida de apetito, provocada mayormente por problemas corporales orgánicos (p. ej., dolor de barriga, absorción deficiente de nutrientes,...). En este caso, la persona no tiene por qué está preocupada por engordar, simplemente se da una pérdida del apetito que puede que le lleve a comer menos o le resulte incómodo ingerir las 1200 a 2000 calorías que se recomienda para una persona adulta.
En el caso de la anorexia nerviosa, se come menos de forma consciente y voluntaria. La restricción en la ingesta de comida adquiere características propias de una fobia, pues la persona puede llegar a tenerle miedo a la comida y lo que ella cree que implica para su organismo. Esto se puede observar en conductas tales como no comer con su familia, esconder comida para fingir que se la ha comido y tirarla a la basura, evita tener comida en casa, bebe agua compulsivamente…
Otras conductas asociadas con la anorexia nerviosa son provocarse el vómito y tomar diuréticos y laxantes para eliminar la comida ingerida. Además, el paciente puede realizar ejercicio de forma compulsiva, no porque quiera estar sano o le guste la actividad física, sino para quemar la más mínima caloría que ha ingerido. Las personas con anorexia nerviosa son capaces de caminar miles de pasos diarios, hacer sentadillas mientras esperan el bus o andar de pie por horas para evitar el reposo y, con él, el tan temido incremento de peso.
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4. Percepción sobre el cuerpo
En el caso de la anorexia orgánica, cuando es causada por una condición médica, la persona no tiene por qué tener un excesivo temor por tener sobrepeso u obesidad. Es más, puede ocurrir justo lo contrario a la anorexia nerviosa: tener ganas de engordar.
La pérdida excesiva de peso por problema médico es algo que el paciente puede vivir con absoluta preocupación, deseando recuperar el peso perdido y alcanzar un IMC saludable. Su restricción de calorías se debe a un problema médico, no a una visión distorsionada de su silueta corporal y la intención voluntaria de querer estar delgado.
En el caso de la anorexia nerviosa, la persona percibe su tamaño corporal mayor del que realmente es, es decir, se ve gorda o como mínimo con sobrepeso, a pesar de que la báscula y otras formas de medir su peso y tamaño corporal digan justo lo contrario, que presenta un peligroso infrapeso. En la anorexia nerviosa está presente una fuerte alteración de la imagen corporal y temor a engordar. Bajo estas circunstancias, la persona restringe el consumo de comida con el objetivo principal y voluntario de bajar de peso.