Por lo general, las vacaciones son un período de descanso y bienestar; y algo similar ocurre con los días puntuales en los que, por razones culturales y vinculadas a la tradición, se celebra algo y realizamos actividades especiales durante el tiempo libre.
Sin embargo, para las personas que han desarrollado una adicción, pasar por estos momentos del año supone afrontar un mayor riesgo de recaída, y ello supone un reto. Veamos por qué.
¿Por qué es más fácil recaer en la adicción en las épocas festivas?
Las recaídas se producen cuando la persona vuelve a realizar la conducta a la que era adicto (en el caso de la adicción a las compras, la ludopatía o la adicción al sexo) o bien vuelve a consumir la sustancia que le provocaba dicha adicción (como puede ser la adicción al alcohol, a las drogas o a los fármacos).
Este es un resumen de las principales causas de recaída en adicciones que se producen durante las épocas festivas.
1. Presión social
La presión social a la que son expuestas algunas personas en períodos vacacionales o en las festividades puede desenadenar dinámicas que las empujen a volver a consumir sustancias o bien a llevar a cabo aquellas actividades a las que eran adictas.
Por ejemplo, durante las épocas festivas se acostumbra a organizar cenas con bebidas alcohólicas, se brinda, se normaliza un cierto nivel de excesos con el alcohol, etc.
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2. Estrés de los preparativos
El estrés que produce tener que prepararse para el encuentro también es causante de un gran malestar en la persona y de un desequilibrio tal en su salud mental que pueden producirse recaídas inesperadas.
Son muchas las fuentes de estrés a las que se ven expuestas las personas en épocas festivas, entre las más habituales podemos destacar los preparativos para cualquier cena o celebración, comprar la comida, limpiar la casa o hacer las compras navideñas.
3. Frustración al comparar los propios planes con los del resto
La frustración que genera compararse con el resto de familias en las que aparentemente no hay personas adictas y pueden disfrutar de vacaciones y fiestas aparentemente "perfectas" también puede provocar una gran afectación en la salud mental de alguien que haya podido sufrir una adicción.
Es por eso que resulta tan importante contar con el apoyo de los familiares y seres queridos en momentos de celebración, para que la persona no se sienta con el ánimo bajo.
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4. Mayor exposición a contenidos publicitarios (en las fechas navideñas)
La exposición a una gran cantidad de anuncios de bebidas alcohólicas y otro tipo de productos y servicios, sobre todo en Navidad, también puede precipitar la aparición de una recaída.
Esta exposición mediática también puede funcionar como un agente de presión añadida para que una persona consuma alcohol, tabaco u otras sustancias.
5. Tensiones y conflictos familiares
La ansiedad que genera el tener que reunirnos con familiares que hace tiempo que no vemos también es una de las principales causas que pueden desencadenar una recaída a determinadas adicciones.
Muchas personas desarrollan comportamientos adictivos para superar sus problemas de ansiedad, es por eso que cuando los niveles de ansiedad vuelven a ser altos es posible que se vuelva a realizar la conducta adictiva. En las familias en las que existen diversos conflictos habituales y los ánimos están caldeados también pueden producirse recaídas por parte de personas que han tenido cualquier tipo de adicción.
De este modo, es importante mantener un ambiente relajado y evitar todo tipo de discusiones para no alterar a nadie que pueda estar pasándolo mal.
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6. Reencuentro con círculos sociales nocivos
Durante los procesos de desintoxicación y rehabilitación se recomienda cortar con el entorno social en el que se producía el consumo de sustancias. En este sentido, en épocas en las que la persona está más desocupada y puede dejar de seguir sus rutinas cotidianas, retoma ciertas costumbres por una falta de preparación de gestión del tiempo, y puede volver a interactuar en esos círculos sociales que predisponen a la adicción. En estas situaciones pueden producirse recaídas.
8. Pérdida del horario habitual e indecisión sobre qué hacer
Los horarios claros y la disciplina diaria en la realización de rutinas son esenciales para no recaer en la adicción; sin embargo, durante los períodos vacacionales o los estivos cuesta más tener referencias sobre qué hacer, a no ser que hayamos trazado un plan de antemano.
Al perder los horarios habituales, es posible que algunas personas tengan mayor predisposición a recaer en su adicción, ya que el malestar que produce el no saber a qué dedicar su tiempo hace que vean el consumo de drogas y el resto de conductas asociadas a la dependencia como una manera fácil de sentir que están haciendo algo relevante y capaz de centrar la atención en una tarea concreta.
Llaurant La Llum Residencial
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9. Abandono del tratamiento
Por último, una de las causas que pueden precipitar una recaída es el abandono del tratamiento de desintoxicación y rehabilitación en cualquier trastorno adictivo, algo que a menudo ocurre durante los periodos en los que hay vacaciones vinculadas a una época en la que hay varios días festivos. Es decir, se utiliza esta “ruptura” con lo cotidiano como una especie de excusa autoimpuesta para dejar de ir a terapia, algo que expone a la persona a un mayor riesgo de recaídas.
Es importante tener en cuenta este fenómeno, ya que durante las vacaciones tanto veraniegas como de navidad, es cuando más recaídas se producen, según las estadísticas.