La adicción a las compras es un trastorno que se da en exclusiva en la sociedad occidental. Nuestro modo de vida, basado en un consumismo constante y en unos patrones de vida que nos hacen creer que, si no poseemos, no somos felices, tiene mucho que ver en la formación de este trastorno que, si no se trata, puede llegar a ser un problema para la persona que lo sufre.
A continuación, te proponemos una serie de consejos que puedes aplicar a tu vida para combatir y superar la adicción a las compras.
Adicción a las compras compulsivas: qué es y cómo se trata
Este trastorno se basa en unos deseos incontrolables de comprar cosas que, en general, no son necesarias para la vida de la persona: joyas, ropa de marca, electrodomésticos no básicos, complementos, etc. La persona afectada se siente incapaz de controlar estos impulsos, puesto que le generan placer y disminuyen momentáneamente la ansiedad y el malestar. Esta “recompensa” a corto plazo hace que las compulsiones sean repetitivas.
A pesar de que se conoce al trastorno como “adicción”, los psicólogos no lo clasifican dentro de las adicciones. Las compras “adictivas” están relacionadas con los trastornos de control de los impulsos, como por ejemplo el trastorno obsesivo-compulsivo. Este tipo de trastornos sigue el mismo patrón: primero, la persona afectada realiza la compulsión para mitigar la tensión y la ansiedad. Luego, una vez realizada la compulsión, siente un alivio momentáneo, que desaparece al cabo de un tiempo. Entonces pueden volver a aparecer los síntomas de ansiedad previos al acto compulsivo, lo que lleva a la persona a repetirlo una y otra vez.
Es bastante habitual que estas personas tengan sentimientos de culpa tras la realización de la compulsión, lo que refuerza la ansiedad y establece un círculo vicioso muy nocivo para la vida de la persona afectada. Esta siente que no tiene ningún control sobre sus actos, lo que disminuye el concepto que tiene de sí misma y puede afectar enormemente en su autoestima.
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Consejos para superar la adicción a las compras
Los consejos que te ofrecemos a continuación para superar la adicción a las compras deben realizarse en combinación con un proceso terapéutico y siempre que sean compatibles con el tratamiento, no por cuenta propia.
1. Las listas de compra ayudan
Fijarse unos objetivos específicos para comprar es de gran ayuda a la hora de evitar compras desordenadas. Así, antes de salir de casa asegúrate de llevar contigo una lista de los elementos absolutamente necesarios que necesitas comprar, e intenta ceñirte a ellos en la medida de lo posible.
2. Modera el contacto con las redes sociales
Las redes sociales son un gran escaparate donde la gente expone su vida, incluido lo que compra. Es por ello por lo que son un elemento “peligroso” en el caso de que tengas compulsión por comprar.
Además, las empresas que venden a través de internet cada vez tienen más recursos para saber nuestros gustos, por lo que un simple “click” en una página puede dar muchas pistas sobre lo que deseamos. Para una persona con adicción a las compras, esto puede resultar altamente nocivo, puesto que representa una tentación continua. Intenta limitar, por tanto, las horas que pasas conectado a la red.
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3. Escoge tiendas más “cercanas”
Por “cercanas” nos referimos a las típicas tiendas de barrio, que utilizan un marketing mucho menos agresivo a la hora de ofrecer sus productos. En el caso que acudas a un centro comercial, por ejemplo, te será mucho más difícil resistirte, ya que este tipo de establecimientos son una llamada constante al consumismo. Si sufres de adicción a las compras, te recomendamos que evites este tipo de centros, así como las grandes avenidas comerciales.
4. No vayas de compras sin haber comido antes; tampoco si te sientes muy triste
Si vas a comprar con sensación de hambre, serás más susceptible de caer en la compra compulsiva. Al menos, así lo demuestran varios estudios, por lo que es mejor que vayas a las tiendas después de las principales comidas del día.
Otro de los peores momentos para acudir a una tienda es cuando nos sentimos tristes o agobiados. En estas circunstancias, somos mucho más vulnerables a caer en la compulsión, así que evita salir a comprar en momentos de “bajón” emocional.
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5. Intenta llevar una vida lo más saludable posible
Como cualquier otro trastorno compulsivo, la adicción a las compras está relacionada con altos niveles de estrés y ansiedad. Intenta llevar una vida sana: come alimentos saludables y nutritivos, sigue unos horarios de comidas y sueño y duerme las horas necesarias para darle a tu cuerpo y a tu mente el descanso que necesita.
El deporte es también un recurso muy bueno para bajar los niveles de ansiedad. La liberación de endorfinas durante el deporte intenso ayuda a relajar tus músculos y anular las emociones negativas. También pueden ayudarte mucho las técnicas de relajación, como la respiración diafragmática o ejercicios como el yoga y la meditación.
6. Habla con los demás de tu trastorno
Está demostrado que quedarse las cosas para uno mismo tiene efectos nocivos en nuestra salud mental. El ser humano necesita expresar lo que le duele y le preocupa; eso sí, procura que sea con las personas adecuadas. No todas las personas de tu entorno están capacitadas para comprender lo que sientes, por lo que habla con personas con las que tengas una confianza real y con las que te sientas cómodo para expresarte.
Por supuesto, esto no es obligatorio y tienes todo el derecho a guardarlo para ti y para tu terapeuta. Sin embargo, compartir tu experiencia con personas cercanas puede ayudarte a sentirte apoyado y querido, una experiencia muy beneficiosa para tu proceso terapéutico.
7. No te martirices si caes de nuevo en la compulsión
Recuerda que, en el caso de que caigas en la compra de un objeto no necesario, no debes centrarte en culparte por lo ocurrido y tratarte como si fueras una persona a la que desprecias. Las adicciones no pueden ser afrontadas como una señal de “debilidad” en términos morales, ni de falta de fuerza de voluntad; si son un problema, es precisamente porque nos encierran en nosotros mismos y nos exponen a situaciones en las que perdemos el control; por eso es importante ir terapia y disponer de ayuda profesional. Está claro que hay que intentar por todos los medios evitar recaer, pero si ocurre, es más importante aprender de los errores que martirizarnos.
Poco a poco y con la ayuda de tu terapeuta conseguirás reducir las compulsiones, lo que fortalecerá tu autoestima y te ayudará con el proceso terapéutico.
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