¿Cuál es el alcance del efecto placebo en la terapia psicológica online?

La mayoría de las personas ha escuchado hablar en alguna ocasión sobre el efecto placebo. En el imaginario popular este fenómeno suele relacionarse con esos remedios y/o pseudociencias sin efecto real o comprobado que nos ayudan a sentirnos mejor física o mentalmente. Sin embargo, lo cierto es que también existen placebos en el ámbito de la medicina o de la psicología que a menudo se utilizan con fines terapéuticos.

En estos casos, el efecto placebo puede convertirse en un recurso empírico para aliviar las molestias de manera rápida y eficaz para que, como paciente, puedas enfocarte en el tratamiento, así como para mejorar tu compromiso con la terapia. Sin embargo, para que esto suceda no basta con dejarse llevar por la influencia del placebo, sino que es importante que conozcas cómo funciona este fenómeno en la terapia psicológica.

¿Qué se entiende por efecto placebo en la terapia psicológica?

Para comprender el impacto que tiene el efecto placebo en la terapia psicológica es importante saber qué se entiende por efecto placebo y su distinción con el placebo.

Existen diversas definiciones para el término "placebo" pero, sin duda, una de las más acertadas es la que ofrecen los psicólogos Steve Stewart-Williams y John Podd, quienes lo conciben como “una sustancia o procedimiento que no tiene poder inherente para producir un efecto que es buscado o esperado”. Básicamente, en el ámbito de la terapia psicológica se entiende como aquellos métodos o técnicas que generan un cambio en el paciente que no proviene del efecto terapéutico de esos métodos.

Ahora bien, el efecto placebo es el impacto fisiológico y/o psicológico que atribuimos a un procedimiento determinado sin que tenga realmente poder inherente para provocar dicho efecto. Dicho en otras palabras, no es más que el efecto o la consecuencia del placebo en nuestro cuerpo y/o mente.

En el ámbito terapéutico, el efecto placebo sería toda aquella intervención psicológica con efectos inocuos que se le aplica al paciente, pero que en realidad no tiene ningún efecto real sobre los problemas que se están tratando y que, sin embargo, produce efectos beneficiosos sobre ellos. Por ejemplo, puede hablarse de efecto placebo cuando te sientes más seguro de ti mismo simplemente porque has tenido una sesión de terapia y crees que la terapia en sí misma es beneficiosa.

En este contexto, el efecto placebo no solo saca a relucir el poderoso impacto que tienen tus expectativas, creencias, pensamientos y emociones sobre tu cuerpo y, sobre todo, sobre tu mente, sino que puede convertirse en un recurso útil para acelerar tu mejoría o recuperación, ayudándote a comprometerte con la terapia.

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Y en la terapia online, ¿cómo funciona el efecto placebo?

Las bases sobre las que se sustenta el efecto placebo son las mismas en la terapia online que en la presencial. Todo comienza con un placebo inocuo que, en el caso de la terapia psicológica, suele ser una técnica o un procedimiento terapéutico que el profesional de la psicología utiliza para generar un cambio en el paciente. Por lo general, se trata de un proceso intencionado que se realiza con el objetivo de conseguir que la persona se sienta mejor pero, en ocasiones, también puede generarse un efecto placebo no intencionado que ocurre sin la intervención directa del terapeuta.

En cualquier caso, el placebo es solo la mitad de la ecuación, la otra mitad corresponde a la subjetividad del paciente. Esto significa que, para que se produzca un efecto placebo, la persona tiene que estar condicionada al resultado que se espera. Es precisamente este condicionamiento el que es capaz de activar en tu cerebro los mismos circuitos neuronales que se activarían si la técnica tuviese un efecto terapéutico real. Así lo corroboró un estudio realizado en la Universidad Médica de Turín, en el que expusieron a 229 personas a un medicamento placebo con supuesto efecto analgésico. Los neuropsicólogos encontraron que la expectativa de calmar el dolor en estas personas redujo su ansiedad y estimuló la liberación natural de analgésicos, lo cual les ayudó realmente a aliviar las molestias que sentían.

Sin embargo, aunque todos somos vulnerables a dejarnos llevar por el efecto placebo, lo cierto es que este fenómeno cobra más fuerza en unas personas que en otras. Esto se debe a que existen algunos factores que influyen en la manera en la que nos enfrentamos a los placebos:

1. Las expectativas

Tus expectativas desempeñan un papel fundamental en la eficacia del placebo. Básicamente, cuanto más seguro y convencido estés de que esa técnica o terapia funcionará, mayor será tu condicionamiento y, como consecuencia, mejores resultados te ofrecerá. En estos casos, también aplica el efecto de la profecía autocumplida, según la cual las expectativas que tienen las personas que te rodean sobre dicho resultado también pueden influir en tu percepción y sugestionabilidad.

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2. Las características personológicas

¿Sabías que si eres una persona sensible serás más vulnerable al efecto placebo? Asimismo, las personas más estructuradas, a las que les gusta seguir las instrucciones al pie de la letra y las que confían con facilidad en el resto son más sugestionables con este fenómeno. De la misma manera, si eres resiliente, cederás con más facilidad ante este efecto, como reveló un estudio científico realizado en la Universidad de Michigan.

3. La experiencia

Tu experiencia es otro factor que puede influir en tu sugestionabilidad ante un placebo. Básicamente, a medida que acumulas experiencias de vida, más difícil te resulta dejarte condicionar y ceder ante un efecto placebo. Por supuesto, no solo influye la cantidad de experiencias sino la calidad de las mismas. De la misma manera, si has tenido experiencias previas positivas con el uso de los servicios psicológicos te resultará más fácil confiar en la terapia y sucumbir a un efecto placebo que si has tenido vivencias negativas.

4. Los niveles de estrés y ansiedad

¿Sabías que las personas que sufren ansiedad se sugestionan con más facilidad ante un placebo? De la misma manera, es más probable que cedas al efecto placebo si estás sometido a altos niveles de estrés. Las causas no se conocen con certeza, pero se cree que puede estar relacionado con la acción del placebo en los neurotransmisores a nivel cerebral que actúan, a su vez, reduciendo tus niveles de ansiedad y estrés.

5. La genética

Hace relativamente poco tiempo se ha descubierto que la genética también influye en tu predisposición al efecto placebo. Una investigación realizada en la Universidad de Uppsala, en Suecia, encontró que una variación del gen TPH2, el cual interviene en la regulación de la actividad de la amígdala, una estructura cerebral crucial en el procesamiento emocional, aumenta la sensibilidad de las personas ante un placebo.

Por supuesto, la relación que se establece entre el psicólogo y el paciente también resulta fundamental en la respuesta al placebo. También pueden intervenir otros factores como, por ejemplo, la confianza que depositas en tu terapeuta, las características del espacio en el que te encuentres en el momento de la consulta o incluso, la actitud de tu psicólogo.

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¿Cómo puede ayudar el efecto placebo en la terapia online?

Contrario a lo que muchos creen, el efecto placebo no es un método que el terapeuta utiliza para “engañar” al paciente ni una simple técnica de sugestión. Bien utilizado, el efecto placebo puede convertirse en un valioso recurso empírico para aliviar los síntomas del paciente y mejorar su compromiso con el tratamiento en la terapia online. Su uso adecuado puede contribuir a reducir tu malestar psicológico para que puedas centrarte en las técnicas y los procedimientos que te ayudarán a solucionar tus problemas y mejorar tu calidad de vida.

De hecho, el efecto placebo puede ser un buen aliado para reducir el dolor emocional en las personas, además de contribuir a reducir los niveles de ansiedad y estrés y mejorar los signos de la depresión. Un estudio realizado en la Universidad de Chile encontró que el efecto placebo también puede aliviar los síntomas de la hipocondría, a la vez que puede contribuir a reforzar la autoestima o la seguridad en uno mismo. De ahí que no solo pueda convertirse en un recurso útil en la terapia online para reforzar la adherencia terapéutica, sino también para ayudarte durante tu recuperación.

En resumen, el efecto placebo tiene que ver con la eficacia que atribuimos a un medicamento o una técnica que subjetivamente interpretamos como buena o mala para cada uno. De ahí que muchas personas se sugestionen al leer los prospectos de los medicamentos con los efectos que puedan originar. Si creemos que algo nos va a hacer bien es más probable que tenga ese efecto sobre nosotros, de ahí la importancia que tiene considerar la terapia como beneficiosa incluso antes de comenzarla.