La entrevista conductual es una técnica de indagación y recogida de información utilizada en el ámbito de la psicología clínica y el tratamiento psicológico.
Es una herramienta basada en principios científicos y necesaria de aplicar al inicio del proceso terapéutico para conocer cuáles son las situaciones y las conductas problemáticas del paciente que deben abordarse y ser modificadas.
En este artículo te explicamos en qué consiste la entrevista conductual, cuáles son sus objetivos y otros detalles de interés.
La evaluación conductual en psicología
La evaluación conductual en psicología y, particularmente, dentro de las terapias cognitivo-conductuales, es un paradigma que surgió como una alternativa a la evaluación tradicional que se basaba en fenómenos no observables y constructos abstractos, más propios del enfoque psicodinámico, que es el que ha dominado gran parte de la psicología clínica durante el siglo pasado.
El tratamiento basado en un enfoque conductual incide en la conducta observable y manifiesta como foco de la evaluación y el posterior tratamiento psicológico. Aunque no se descartan variables encubiertas, no se considera que éstas tengan una influencia directa sobre el comportamiento de la persona. Este tipo de evaluación está fundamentada, por tanto, en principios científicos y supuestos que puedan validarse por medio de la indagación y la inferencia, con métodos como la entrevista conductual y otras técnicas.
Para poder realizar una evaluación conductual se pueden utilizar distintos métodos y procedimientos, con el objetivo de detectar las conductas problema y sus parámetros (antecedentes, variables mediadoras y moderadoras, consecuentes, etc.). Una forma de reducir la contaminación y los errores durante el proceso evaluativo es emplear múltiples instrumentos de evaluación y fuentes de información (compañeros de trabajo, familiares, amigos, etc.).
Entre los instrumentos de evaluación más empleados están: la observación conductual, la evaluación cognitivo-conductual, la evaluación psicofisiológica y la entrevista conductual, de la que hablaremos con más detalle a continuación.
Entrevista conductual: definición y objetivos
La entrevista conductual es una herramienta de evaluación diseñada para recoger información sobre las demandas del paciente y los parámetros relevantes de las situaciones y las conductas problema. Aunque tiene formato de entrevista, también puede emplearse de forma autoadministrada.
La aplicación de la entrevista conductual debe cumplir los siguientes objetivos:
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Ofrecer al paciente una explicación de lo que se va a hacer durante la entrevista, los motivos de por qué se necesita información detallada y específica sobre sus problemas, situaciones y conductas específicas.
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Identificar los parámetros de las conductas problema, así como su frecuencia, intensidad y duración (p. ej. ¿Cuántas veces ocurre?, ¿cuánto tiempo lleva ocurriendo?).
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Identificar las conductas problema y definirlas en términos conductuales, de modo objetivable y preciso (p. ej. ¿Qué ocurre exactamente en ese ámbito?, ¿qué es lo que no funciona de su trabajo?).
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Determinar los antecedentes de la ocurrencia y no ocurrencia de la conducta problema (p. ej. ¿Qué pasó antes de que sucediera?, ¿qué pensaba antes de realizar eso?).
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Determinar las consecuencias de la conducta problema (p. ej. ¿Qué ocurrió justo después?, ¿qué sintió nada más finalizar dicha conducta?).
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Identificar los recursos y las fortalezas del paciente.
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Establecer la medida de las conductas relevantes, como saber quién o cuándo se registrarán.
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Al terminar, realizar un resumen y valorar si la persona entrevistada ha entendido correctamente todo el proceso y está de acuerdo.
Fases y proceso de aplicación
Para llevar a cabo correctamente una entrevista conductual deben seguirse una serie de fases y pautas concretas. En primer lugar, debe establecerse el objetivo general de la entrevista e indagar sobre el funcionamiento actual del paciente para poder identificar la existencia de comportamientos desadaptativos e inadecuados en uno o varios contextos.
En ocasiones, en esta primera fase puede ocurrir que el entrevistador se centre demasiado en la historia del sujeto; y aunque la comprensión del origen y la génesis de los problemas puede aportar conocimiento adicional, la información realmente importante es la actual y la que el paciente proporciona en el momento presente.
Para poder valorar de forma satisfactoria todas las conductas problema, hay que procurar hacer una descripción lo más precisa posible, incluyendo siempre los parámetros de frecuencia, intensidad y duración en relación con las distintas situaciones en las que se producen, ya que esto va a facilitar la tarea del clínico durante toda la entrevista conductual, a la hora de determinar si estas conductas son un problema por ser deficitarias o por ocurrir en exceso. . Normalmente, si el paciente no tiene experiencia previa haciendo terapia cognitivo-conductual, podría tener ciertas dificultades a la hora de identificar y de responder a preguntas que implican diferenciar y distinguir entre pensamientos, estados emocionales, conductas y respuestas fisiológicas, todo ello organizado en una estructura conductual. No obstante, la labor del profesional también es educar al paciente en la discriminación de los distintos niveles de comportamiento.
Durante la entrevista conductual, es importante que el clínico ayude al paciente a operativizar los rasgos de comportamiento, actitudes y estados de ánimo; es decir, se trata de realizar descripciones concretas, que sean objetivas y precisas para poder después intervenir sobre las variables de forma eficaz.
Por último, no hay que olvidar recoger información relativa al proceso de generalización que ha tenido la conducta problema en otros ámbitos de la vida del paciente. Esto puede llevar a un análisis más exhaustivo de determinados entornos (trabajo, colegio, hogar, etc.) para intervenir en ellos. Al final de la entrevista, el clínico aportará una conceptualización del problema, detallará las estrategias de intervención a seguir, así como una estimación aproximada de la duración del tratamiento.
Un ejemplo de entrevista conductual
A continuación, se detallan algunas de las preguntas más habituales en una entrevista conductual típica:
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Describa, de forma pormenorizada, el motivo de su consulta.
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Describa lo mejor posible qué le ocurre (qué siente, qué piensa, qué le parece el problema que le trae aquí).
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Especifique la última vez que le ocurrió el problema (Qué, cómo, dónde y cuándo).
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En general, ¿con qué frecuencia le ocurre el problema? ¿Cuál es su duración? ¿Con qué intensidad ocurre (en una escala de 1 [nada] a 5 [mucho])?
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¿De qué modo considera que le afecta a su vida diaria el problema que le trae aquí?
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¿El problema ocurre en situaciones concretas? Por favor, describa cuáles (características de la situación, personas presentes, qué ocurre antes y después, etc.).
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Cuente más sobre la historia del problema, ¿cuándo empezaron esas manifestaciones?
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Especifique qué, cuándo, dónde y cómo le ocurrió la primera vez que aparecieron, y en qué circunstancias.
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Desde entonces, ¿se ha agravado el problema? ¿Se mantiene con la misma intensidad? ¿Es más intensa? ¿Menos?
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¿Ha buscado ayuda anteriormente? Si es así, con qué profesionales, qué tratamientos y en qué fechas.
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Finalmente, ¿a qué cree que se debe su problema?
Referencias bibliográficas:
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Caballo, V. E., Buela-Casal, G., & Sierra, J. C. (1996). Manual de evaluación en psicología clínica y de la salud. Siglo XXI de España Editores.
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Edelstein, B.A. y Yoman, J. (1991). La entrevista conductual. En V.E. Caballo (Comp.), Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta (pp. 751-775). Madrid: Siglo XXI
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Fernández, M. Á. R., García, M. I. D., & Crespo, A. V. (2012). Manual de técnicas de intervención cognitivo conductuales. Desclée de Brouwer.
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