Es muy probable que tú mismo/a te estés enfrentando a la preparación de unas oposiciones o conozcas a alguien que lo esté haciendo. Por ello, sabrás que el estudio de estas pruebas suele conllevar mucho estrés para las personas que lo llevan a cabo, principalmente debido a la larga duración de preparación que suelen tener estos exámenes, el extenso contenido a estudiar y la incertidumbre de, incluso obteniendo buenas notas, no conseguir obtener la plaza o la calificación esperada o necesaria.
La objetividad de estas pruebas o si realmente son un buen sistema de selección es un debate prácticamente infinito. La realidad es que, a día de hoy, las oposiciones son el conjunto de pruebas y exámenes al que debe enfrentarse cualquier persona que quiera desempeñar un cargo o puesto de trabajo público en nuestro país.
La competitividad, complejidad y poco conocimiento de estas pruebas puede hacer que muchas personas sientan demasiado estrés o respeto por ellas y decidan no llevarlas a cabo. En este artículo, vamos a hacer un repaso conceptual del estrés y su relación con las oposiciones, entendiendo de qué formas suele aparecer. El objetivo principal de este texto es proporcionar algunos consejos y estrategias para gestionar el estrés que puede aparecer preparando unas oposiciones.
El estrés de opositar
Tal y como venimos comentando, las oposiciones son un desafío muy significativo en la vida de quienes se embarcan en estas complejas pruebas. Es importante que cada persona es diferente y las oposiciones varían en función del sector o del tipo de puesto para el que se desarrollan. A continuación, vamos a comentar algunas de las fuentes más comunes de estrés ligado a la preparación y vivencia de unas oposiciones:
1. Presión del tiempo
Las oposiciones tienen normalmente unos plazos concretos que no suelen poderse quebrantar. Tienes el tiempo que tengas y, en caso de no poder prepararte las oposiciones de forma adecuada, tendrás que esperar a la siguiente convocatoria, que en algunos casos puede ser en años. La sensación de que cada minuto cuenta aumenta el estrés de forma exponencial cuanto más se acerca la fecha de examinación.
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2. Volumen de materiales de estudio
La cantidad de contenido que se debe dominar para las oposiciones a menudo es abrumadora. Por ello, es común experimentar la sensación de nunca estar del todo preparado/a, aumentando así la ansiedad por no ser igual de bueno que las demás personas o de no conseguir la calificación adecuada.
3. Competitividad
En relación a lo que acabamos de comentar, las oposiciones están constantemente influenciadas por otras personas, ya sea lo mucho que han estudiado, la cantidad de veces que ya se han presentado a estos exámenes o la experiencia que tengan. Esta competitividad lleva a dudar constantemente de tus habilidades y a aumentar tu estrés.
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4. Miedo al fracaso
Siempre que nos enfrentamos a un examen o prueba seleccionadora como estas, existe el miedo a no tener la calificación necesaria o esperada. Esto puede ser muy agobiante y contribuir al ciclo del estrés que venimos comentando.
5. Aislamiento social
Es muy común que las personas que se preparan unas oposiciones tengan que dejar de lado su vida social y de ocio durante la preparación de estos exámenes, llevándolos a sentir que se pierden muchas cosas de su entorno o que se aíslan cada vez más.
Cómo afrontar el estrés
Tal y cómo se expone desde el principio de este artículo, el objetivo del mismo es ofrecer algunas estrategias para gestionar y afrontar el estrés en opositores. A continuación y a modo de conclusión, te presentamos algunas estrategias clave que pueden marcar la diferencia en tu oposición y en tu gestión del estrés:
1. Planificación efectiva
Al estudiar unas oposiciones, es muy importante mantener un orden y una planificación cerrada desde el primer momento. Divide tu tiempo de estudio en segmentos manejables y establece un cronograma realista. La planificación cuidadora te permitirá abordar el material de estudio de forma sistemática sin sentirte excesivamente abrumado/a.
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2. Estudio enfocado
En lugar de estudiar de manera pasiva durante horas, adopta técnicas de estudio activas, como la elaboración de resúmenes, la resolución de ejercicios prácticos y la enseñanza del material a otros. Esto mejorará la retención y comprensión.
3. Descanso y autocuidado
Es importante que no descuides tu salud física y mental. Duerme las horas suficientes, come de forma equilibrada e intenta encontrar también momentos para el ejercicio y las actividades de autocuidado que te hagan sentir bien. El estrés se reduce cuando tu cuerpo y tu mente están en óptimas y equilibradas condiciones.
4. Gestión del tiempo
Aprende a gestionar y administrar el tiempo que tienes de forma eficiente. Utiliza herramientas como listas de tareas pendientes, aplicaciones de gestión del tiempo o la técnica de estudio Pomodoro para mantener la concentración y productividad.
5. Meditación y mindfulness
Puede ser buena idea que practiques técnicas de relajación como la meditación o el mindfulness en momentos de elevado estrés para ayudarse a reducir la ansiedad y calmar tu mente. Estas técnicas, principalmente, tienen la intención de que fijes tu atención en el momento presente y, mediante autoafirmaciones, busques la estabilidad en momentos de crisis.
6. Mantenimiento de metas realistas
Para conseguir que el estrés no te supere, es importante que fijes objetivos y metas realistas para el estudio de tus oposiciones. Debes establecer objetivos que sean alcanzables y evitar ser excesivamente autoexigente contigo mismo/a.
Optimo Nivel | Psicología Y Coaching Online
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Especialistas en Opositores, Desarrollo Personal, Ansiedad y Gestión Emocional
7. Apoyo profesional
Si sientes que este estrés es abrumador o persistente y no eres capaz de gestionarlo de forma autónoma, es positivo que te plantees recurrir a especialistas de la salud mental que incluso puedan estar especializados en procesos de oposición o de preparación de exámenes complejos.