El trastorno bipolar es una condición de salud mental que afecta a millones de personas en todo el mundo, caracterizándose por cambios extremos en el estado de ánimo, la energía y el comportamiento. Sin embargo, un aspecto menos conocido y comprendido de este trastorno es la psicosis, un síntoma que puede presentarse durante los episodios más graves de manía o depresión.
La psicosis implica una desconexión con la realidad y puede manifestarse a través de alucinaciones o delirios, lo que añade complejidad al diagnóstico y tratamiento del trastorno bipolar. Se estima que más de la mitad de quienes padecen esta condición experimentarán algún episodio psicótico a lo largo de su vida, lo que subraya la importancia de reconocer y abordar este síntoma.
En este artículo, exploraremos qué es la psicosis en el contexto del trastorno bipolar, cómo se presenta y cuáles son las opciones de tratamiento y apoyo disponibles.
¿Qué es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar es un trastorno mental caracterizado por alteraciones extremas en el estado de ánimo, la energía y la capacidad para llevar a cabo las actividades diarias. Las personas con este diagnóstico experimentan episodios de manía, en los que se sienten eufóricas, con mucha energía y, a menudo, con una autoestima exagerada. Estos periodos pueden alternarse con episodios de depresión, marcados por tristeza profunda, baja energía, desesperanza y pérdida de interés en actividades cotidianas.
Existen diferentes tipos de trastorno bipolar, siendo los más conocidos el tipo I y el tipo II. El trastorno bipolar tipo I se define por la presencia de al menos un episodio maníaco, que puede o no estar precedido o seguido por episodios depresivos. El tipo II se caracteriza por episodios depresivos mayores y al menos un episodio de hipomanía, una forma más leve de manía que no llega a ser tan grave ni provoca síntomas psicóticos.
El trastorno bipolar afecta a cada persona de manera diferente. Algunas pueden experimentar más episodios de manía, otras de depresión, y la intensidad y frecuencia de los síntomas pueden variar a lo largo del tiempo. Reconocer estas fluctuaciones es clave para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
¿Qué es la psicosis?
La psicosis es un síntoma psiquiátrico que implica una pérdida de contacto con la realidad. No se trata de una enfermedad en sí misma, sino de un estado mental en el que la persona tiene dificultades para distinguir lo que es real de lo que no lo es. Durante un episodio psicótico, pueden aparecer alucinaciones (como oír voces o ver cosas que no existen) y delirios, es decir, creencias firmes que no se corresponden con la realidad y que no son compartidas por otras personas. La psicosis puede resultar muy confusa y aterradora tanto para quien la experimenta como para su entorno.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, hasta 3 de cada 100 personas tendrán un episodio psicótico en algún momento de su vida, y cada año alrededor de 100,000 jóvenes experimentan psicosis. En el caso del trastorno bipolar, más de la mitad de las personas pueden llegar a experimentar síntomas psicóticos en algún momento. Es importante destacar que la psicosis no es exclusiva del trastorno bipolar y puede aparecer en otras condiciones, como la esquizofrenia, trastornos neurológicos o incluso situaciones médicas agudas.
Reconocer la psicosis es fundamental para buscar ayuda profesional y recibir el tratamiento adecuado, lo que puede mejorar notablemente el pronóstico y la calidad de vida.
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Psicosis en el trastorno bipolar: ¿cómo se presenta?
La psicosis en el trastorno bipolar es una manifestación que puede aparecer durante los episodios más intensos de la enfermedad, tanto en fases de manía como de depresión. No todas las personas con trastorno bipolar experimentan psicosis, pero se estima que más de la mitad lo hará en algún momento de su vida. La presencia de síntomas psicóticos suele indicar una mayor gravedad del episodio y requiere atención especializada.
Durante un episodio maníaco con psicosis, la persona puede tener delirios de grandeza, creyendo que posee habilidades extraordinarias, poderes especiales o una misión importante en el mundo. También pueden experimentar alucinaciones, como escuchar voces que refuerzan sus ideas o les dan instrucciones. Estos síntomas suelen estar en sintonía con el estado de ánimo elevado y la energía desbordante de la manía, lo que se conoce como psicosis congruente con el estado de ánimo.
En cambio, durante una depresión bipolar con psicosis, los delirios y alucinaciones suelen ser negativos y autocríticos. Por ejemplo, la persona puede estar convencida de que es culpable de algo terrible, que está siendo perseguida o vigilada, o que su situación es desesperada e irreversible. Las alucinaciones pueden incluir voces que critican o desvalorizan.
En algunos casos, los síntomas psicóticos no coinciden con el estado de ánimo, lo que se denomina psicosis incongruente. Esto puede dificultar el diagnóstico y el tratamiento, ya que los síntomas pueden parecerse a los de otros trastornos, como la esquizofrenia. Reconocer la psicosis en el trastorno bipolar es fundamental, ya que su aparición suele requerir ajustes en el tratamiento y un seguimiento más estrecho para proteger la seguridad y el bienestar de la persona afectada.
Tipos de síntomas psicóticos
Los síntomas psicóticos en el trastorno bipolar pueden variar en intensidad y forma, pero suelen agruparse en tres categorías principales: alucinaciones, delirios y desorganización del pensamiento o del habla.
1. Alucinaciones
Son percepciones sensoriales sin un estímulo real. Las más comunes en el trastorno bipolar son las auditivas, como escuchar voces que pueden ser amistosas, críticas o incluso dar órdenes. También pueden presentarse alucinaciones visuales (ver cosas que no existen), olfativas (oler aromas inexistentes) o táctiles (sentir que algo toca la piel).
2. Delirios
Se trata de creencias falsas que la persona sostiene firmemente, aunque no tengan base en la realidad ni sean compartidas por otros. Los delirios pueden ser de grandeza (sentirse especialmente poderoso o importante), de persecución (creer que otros quieren hacerle daño) o de culpa (sentirse responsable de tragedias imaginarias).
3. Desorganización del pensamiento o del habla
La persona puede tener dificultades para organizar sus ideas, hablar de manera incoherente o saltar de un tema a otro sin lógica aparente. Esto puede dificultar la comunicación y la comprensión por parte de quienes la rodean.
Diagnóstico diferencial: psicosis y otros trastornos
La presencia de síntomas psicóticos en una persona no siempre indica que se trata de un trastorno bipolar. Existen otros trastornos mentales y condiciones médicas que también pueden cursar con psicosis, por lo que es fundamental realizar un diagnóstico diferencial adecuado.
1. Esquizofrenia
Uno de los diagnósticos más comunes asociados a la psicosis es la esquizofrenia, un trastorno en el que los episodios psicóticos suelen ser más persistentes y no necesariamente están ligados a cambios en el estado de ánimo. En cambio, en el trastorno bipolar, la psicosis suele aparecer solo durante episodios maníacos o depresivos intensos y tiende a desaparecer cuando el estado de ánimo se estabiliza.
2. Trastorno esquizoafectivo
El trastorno esquizoafectivo es otra condición en la que se combinan síntomas de trastornos del estado de ánimo (como la depresión o la manía) con síntomas psicóticos, pero en este caso, los síntomas psicóticos pueden presentarse incluso cuando el estado de ánimo es normal.
3. Enfermedades neurológicas
Además, algunas enfermedades neurológicas como el Parkinson, el Alzheimer, o situaciones médicas agudas como un accidente cerebrovascular, pueden desencadenar episodios psicóticos. Incluso factores como el consumo de drogas o el posparto pueden provocar psicosis.
Tratamiento y recuperación
El tratamiento de la psicosis en el trastorno bipolar requiere un enfoque integral que combine medicación, apoyo psicológico y estrategias de autocuidado. El objetivo principal es estabilizar el estado de ánimo, reducir los síntomas psicóticos y prevenir recaídas, mejorando así la calidad de vida de la persona afectada.
1. Medicación
Los fármacos son la base del tratamiento. Los estabilizadores del ánimo, como el litio o el ácido valproico, ayudan a prevenir los episodios maníacos y depresivos. Los antipsicóticos, como la quetiapina o la olanzapina, son fundamentales para controlar los síntomas psicóticos, ya sean alucinaciones o delirios. En algunos casos, se pueden añadir antidepresivos, pero siempre bajo estrecha supervisión médica, ya que pueden desencadenar episodios de manía en personas con trastorno bipolar.
2. Terapia psicológica
La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser eficaz para ayudar a las personas a identificar y gestionar los pensamientos distorsionados, así como a desarrollar estrategias para afrontar el estrés y los síntomas psicóticos. La psicoeducación, tanto para la persona afectada como para su familia, es clave para entender la enfermedad, reconocer señales de alerta y saber cuándo buscar ayuda.
3. Apoyo social y autocuidado
Contar con una red de apoyo, ya sea familia, amigos o grupos de apoyo, puede marcar una gran diferencia en la recuperación. Mantener rutinas saludables, dormir bien, evitar el consumo de sustancias y aprender a identificar los factores desencadenantes son pasos fundamentales.
Conclusiones
La psicosis en el trastorno bipolar es un reto, pero con diagnóstico, tratamiento y apoyo adecuados, es posible recuperar la estabilidad y mejorar la calidad de vida. Informarse, buscar ayuda profesional y apoyarse en la comunidad son pasos fundamentales para afrontar la enfermedad con esperanza y fortaleza.


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