Los trastornos de alimentación forman parte de las alteraciones psicológicas de gravedad más severa.
De hecho, pueden llevar a la muerte ya sea a través del desgaste que sufre el cuerpo o por un colapso cardiaco a causa de una bajada de potasio en el organismo por los vómitos o por la relación de estos trastornos con los intentos de suicidio, relativamente frecuentes en las personas que los desarrollan.
Es por ello que, ante trastornos como la anorexia, la bulimia y similares, es importante acudir cuanto antes a terapia de la mano de profesionales cualificados. En este artículo veremos cómo se trabaja en psicoterapia para gestionar los síntomas de los trastornos de alimentación y superarlos.
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¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria?
Los conocidos como Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), también llamados trastornos de la alimentación, son alteraciones psicológicas en las que la persona que las desarrolla adopta formas patológicas de alimentarse. Dentro de esta categoría encontramos, principalmente, estos TCA.
1. Bulimia
En la bulimia nerviosa, la persona experimenta impulsos irrefrenables de llevar a cabo atracones de comida, tras los cuales realiza conductas para intentar compensar esa ingesta, como vomitar o hacer ejercicio con el que quemar al menos parte de esas calorías extra.
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2. Anorexia
Las personas con anorexia perciben que tienen un problema de sobrepeso que les obsesiona, por lo cual evitan en todo lo posible realizar las ingestas de comida que su cuerpo necesita.
3. Trastorno por atracón
Este es un trastorno de alimentación similar a la bulimia, pero con la diferencia de que tras los atracones no se llevan a cabo conductas de purga o compensación (salvo llevar a cabo una dieta más restrictiva o rígida, construyendo así el siguiente atracón).
4. Otros trastornos asociados a la obesidad
Existen otros problemas psicológicos vinculados a la alimentación, como la tendencia a comer mucho de manera regular o incluso la percepción de que se está demasiado delgado cuando realmente no es así. Sin embargo, en estos casos existe menos consenso acerca de si estos fenómenos constituyen alteraciones equiparables a los Trastornos de la Conducta Alimentaria que hemos visto hasta ahora.
El tratamiento de los trastornos de alimentación en psicoterapia
Veamos ahora las ideas clave que ayudan a entender cómo se interviene en los Trastornos de la Conducta Alimentaria desde la psicoterapia.
1. Acompañamiento del proceso terapéutico
Los psicólogos abordamos problemáticas que surgen a partir del propio hecho de ser consciente que se tiene un trastorno y de los cambios en el día a día que experimentan quienes tratan este problema. Por ejemplo, miedos e inseguridades relacionadas con el uso de psicofármacos y de nuevos alimentos y cantidades a las que es necesario adaptarse.
2. Adopción de hábitos más sanos
En psicoterapia se proponen estrategias para adoptar nuevos hábitos que hagan más fácil llevar una alimentación sana. No es cuestión de aprender a cocinar determinados platos, sino de implementar conductas que ayuden a tener una relación saludable con la alimentación en contraposición a rituales compensatorios (ponerse a correr para adelgazar, vomitar, etc.).
3. Aprender a reconocer las emociones
Muchas veces, las personas con ciertos trastornos de la alimentación intentan anular un estado emocional desagradable a través de la ingesta de comida que les apetezca. Por eso, en psicoterapia se les ayuda a ser más hábiles a la hora de identificar correctamente sus emociones y sus estados psicológicos en general, algo que permite aplicar soluciones adecuadas para esas formas de malestar, en vez de "taparlas" con comida sin tener verdaderamente hambre.
4. Aprender a reconocer patrones comportamentales
Otra de las tareas de los psicólogos es ayudar a los pacientes a entender mejor sus estilos de comportamiento en el día a día. Para ello, se les anima a elaborar autorregistros de manera habitual, y se les da las claves para aprender a detectar tendencias en los patrones de pensamiento y de conducta que van anotando y describiendo.
5. Proponerse objetivos y comprometerse con la mejoría
En psicoterapia se favorece que los pacientes se motiven para cumplir con los objetivos que les llevarán a superar su trastorno. Además, se les enseña a adoptar la predisposición adecuada para ir alcanzando metas sin desanimarse y tirar la toalla.
6. Prevención del comportamiento suicida
Los intentos de suicidio son un fenómeno mucho más habitual entre pacientes con TCA que entre el resto de la población, lo cual no significa que la mayoría de estas personas vayan a intentar quitarse la vida. Es por ello que en terapia se exploran estos temas para actuar a tiempo y proponer alternativas.
7. Prevención e intervención de otros problemas
Los trastornos de la alimentación favorecen la aparición de otros trastornos psicológicos o en muchas ocasiones son causa de ellos, como por ejemplo los traumas, la depresión, las adicciones o la ansiedad generalizada.
Es por ello que además de prevenir la aparición de estos, mejorando la salud mental del paciente interviniendo en su Trastorno de la Conducta Alimentaria, los psicólogos debemos trabajar las señales de otras posibles alteraciones comportamentales dañinas para la persona y que no tienen que ver directamente con la alimentación. Hay mucho más de lo que creemos, debajo de esa parte visible asociada a la comida, en un trastorno alimentario.
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