El Homo Sapiens, el ser humano actual, surgió en África hace unos 300.000 años y, alrededor del año 40.000 antes de nuestra era, empezó a colonizar otras latitudes, donde se encontraron, por cierto, con los Neandertales, una especie de Homo originaria de Europa que provenía del Homo Erectus, salido también de África hace unos 2 millones de años.
Si bien esto se ha aceptado con más o menos unanimidad durante décadas, unos hallazgos bastante recientes arrojan cierta luz a las fechas y proponen que el Homo Erectus, el antepasado de los Neandertales, llegó a Europa mucho antes de lo que se creía. En concreto, adelantan la salida de África de nuestros ancestros unos 200.000 años.
No solo el Homo Erectus, sino también el Homo Sapiens, la especie a la que pertenecemos, salió de África y llegó al continente europeo con anterioridad a lo calculado hasta ahora. En 2020, unos huesos descubiertos en la cueva de Bacho Kiro (Bulgaria), cuyo estudio determinó que pertenecían a la especie Sapiens, demostró la presencia de nuestros antepasados en Europa por lo menos hace 45.000 años; sin embargo, apenas dos años más tarde, se encontraron nuevos registros fósiles que sitúan la llegada del humano moderno al continente europeo 10.000 años antes.
La salida del ser humano del continente africano y su expansión por todos los continentes es un tema apasionante al que todavía cubren muchos misterios. Acompáñanos a este viaje por el periplo del género Homo, desde su África natal hasta Europa.
El Homo Erectus, el primero de los humanos en llegar a Europa
Hagamos primero de todo un breve bosquejo del linaje humano. Los primeros homínidos surgieron en África hace unos 4,5 millones de años; los ejemplares más antiguos son los del Australophitecus, cuyo testimonio más famoso son los restos de Lucy, una hembra encontrada en la década de 1970 en Etiopía que data de hace unos 3, 2 millones de años.
Los Australophitecus todavía no poseían un bipedismo completo y su volumen cerebral era bastante menor que el del ser humano moderno. Más tarde, hace unos 2,5 millones de años, surge también en África otra especie de homínidos, el Homo Habilis, llamado así por su capacidad de fabricar herramientas. Finalmente, hace aproximadamente 1,8 millones de años surgió en el continente africano el primer ser propiamente humano: el Homo Erectus, el primero en caminar totalmente erguido (de ahí su denominación).
Fue esta especie la que inició un periplo que la llevaría fuera de su África natal a colonizar otros territorios. Descendiente del Erectus encontramos el Homo Antecessor, cuyos restos principales, datados de hace unos 800.000 años, fueron hallados en Atapuerca (Burgos, España). Algunos científicos consideran al Antecessor un pre-neanderthal, puesto que el Homo Neanderthalensis, nacido en Europa hace unos 230.000 años, constituye su principal descendiente.
Y, ¿de dónde surgió el ser humano moderno? Pues también de África. Tradicionalmente, la ciencia ha considerado, en base a los vestigios disponibles, que nuestra especie apareció en el continente africano hace más de 100.000 años (lo que la convierte en una especie cronológicamente muy moderna) y penetró en Eurasia hace unos 90.000 años. Desde allí se expandió al resto del mundo; lo encontramos en Australia hace 70.000 años, y en Europa y América hace 40.000. Actualmente, es la única especie de Homo que sobrevive.
Sapiens y Neandertales: ¿convivencia pacífica?
Ya hemos comentado cómo en el año 2020 aparecieron restos óseos en una cueva búlgara que confirmaron la presencia de Homo Sapiens en Europa del este hace unos 45.000 años, lo que corrobora la teoría de que convivieron, al menos, 10.000 años en el mismo hábitat que sus parientes los Neandertales, puesto que estos no se extinguieron hasta hace aproximadamente 28.000 años.
De hecho, numerosos estudios realizados hasta la fecha afirman que, de facto, se produjo un mestizaje entre ambos, y que, además, esta hibridación no era para nada anormal, sino bastante frecuente. Volviendo a la cueva de Bacho Kiro, en Bulgaria, los científicos del CENIEH (Centro Nacional de Investigación Humana, con sede en Burgos, España), junto con otros investigadores internacionales, pudieron hallar largos fragmentos de ADN Neandertal en los restos óseos, lo que no deja lugar a dudas de que, efectivamente, ambas especies se mezclaron.
Por supuesto, esta hibridación solo pudo suceder si los Sapiens y los Neandertales coincidieron en hábitat y tiempo, lo que, según los registros arqueológicos, efectivamente sucedió. De hecho, algunos hallazgos novedosos arrojan la posibilidad de que el Homo Sapiens penetrara en Europa mucho antes de lo que se ha creído hasta ahora.
Los restos de Korolevo, Ucrania
El descubrimiento que se efectuó en la cueva de Mandrin, en la región del Ródano (Francia), ya proponía esta posibilidad, puesto que la datación concluyó que los restos encontrados databan de hace unos 54.000 años; esto es, eran nada menos que 10.000 años más antiguos que los de Bulgaria. Los restos hallados que pertenecían a Neandertales permiten afirmar también que ambas especies convivieron o se alternaron en la gruta francesa: en la capa E se encontró un diente de leche que pertenecía a un niño Sapiens, mientras que el resto de las piezas dentales encontradas correspondían a Neandertales.
Es decir, que nuestros antepasados más directos, los primeros Sapiens, llegaron a Europa mucho antes de lo que se creía. Pero todavía hay más. No solo el ser humano moderno salió de África mucho antes de lo calculado por los investigadores, sino que el Homo Erectus, la primera especie humana que emigró, también lo hizo con bastante anterioridad a lo especulado.
En verano de 2023, el arqueólogo ucraniano Román Barba, desafiando a las bombas de la guerra y dispuesto a conservar el valioso patrimonio prehistórico de la zona, llegó a la zona de Korolevo, en Ucrania. Allí se habían encontrado, en la década de 1980, unas herramientas de piedra que ahora, gracias a la revolucionaria tecnología de la datación por rayos cósmicos, se han podido datar de hace nada menos que 1,4 millones de años.
Este descubrimiento es sorprendente, puesto que los yacimientos humanos más antiguos que se conocen en Europa son los de Atapuerca, que datan de hace 1,2 millones de años. De ser verdad que el Homo Erectus dejó testimonio de su paso por la zona de Ucrania en esas fechas, ello querría decir que los científicos deberían adelantar la presencia humana en Europa unos 200.000 años.
El Homo Erectus fue el primer humano que se atrevió a salir de su continente natal africano y esparcirse por el mundo. Fue una especie verdaderamente resistente, puesto que se han hallado restos en localizaciones tan lejanas como la isla de Java, 500.000 años después de su salida de África. Los Erectus desconocían el fuego y tenían un volumen cerebral mucho menor que el nuestro, pero a pesar de sus limitaciones pudieron expandirse por todo el mundo y, además, mucho antes de lo que creemos. Su supervivencia fue realmente larga, pues los últimos ejemplares encontrados, precisamente en Java, datan de hace “solo” 100.000 años. Más o menos cuando los humanos modernos empezábamos a caminar en África.
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