Cuando te imagines a un niño malcriado, puede que te imagines a un niño en una casa llena de juguetes. Pero no son los regalos ni lo juguetes en exceso lo que provoca que un niño crezca malcriado, sino que es el comportamiento de los padres y la manera de educarlo lo que realmente va a afectar a su futura personalidad.
Para llevarse bien con un niño malcriado puede ser más fácil dejarse llevar por sus exigencias y ceder a su manipulación, pero lo único que se consigue con ésto es dejarle claro que puede conseguir lo que quiera en el momento que quiera.
Pese a que, en ocasiones, ceder al chantaje puede parecer lo más a apropiado, a la larga la persona que va a sufrir la mala educación de los padres, es el propio niño malcriado.
Si tienes un hijo, ¿cómo puedes reconocer que lo estás malcriado? A continuación se presentan los 8 errores que puedes cometer si eres padre o madre.
1. Hacer que tu hijo sea el centro del universo
Seguro que quieres lo mejor para tu hijo, pero hacer todo lo que quieran sea tu prioridad en cualquier circunstancia, le enseña que el mundo solo para él. Esto puede tener un efecto negativo en el desarrollo de tu hijo, pues éste puede no considerar las necesidades de otras personas en el futuro. Los niños deben aprender a dar y recibir, no solamente recibir. Además, deben aprender a entender que no todo en la vida se puede conseguir sin esfuerzo. Progresivamente, el niño debe ir liberándose de la actitud egocéntrica.
2. No reforzar su comportamiento positivo
Los padres ocupados pueden no notar cuando su hijo está tranquilo sin hacer nada malo. Si no refuerzas las conductas positivas de tu hijo, puede que no entienda que lo está haciendo bien. Además, esta es una muy buena manera que cobre consciencia de sus progresos hacia la conducta de una persona madura para su edad. Si muestras satisfacción cuando se comporta de un modo ejemplar, hacérselo saber también hará que le cueste más romper con esa dinámica de ser una persona de la que se espera ejemplaridad.
3. Reforzar conductas negativas
En muchas ocasiones, los padres no solo ignoran las conductas positivas, sino que refuerzan las conductas negativas. Si solo reconoces a tu hijo cuando llora, le envías el mensaje equivocado, ya que es posible que asocie que solo llorando consigue toda tu atención.
4. No poner límites a tu hijo
Si no pones normas y no se las haces cumplir a tu hijo, es posible que crezca siendo maleducado, no cooperativo e irrespetuoso. Los niños pequeños necesitan saber dónde está el límite para que no se conviertan en individuos incapaces de invadir constantemente la libertad de los demás. Parte del trabajo de los padres es enseñar valores sociales, tales como el respeto o la paciencia, y ello pasa por poner normas claras acerca de cómo deben portarse, entre otras cosas, para velar por su seguridad.
5. No hacer cumplir las normas de modo coherente
Mientras algunos padres no ponen límites al comportamiento de su hijo, otros ponen límites ambiguos o incoherentes. Por ejemplo, un padre que no le deja a su hijo jugar con la comida unos días pero a su hermano mayor sí. Si las reglas que le pones a tu hijo no son coherentes o son ambiguas, esto perjudicará a su aprendizaje de normas.
6. Hacerle regalos a tu hijo cuando no toca
Lo que le regales a tu hijo no es tan importante como el cuándo se lo regales. Por ejemplo, comprarle una bicicleta a tu hijo solamente por el hecho de estar aburrido con la que le regalaste hace dos meses puede enseñarle a no valorar las cosas que tiene.
7. Ceder a los berrinches
Ceder a los berrinches de tu hijo es una manera de reforzar las conductas negativas, y le enseña a tu hijo que puede conseguir todo lo que quiera llorando, pataleando y con constantes berrinches y salidas de tono, y no dialogando o cumpliendo con sus obligaciones.
8. Actuar como un niño malcriado
Tú eres un modelo para tu hijo, y cómo interaccionas con los miembros de tu familia es algo que puede aprender. Si te comportas de manera infantil delante de tu hijo, es muy posible que piense que esa es la manera de actuar.
Una estrategia más: aprender la importancia de la autoestima infantil
La autoestima de los niños no ha de basarse en elogiar sus méritos excesivamente y de un modo artifical. Cuando somos capaces de lograr que el niño tenga un autoconcepto positivo pero realista sobre sí mismo, es muy probable que se relacione con su entorno de un modo saludable.
- Aquí tienes un artículo del psicólogo educativo Bertrand Regader que te puede ayudar: "10 estrategias para mejorar la autoestima de tu hijo"
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