Es habitual que se hable de la importancia de la figura materna al hablar de desarrollo infantil. Sin embargo, no se puede obviar que la figura paterna también es crucial en todo el proceso. La relación que se establezca entre padre e hijo/a va a tener un impacto considerable a corto, medio y largo plazo.
Precisamente por ello, en este artículo nos centramos en explicar cómo la falta de implicación paterna durante la infancia puede tener consecuencias en las relaciones de pareja posteriores. Hablamos sobre la influencia del rol paterno en el desarrollo emocional y la construcción del apego. Por último, analizamos el peso transgeneracional.
La influencia de la implicación paterna en el desarrollo emocional
La evidencia científica señala que la calidad de la implicación de la figura paterna durante la crianza es crucial en el desarrollo emocional de las criaturas. La presencia, junto con la disponibilidad emocional, son necesarias para que los niños y niñas sientan cubierta su necesidad de seguridad emocional.
De este modo se construye un apego seguro y se integra una forma sana de vincular en la adultez. Si, por el contrario, no se dan estas condiciones durante la crianza y la implicación es pobre, suelen darse dificultades tanto en la gestión emocional como en la construcción de vínculos afectivos saludables.
La calidad de la relación que se establece con el padre afecta a los diferentes ámbitos de la vida del hijo o la hija. Este vínculo deja huella tanto en la autoestima como en la confianza en sí mismos y el desarrollo de las habilidades sociales. Además, la percepción que se tiene de esta relación puede generar creencias sobre las relaciones y, como consecuencia, una menor disposición a invertir recursos propios en ellas.
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Los efectos en los hijos de la falta de involucramiento en la crianza
Un estudio reciente, publicado en Evolutionary Psychological Science, reveló que existe una relación entre la baja implicación paterna y las relaciones sentimentales que sus hijos establecen. Más concretamente, cuanto peor era la implicación paterna, menos inversión y compromiso en las relaciones tenían sus hijos. Esto se puede percibir como una falta de interés.
Impacto en las hijas
Si bien es cierto que el estudio mencionado previamente se centró en los patrones masculinos, no podemos obviar que la pobre implicación paterna también tiene un impacto en las hijas. El vínculo que se establece con el padre sirve de modelo para relaciones futuras y es muy probable que se repitan, inconscientemente, los patrones de carencia puesto que es lo que se ha normalizado.
El rol del padre en la construcción de apego
Muchos padres lo pasan mal en los primeros meses o años de crianza porque las criaturas tienden a preferir a su madre. Puesto que han sido gestados por las madres y ellas son todo lo que conocen desde el útero (ritmo del latido corazón, voz, etc.) tienden a sentirse más seguros y regularse con más facilidad con la madre.
Sin embargo, cuando el padre desempeña bien su papel, se implica y es paciente, acaba volviéndose en una figura igual de importante que la madre. Para que esto suceda, es necesario que la figura paterna esté disponible física y emocionalmente, se implique en el día a día de las criaturas y les proporcione un entorno seguro. De esta forma, se fomenta la construcción de un apego seguro.
Sin embargo, cuando las figuras paternas no aportan protección emocional, no están disponibles, no saben leer las necesidades de sus hijos/as es cuando se fomenta el establecimiento de apegos inseguros. La negligencia y la violencia, en cualquiera de sus formas, son aspectos graves que, sin duda, contribuyen al establecimiento del apego desorganizado.
Todo esto es de máxima importancia puesto que el apego interviene a la hora de relacionarnos con el resto de personas. Las personas adultas muestran ciertas tendencias a la hora de vincularse en base a lo que aprendieron en la infancia. Así pues, la forma en que cada padre se implica con sus hijos es realmente importante tanto a nivel individual como a nivel social.
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Consecuencias intergeneracionales de la falta de implicación parental
La falta de implicación parental no es algo que afecte únicamente a la familia, a la diada o a la persona. También tiene consecuencias a nivel social. Por un lado, las dificultades a la hora de relacionarse suceden en la comunidad y pueden transmitirse de generación en generación.
Esto quiere decir que es relativamente sencillo que se perpetúen patrones de apego disfuncionales. El estudio previamente mencionado demostraba que se tiende a repetir los patrones tanto en la propia paternidad como en las relaciones de pareja.
Además, con este tipo de dinámicas de vinculación se incrementa el riesgo de establecer relaciones en las que hay abusos psicológicos y/o dependencia emocional. Por lo tanto, es necesario comprender que cambiando la forma en la que los padres se vinculan con sus hijos e hijas se puede contribuir a la creación de un mundo más seguro emocionalmente.