Los efectos del éxtasis (a corto y largo plazo)

El uso recreativo de esta droga conocida también como MDMA es frecuente, pero también peligroso.

Conciertos, discotecas, fiestas… En todas estas situaciones la mayor parte de las personas se mueven durante horas gastando grandes cantidades de energía hasta llegar en algunos casos al agotamiento. Sin embargo, algunas personas emplean diferentes drogas y sustancias con el fin de aguantar durante horas el gasto energético y a la vez provocarse sensaciones de euforia y compañerismo.

Una de las sustancias que más se emplea en este sentido es el éxtasis o MDMA. Sin embargo esta sustancia alucinógena no es inocua, sino que altera en gran medida nuestro organismo y en ocasiones de manera peligrosa para la salud y la propia vida. En este artículo os presentamos algunos de los efectos del éxtasis tanto a corto como a largo plazo.

El éxtasis o MDMA

El éxtasis o MDMA es una sustancia psicoactiva psicodisléptica (o perturbadora), un tipo de sustancias que generan modificaciones de la actividad del encéfalo y provoca alteraciones perceptivas y del estado del ánimo. Por su composición química forma parte junto a la mescalina y otras drogas del grupo de las fenilalquilaminas.

Esta sustancia (3,4-metilendioximetanfetamina) genera un estado de ánimo expansivo y eufórico, aumento de la autoconfianza y del ego, hiperactivación, alucinaciones, alteración en la percepción del tiempo y sensaciones de paz y confianza con los demás. Se acelera el corazón y la respiración, y se reduce la sensación de hambre, sed y cansancio físico. Sin embargo a la vez genera un estado de tranquilidad y relajación.

El éxtasis es uno de los tipos de alucinógeno más extendidos, siendo junto con la marihuana y la cocaína una de las drogas ilegales más consumidas. Dicho consumo se lleva a cabo generalmente de manera recreativa, si bien en ocasiones se han utilizado en diversas investigaciones e incluso se exploró hacer un uso terapéutico en los años 60. 

Sin embargo hoy en día no se considera el éxtasis como un elemento con propiedades terapéuticas probadas, de manera que únicamente es empleada como droga de uso recreativo especialmente en fiestas y discotecas.

Mecanismo de acción

El principal mecanismo de acción de esta sustancia se basa en la aceleración y aumento de la síntesis de monoaminas, afectando a la dopamina y a la serotonina

Este aumento en la síntesis y transmisión de dichos neurotransmisores explican los efectos activadores del éxtasis, así como la sensación de paz, tranquilidad, empatía y acercamiento social

Además, se observa que el uso continuado de esta sustancia provoca una degradación de las neuronas serotoninérgicas, cosa que explica la presencia de los diferentes efectos secundarios en consumidores crónicos e intoxicaciones.

Efectos a corto plazo del MDMA

Los efectos inmediatos del éxtasis son ampliamente conocidos y algunos se han mencionado con anterioridad. El MDMA genera un aumento de la actividad nerviosa, provocando excitación y euforia. Asimismo genera sensación de cercanía y confianza tanto con uno mismo como con los demás, tranquilidad y calma. 

Además, otro de los efectos del éxtasis es que altera la percepción de cansancio, hambre y sed, las cuales disminuyen hasta el punto de notarse su presencia. 

El éxtasis provoca un aumento de la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea, que genera un aumento del nivel de energía que podemos gastar y un aumento de la actividad. Sin embargo, este aumento puede generar lesiones y hemorragias severas músculos, riñones, y vísceras, así como provocar lesiones en el corazón en caso de sobredosis. Este factor es uno de los más peligrosos cuando se consume MDMA.

Otro de los efectos a corto plazo del éxtasis es el aumento de la temperatura corporal, la cual además se ve agravada debido al aumento de la energía física que provoca la sustancia y al uso que se le suele dar (normalmente en fiestas y conciertos en los que se salta y baila, cosas que elevan aún más la temperatura). Esta hipertermia puede generar fiebre, convulsiones e incluso la muerte, siendo una de las causas más frecuentes de deceso debido a esta droga.

Por otro lado, también puede inducir alucinaciones visuales, confusión y un miedo intenso hacia quienes les rodea de características paranoides, especialmente en lo que se llama “mal viaje”.

Finalmente, otros síntomas típicos a corto plazo son el bruxismo y el aumento de tensión en la mandíbula, así como hiperreflexia y tensión muscular. También pueden producirse amnesia y pérdida del conocimiento, en casos extremos llegando al coma.

Efectos del éxtasis a largo plazo

Más allá de los efectos que produce el consumo de éxtasis de manera inmediata, es necesario tener en cuenta que si el consumo de esta sustancia se prolonga en el tiempo puede provocar graves alteraciones en el organismo.

Se ha observado a través de diversos estudios que su consumo prolongado produce modificaciones y deterioro en las neuronas serotoninérgicas, concretamente produciendo daños en sus axones, unos daños que pueden volverse permanentes. Estas modificaciones pueden generar sintomatología depresiva y ansiosa.

El consumo de MDMA se ha vinculado también a la pérdida de facultades mentales como la memoria y la capacidad de decisión, así como a alteraciones de sueño También se ha manifestado que el consumo frecuente de esta sustancia puede provoca psicosis de manera crónica, así como alucinaciones intermitentes, aumento de la impulsividad y la agresividad y sintomatología ansiosa.

El uso de éxtasis provoca también daños en la barrera hematoencefálica a la vez que puede generar inflamación del tejido cerebral. También puede provocar y/o facilitar la ocurrencia de ictus o hemorragias cerebrales graves e incluso mortales. Otros órganos que resultan dañados por la acción del éxtasis son el hígado y el corazón.

Referencias bibliográficas:

  • Colado, M.I. (2008). Éxtasis (MDMA) y drogas de diseño: estructura, farmacología, mecanismos de acción y efectos en el ser humano. Trastornos Adictivos, vol.10 (3):175-182. Madrid. 

Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Barcelona

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster en Psicopedagogía con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el Máster en Psicología General Sanitaria por la UB.

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