Cuando aparece la preocupación de un familiar en adicciones y el deseo de ayudarlo surgen muchas preguntas y a veces con desorientación. ¿Dónde ir? ¿Qué hacer? ¿Qué puedo hacer yo? ¿Qué es lo mejor para mi ser querido? En primer lugar, lo importante es no caer en la desesperación de la urgencia. También puede surgir en el mismo adicto la necesidad de cambio, porque siente que algo anda mal y que no puede continuar de esa manera y decide pedir ayuda.
Hay opciones validas y efectivas, en cualquiera de ellas, la adquisición de las herramientas que se les brinda es muy importante para comenzar a manejarse de una manera limpia, libre del toxico, con un comienzo de re-adquirir valores de socialización. Para orientarse, podemos mencionar algunas de las opciones para el tratamiento de adicciones, y agregar que, en cada opción, la terapia y todo el armado de trabajo interdisciplinario puesto al servicio de la rehabilitación, juega un papel esencial.
El tratamiento de las adicciones
Depende del país en que te encuentres existen programas de políticas públicas estatales a fin de dar asistencia de prevención o de atención con una importante cobertura a pacientes que atraviesan por una situación de consumos problemáticos. En Argentina, por ejemplo, Sedronar (Secretaría de Políticas integrales sobre drogas de la Nación Argentina) es el organismo que se encarga del programa.
Cumple funciones en todas las provincias argentinas, con distintos espacios como: Casas de atención y Acompañamiento comunitario, Casas Convivenciales, Centros de Asistencia Inmediata y dispositivos territoriales Comunitarios, también tienen convenios con Comunidades terapéuticas. El objetivo: prevenir, acompañar, brindar atención e informar durante el proceso de recuperación desde un abordaje integral profesional e interdisciplinario, a personas con consumos problemáticos, a familiares o entornos afectivos.
Las Comunidades terapéuticas ó Centros de Apoyo especializados en rehabilitación de adicciones tienen programas de internación o de manera ambulatoria en centros de día que incluyen tratamientos psicológicos individuales, grupales, talleres y apoyo a las familias, una labor asistencial que puede ser privada o por medio de prestadores sociales. Un lugar donde el aprendizaje en la convivencia, la expresión y la escucha son fundamentales para el éxito del proceso. Incluyen equipos profesionales interdisciplinarios que apuntan como objetivo esencial, lograr revertir formas de vida, experiencias de aniquilación del individuo con el uso del toxico.
Los grupos de apoyo como Narcóticos Anónimos (NA) tienen encuentros presenciales o virtuales que son de mucha ayuda y acompañamiento para la recuperación del adicto. Es un espacio donde puede compartir con otros sus situaciones y conflictos de vida. Se siente parte por ser un entorno que comprende por haber pasado por situaciones similares. También, resultan de guía a los familiares en ese momento tan difícil, con el objetivo de que el adicto se sienta apoyado y comprendido en este proceso. NA es una organización a nivel internacional interviniendo en muchos países.
La Terapia individual que puede ser privada o con prestadores sociales, con profesionales con experticia en adicciones. Terapeutas de diversas corrientes, especialmente la Cognitivo Conductual, otorga al paciente en el espacio terapéutico, la posibilidad de expresar su historia, elaborarla, admitir, aceptar y aprender de algunos errores.
Cabe destacar que, en Argentina existe la Ley de Salud Mental Nro.26657 que tiene la visión de proteger de derechos a la persona en adicción si su voluntad de internación no es explicita. Aunque, aclara el art. 20 de la mencionada Ley que: “La internación involuntaria de una persona debe concebirse como recurso terapéutico excepcional en caso de que no sean posibles los abordajes ambulatorios, y sólo podrá realizarse cuando a criterio del equipo de salud mediare situación de riesgo cierto e inminente para sí o para terceros”.
¿Cómo llegan los pacientes a la consulta y cómo es el transcurrir?
Hay pacientes que acuden cuando comienza una dependencia tal de consumo que le resulta inmanejable la situación, y piden ayuda. También están quienes vienen acompañados por familiares altamente preocupados, demostrando que la angustia en estos casos está alojada en un Otro que lo trae a la consulta, lo importante es que, en estos casos, con el tiempo, se pueda ir produciendo una demanda de mejoría de parte del paciente.
Estos pacientes que traen aparejados problemas vinculares, emocionales, de estudio, de trabajo, historias de vida difíciles, con malos tratos, abusos y violencias, que son a-dictos porque no pueden comunicarse, precisan a través de la palabra, decir, expresar, poner en relieve y visibilizar su propia subjetividad dañada con resabios de rencores, culpas, negaciones de la realidad, arbitrariedades irresueltas donde la droga tuvo un papel preponderante.
Puede ocurrir que el paciente durante el proceso se sienta inmerso entre dos instancias en tensión, el quiero y no puedo, para esto, los profesionales brindan herramientas a fin de que pueda evitar recaídas, adicionando también que sienta que no está solo en este proceso. En este sentido, el acompañamiento de un entorno que sea de apoyo afectivo es ideal así lograr la continuidad del tratamiento y evitar el abandono. Durante todo este proceso, que ya se visualiza como un adicto en recuperación, la aceptación de su historia de vida, historia que elaboró, interpretó, desmembró, pero que no puede cambiar porque quedo en el pasado, esto es base fundamental para ir gestionando una vida diferente.
Un cambio que conlleve la adquisición y reafirmación de la idea abstinencial del consumo. El objetivo, recuperarse de la adicción, ser un adicto recuperado, lo que estaría determinado por mantener la abstinencia en el tiempo con hábitos saludables llevando una vida equilibrada.
