El bullying o acoso escolar es un fenómeno muy extendido en los centros educativos españoles, aunque muchos maestros y padres no saben del sufrimiento de la víctima hasta que ya es demasiado tarde.
Y es que los ataques verbales y agresiones psicológicas e incluso físicas que se prolongan en el tiempo y que perjudican gravemente a la persona que los sufre, no siempre son manifestados abiertamente por ésta, convirtiendo este sufrimiento en algo interno.
Artículo recomendado: "Los 5 tipos de acoso escolar o bullying"
Diego González, una víctima de bullying que decidió suicidarse
El malestar convive con la persona desde que se levanta hasta que se acuesta y provoca, en ocasiones, decisiones tan fatales como la del pequeño Diego, un niño de tan solo 11 años que no aguantó más este calvario y decidió quitarse la vida. Dejando a sus padres y aquellos que lo conocían marcados para siempre.
En su carta de despedida, Diego González intentó que sus progenitores comprendieran su situación, y les pidió que “algún día le odiaran un poquito menos” por lo que hizo, porque “no aguantaba ir al colegio y ésta era la única manera para no ir”. El bullying es devastador para algunas personas, y el pequeño Diego es un ejemplo.
Quizás te interese: Bullying: analizando el acoso escolar a través de la teoría mimética
No aguantaba más el sufrimiento
El caso de Diego conmocionó a la sociedad española. Los hechos ocurrieron el 14 de Octubre de 2015, cuando el pequeño, harto de sufrir acoso escolar, decidió tirarse al vacío desde el quinto piso de su domicilio familiar de Leganés (Madrid).
Según relata la madre de Diego, Carmen González, al diario El Mundo, cuando se dio cuenta de que su hijo no estaba en la habitación comenzó a preocuparse y “a buscarle como loca por toda la casa". Entonces vio en el fondo de la cocina, la mampara abierta. Se acercó y… apreció su sombra en el suelo. Diego se había arrojado al vacío porque no podía vivir más en esta situación, no aguantaba ni un solo día más.
En el propio rotativo, Carmen explica que en el alféizar de la ventana de su hogar, por la que su hijo se arrojó al vacío, halló un mensaje que decía: “Mirad en Lucho” (su muñeco). En él encontraron un cuaderno en el que Diego contaba los motivos que le habían llevado al suicidio.
La triste carta de suicidio
En la siguiente imagen puedes leer la triste carta de despedida de Diego González:
En el texto, Diego deja claro que no soportaba el dolor emocional que le estaba causando el bullying y por eso decidió quitarse la vida. A lo largo de la líneas, éste pide a sus progenitores que le perdonen algún día y “le odien un poquito menos”. Y espera que “puedan reunirse en el cielo”.
Con esta carta, los padres pidieron que se reabriera este caso polémico, y la Comunidad de Madrid expresó que abriría nuevamente una investigación administrativa con un inspector escolar nuevo. El juzgado reabrió también la causa para esclarecer los hechos que llevaron a este menor a cometer el suicidio.
Más casos de suicidio por bullying
El caso de Diego nos recuerda que el bullying debe ser detectado lo antes posible para evitar consecuencias mayores.
Pero este joven no es el único caso de acoso escolar que acaba en tragedia. De hecho, el pasado 15 de Agosto de 2016, un chico estadounidense de tan solo 13 años, tomó la misma decisión que Diego, y su hermana mayor encontró su cuerpo sin vida en la azotea. Daniel Fitzpatrick había sufrido numerosos episodios de acoso escolar en Staten Island (Nueva York, Estados Unidos).
Uno de los primeros casos de suicidio por bullying en España es el del joven Jokin, que a sus 14 años decidió poner fin a su vida después de llevar años sufriendo abusos y hostigamiento en su colegio en la localidad de Hondarribia.
El daño a nivel psicológico para las personas que son víctimas de acoso escolar puede acompañarles durante toda su vida. Un estudio llevado a cabo por la King’s College London (2014) afirma que los efectos psicológicos negativos que sufren las personas con bullying pueden permanecer durante 40 años después de haber sido víctimas del hostigamiento y el acoso escolar. Lo que evidencia la gravedad de las consecuencias psicológicas y emocionales sobre las víctimas de este fenómeno.
Algunas consecuencias psicológicas del bullying son:
- Estrés
- Ansiedad
- Depresión
- Trastornos somáticos
- Problemas de socialización
- Suicidio
Causas del acoso escolar
Son muchas las causas (personales, familiares o escolares) que pueden llevar a un acosador a ejercer este tipo de violencia sobre los compañeros de clase. Las investigaciones parecen indicar que puede haber más riesgo de bullying en los centros educativos de mayor tamaño, debido a la dificultad en la vigilancia.
Los factores personales también pueden provocar casos de bullying, pues la baja autoestima del acosador puede llevar a éste a querer sentirse superior al acosado. Por último, los modelos familiares influyen en el comportamiento de los hostigadores, pues los acosadores que han vivido con un modelo de padre agresivo son más propensos a ejercer este tipo de violencia.
El éxito del programa KiVa para erradicar el bullying de los centros educativos
Cuando escuchamos hablar de estos casos de suicidio por bullying, solemos preguntarnos: “¿se están haciendo bien las cosas para prevenir este tipo de fenómenos en las escuelas? Por desgracia, no todos los centros escolares aplican las mismas políticas de prevención del acoso escolar. Ahora bien, la mayoría de centros españoles deberían tomar nota del programa KiVA, un método que se está aplicando con éxito en Finlandia.
En este país, se está aplicando el programa en el 90% de las escuelas de educación básica y su éxito es tal que se ha convertido en una herramienta imprescindible para valorar y erradicar el acoso escolar de los colegios.
Para saber más sobre el programa KiVa, visita nuestro artículo: “El método KiVa, una idea que está acabando con el bullying”