¿Son los psicópatas más inteligentes que la mayoría de personas?

¿Es verdad que la psicopatía viene de la mano de un nivel de inteligencia más alto de lo normal?

Son los psicópatas más inteligentes

La mayoría de la gente de a pie coincide en que el perfil típico del psicópata es el de alguien con gran capacidad para manipular a los demás, deshonesto, falto de empatía y con una inteligencia por encima de la media

Sin embargo... ¿realmente son los psicópatas más inteligentes? Esta ha sido una cuestión que se ha abordado experimentalmente en las últimas décadas. Veamos si es cierto esto o se trata de otro mito fomentado por los medios de comunicación.

La psicopatía y sus características

Antes de entrar con más detalle sobre el porqué en la cultura popular se tiene la idea de que los psicópatas son más inteligentes, se hace necesario explicar, muy brevemente, las principales características diagnósticas de este trastorno de la personalidad.

La mayoría de los trastornos psicológicos se caracterizan por una serie de síntomas más o menos variados en función de la persona quien padece el trastorno. Sin embargo, la psicopatía destaca por ser bastante estable en cuanto a sus características conductuales y de personalidad.

Los psicópatas suelen compartir un conjunto de rasgos de personalidad bastante estables, observables en la inmensa mayoría de ellos. La imagen clásica de los psicópatas es de personas insensibles, sin remordimientos ni empatía, muy manipuladoras, con alta impulsividad e ideas de grandiosidad. También poseen un gran encanto superficial, además de ser mentirosos patológicos y tener una vida sexual muy promiscua.

No obstante, sí es posible diferenciar entre dos tipos principales de psicopatía: la psicopatía primaria y la psicopatía secundaria. Los psicópatas primarios, que serían los más relacionados con la imagen estereotípica de la psicopatía, destacan por tener poca empatía y mostrarse muy fríos, sin embargo, no suelen llevar a cabo actos violentos o agresivos. En cambio, los psicópatas secundarios, también llamados hostiles o reactivos, son aquellos que llevan a cabo conductas antisociales, en forma de agresión y violencia física y verbal.

A lo largo de las últimas décadas se ha intentado establecer cuál es el porcentaje de psicópatas en la población, variando las estadísticas entre el 0,2 y el 1%, dependiendo del país. Así pues, a juzgar por estos porcentajes se puede deducir que a lo largo de la vida se tendrá la oportunidad de conocer a alguien quien, en mayor o menor medida, podría ser clasificada como psicópata.

Si bien, como ya íbamos diciendo, no todos los psicópatas son agresivos y, por lo tanto, no tienen porqué llevar a cabo actos delictivos, sí que es cierto que un importante porcentaje de la población reclusa cumple criterios diagnósticos. Dependiendo del género, cultura y país en el que se evalúe la cárcel, los porcentajes de internos con psicopatía van del 11% al 25%.

¿Son los psicópatas más inteligentes? El mito de Hannibal Lecter

Al igual que con la inmensa mayoría de los trastornos psicológicos, la psicopatía no está exenta de mitos. Entre los más destacables se encuentra el de que los psicópatas son personas más inteligentes que la mayoría de las personas. Esto ha sido abordado experimentalmente, y se ha visto que no únicamente no es cierto sino que, además, la población de personas psicópatas tiene, de media, una inteligencia más baja que la esperable en la población general.

Si bien, no se debe caer en el error de pensar que los psicópatas en realidad son menos inteligentes que la mayoría de las personas. Decir que la psicopatía tiene relación alguna con la inteligencia o que influye en este constructo es falso. De hecho, así lo vio una investigación llevada a cabo por el grupo de O’Boyle en 2013 encontró que la correlación entre la psicopatía y la inteligencia era cercana a cero, lo cual vendría a decir que ambos constructos psicológicos son independientes el uno del otro.

Uno de los motivos por los que se asocia a la psicopatía con alta inteligencia está relacionada con una de las características propias de los psicópatas: el ser hábiles en situaciones sociales, al menos a un nivel superficial. Si bien esto no es siempre así, sí que hay muchos psicópatas quienes poseen unas capacidades sociales bastante llamativas, permitiéndoles manipular a los demás mediante su encanto superficial. El manipular a otras personas se asocia con poseer una inteligencia superior en la cultura popular.

Otra de las explicaciones que podría estar detrás del porqué la población general ve a los psicópatas más inteligentes de lo que realmente son, especialmente los psicópatas primarios, tiene que ver con la relación que culturalmente se le ha dado a la inteligencia cuando se la relaciona con la cordialidad, una dimensión de la personalidad.

Tradicionalmente, las personas que se consideran más lógicas también se ven a sí mismas más frías y menos cordiales. Por el otro lado, las personas que se ven a sí mismas más amables y simpáticas también suelen infravalorar su inteligencia. Es decir, culturalmente se ha hecho una distinción muy clara entre la razón y el corazón, viéndose ambos aspectos como algo totalmente opuesto y, en caso de tener mucho de uno, se debería tener poco de lo otro.

Esto es extrapolable a la visión que se tiene de la psicopatía primaria. Al ser personas con falta de empatía se asume que son muy lógicas y, por lo tanto, más inteligentes que la mayoría de la población. Esta fenómeno, alimentado por los medios de comunicación, ha sido llamado el mito de Hannibal Lecter, el famoso psicópata protagonista de la película El silencio de los corderos de Jonathan Demme (1991). Pese a esto, la ciencia no ha encontrado una relación entre la dimensión cordialidad y la inteligencia.

Referencias bibliográficas:

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  • O’Boyle, E. H., Forsyth, D., Banks, G. C., & Story, P. A. (2013). A meta-analytic review of the Dark Triad–intelligence connection. Journal of Research in Personality, 47(6), 789-794. doi:http://dx.doi.org/10.1016/j.jrp.2013.08.001

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Postgrado de Actualización de Psicopatología Clínica en la UB.

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