¿Cómo funciona la Meditación desde una perspectiva Psicológica?

Así es como la meditación afecta a la mente humana.

¿Cómo funciona la Meditación desde una perspectiva Psicológica?

La meditación no es algo nuevo. Se trata de una técnica milenaria que tiene su origen en las diversas tradiciones espirituales del mundo y que, en la actualidad, se ha hecho un lugar en nuestra sociedad al erigirse como una herramienta altamente eficaz para trabajar nuestro bienestar emocional y físico.

¿Cómo funciona la meditación? Si vamos más allá del plano espiritual, encontramos que esta técnica ancestral ha sido objeto de múltiples estudios desde una perspectiva científica, y que todos ellos han demostrado que impacta de forma directa y positiva en el cerebro. La meditación alivia, entre muchas cosas, la ansiedad y el estrés, y previene de forma significativa la aparición de la depresión.

¿Cómo funciona la meditación? Una perspectiva psicológica

Solo conociendo cómo impacta la práctica de la meditación en nuestro cerebro (y, por tanto, en nuestra mente) podremos entender por qué resulta tan sumamente beneficiosa para nuestro organismo.

A continuación, hablamos sobre cómo funciona la meditación desde una perspectiva psicológica, qué efecto tiene en el cerebro y cómo podemos integrarla en nuestro día a día. Entenderemos así por qué esta herramienta se ha convertido en algo fundamental para nuestro bienestar.

¿En qué consiste la meditación?

Primero, empezaremos describiendo de forma rápida y sencilla en qué consiste la meditación. Se trata de una técnica ancestral, común en muchas religiones, que intenta conseguir una relajación y concentración profundas, así como una plena conciencia. Sus raíces son espirituales, pero actualmente se ha expandido su uso en Occidente como una práctica efectiva para alcanzar el bienestar, tanto físico como emocional.

No existe un único tipo de meditación, si no que hay diversas tipologías, dependiendo de la escuela espiritual de donde provengan. Sin embargo, las ramas más comunes son la atención plena (el denominado mindfulness), la meditación trascendental y la meditación guiada. Las repasamos brevemente a continuación.

1. Meditación de atención plena

La técnica de la meditación plena o mindfulness (un vocablo inglés que viene a significar “plenitud de la mente”) busca la concentración en el aquí y el ahora, a través de la observación sin juicio de pensamientos y emociones.

2. La meditación trascendental

La meditación trascendental se basa en la repetición de uno o varios mantras con el objetivo de inducir a la mente a un estado de calma absoluta.

3. La meditación guiada

Por último, la meditación guiada sigue las indicaciones de un guía o instructor, que induce a la persona a visualizar escenas que lleven a la relajación o bien dirige su atención hacia elementos clave relacionados con el bienestar.

Si bien cada una de las tipologías de meditación tiene su propia técnica, todas ellas tienen como objetivo final obtener un estado de paz y calma interior.

¿Qué relación existe entre el cerebro y la meditación?

Está comprobado científicamente que la meditación impacta profundamente en las funciones y la estructura de nuestro cerebro: por ejemplo, produce un incremento de la actividad en áreas cerebrales vinculadas con el control emocional.

Es el caso del córtex prefrontal, una región relacionada con la planificación, la toma de decisiones y el control de los impulsos. Al meditar, el córtex prefrontal se muestra más activo, lo que puede contribuir a que seamos más capaces de gestionar el estrés y las situaciones complicadas.

Por otro lado, la amígdala cerebral reduce su actividad con la práctica meditativa. Esta parte central del cerebro está vinculada a las respuestas de índole emocional, especialmente a la ansiedad y el miedo. Por tanto, al menguar la actividad de la amígdala, aumenta la calma y se gestionan mejor las emociones.

Por último, algunos estudios han demostrado que la técnica de la meditación puede incrementar la conexión entre varias áreas cerebrales y mejorar así la comunicación de las áreas responsables de la memoria, la atención y el procesamiento de las emociones. En resumen; las investigaciones realizadas hasta la fecha corroboran el efecto positivo de la meditación en nuestra mente.

¿Qué efectos de índole psicológica tiene la práctica de la meditación?

Relacionado con los cambios cerebrales antes mencionados, la meditación posee efectos positivos innegables en nuestra mente. Uno de estos efectos positivos es, por supuesto, la disminución del estrés.

La práctica regular de la meditación activa el denominado sistema nervioso parasimpático, que induce a nuestro organismo a relajarse y, por tanto, a reducir el nivel de cortisol en sangre, la “hormona del estrés”. Esta calma permite que afrontemos los desafíos del día a día de manera más resolutiva.

Otro de los efectos positivos de la meditación en nuestro bienestar psicológico es el aumento de la concentración, puesto que esta práctica supone un auténtico entrenamiento para nuestro cerebro para que se mantenga enfocado en algo durante un tiempo. Esta habilidad resulta muy útil en casos en los que necesitamos poner atención de forma prolongada, como en el ámbito laboral o académico.

Por último, la meditación puede producir un descenso significativo en los síntomas ansiosos y depresivos. Al tomar distancia de los pensamientos de tipo “rumiante”, las personas que meditan poseen una mayor capacidad de observar lo que sienten y piensan sin sentirse abrumadas por ello.

¿Cuáles son los mecanismos mentales que subyacen?

Los efectos positivos de la meditación sobre nuestra mente no solo se deben a la calma física, sino también a algunos mecanismos mentales subyacentes que se ven modificados. Veámoslos de forma breve:

1. La atención plena

La atención plena es uno de estos mecanismos subyacentes que resultan clave, pues implica observar las emociones y los pensamientos sin sentirse identificado con ellos ni juzgarlos.

2. La rumiación

La rumiación o pensamientos repetitivos se detiene a través de la meditación, puesto que este automatismo mental está muy vinculado a la depresión y la ansiedad. Cuando la persona medita y adopta por tanto la actitud de observar sin juzgar, disminuye la intensidad de los pensamientos. Al dejar de tener tanta fuerza emocional, estos se pueden interpretar de forma más objetiva.

3. La regulación de las emociones

Al meditar, entrenamos a nuestra mente para gestionar las emociones de forma más sana y funcional, lo que disminuye la aparición de acciones de tipo impulsivo y ayuda a desarrollar una mayor resiliencia.

4. La conciencia de uno mismo y del entorno

Practicar la meditación de forma regular fomenta una mayor conciencia de uno/a mismo/a y del entorno, lo que en última instancia facilita nuestra adaptación a las situaciones del día a día.

5. La plasticidad cerebral

Por último, pero no menos importante, la mejora en la regulación de las emociones que promueve la meditación está vinculada a la plasticidad del cerebro. Está demostrado que esta práctica modifica la estructura cerebral y fortalece las conexiones de las neuronas en diversas áreas, como el ya citado córtex prefrontal, responsable, entre otras cosas, de la regulación de las emociones.

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Esther Tomás Ruiz. (2025, febrero 26). ¿Cómo funciona la Meditación desde una perspectiva Psicológica?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/meditacion/como-funciona-meditacion-desde-una-perspectiva-psicologica

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