La creatividad es un proceso complejo que requiere de la activación de varias áreas cerebrales. Hasta el momento no está del todo claro si la creatividad requiere de una arquitectura neuronal específica o no. El equipo de investigación del neurocientífico cognitivo Roger Beaty en la Universidad de Harvard parece haber encontrado diferencias en los cerebros de las personas altamente creativas.
Sus investigaciones revelaron tres redes neuronales con fuertes conexiones implicadas en el proceso de creatividad en las cortezas parietales y prefrontales. Este estudio ha empezado a identificar los procesos del pensamiento controlado y las ideas espontáneas. Todo parece indicar que la creatividad en una persona podría ser predecible a partir de la fuerza de sus conexiones neuronales en estas tres redes.
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Cartografiando el cerebro creativo
Según este estudio, la creatividad o el pensamiento creativo implicaría tres redes neuronales distintas y que trabajarían al mismo tiempo. Son las siguientes.
La red neuronal por defecto o predeterminada
Es la implicada en los procesos de imaginación, en el soñar despierto o cuando nuestra mente deambula sin objeto de atención. Se distribuye en la zona medial de los lóbulos temporal, parietal y prefrontal. Parece que podría desarrollar un papel fundamental en la generación de ideas y en posibles soluciones de ejecución de las mismas.
La red de control ejecutivo
Está vinculada a la evaluación de ideas con el fin de determinar si se ajustan al objetivo creativo. Es un conjunto de regiones que se activan cuando necesitamos controlar procesos de pensamiento o enfocar nuestra atención. Incluye el giro cingulado anterior. Parece que proporciona conexiones importantes entre los componentes del proceso atencional.
La red neuronal de relevancia
Esta red actúa como un mecanismo de alternancia entre las redes predeterminadas y las de control ejecutivo.
Claves para entender la creatividad
Es posible que las personas creativas sean capaces de activar al mismo tiempo estos sistemas cerebrales que normalmente no funcionan juntos. Aunque las claves para entender el proceso de creatividad no parecen estar solo en las redes neuronales a gran escala.
Nuestro cerebro ordena los estímulos que recibimos a través de nuestros sentidos en lo que podríamos denominar como “bloques de información”. Cada vez que recibimos nueva información se crean nuevas redes neuronales que se relacionan de forma inmediata con la información ya existente. Creamos así modelos mentales de donde podemos extraer fácilmente la información necesaria para resolver cuestiones que se nos puedan plantear más tarde.
El problema es que, aunque resulten muy útiles para resolver tareas sin demasiados análisis previos, algunos de estos bloques llegan a resultar tan rígidos que resultan muy difíciles de modificar. La creatividad básicamente lo que hace es desafiar esas redes neuronales rígidas y dar lugar al pensamiento creativo e imaginativo.
La personalidad creativa
Investigadores como Mayers o Taylor propusieron ciertos rasgos de la personalidad creativa. Los individuos más creativos emplean el pensamiento divergente, es decir, varias soluciones a un mismo problema. Poseen una motivación intrínseca y toleran mejor la ambigüedad y el riesgo, en vez de funcionar de manera más automática.
Por otro lado, los sujetos creativos se interesan menos por los aspectos prácticos de la vida, suelen gozar de un buen sentido del humor y responden mejor en general al desorden. Además de ver las cosas desde el mismo punto de vista que las demás personas, también las ven de otra manera. Pueden trabajar en varias cosas a la vez y tienen una gran curiosidad.
¿Se nace con ella o se puede entrenar?
Las últimas investigaciones están arrojando resultados fascinantes en cuanto al proceso de creatividad. A pesar de ello, todavía hoy esta pregunta no tiene respuesta. Empezamos a tener una idea de las bases neurológicas de este proceso, y parece que el cerebro creativo está cableado de manera diferente, pero aún no sabemos por qué.
Es necesaria más investigación en el futuro que determine si estas redes neuronales son fijas o si se puede entrenar la mente para convertirla en creativa. Desde varios sectores se plantea que la escritura creativa, la formación en arte o en música podrían modificar las conexiones neuronales. Sin embargo, de momento, la cuestión sigue abierta.
Autora: Sonia Budner.