A lo largo de la historia se han desarrollado multitud de formas de producir, buscando la máxima eficiencia posible.
En este sentido, Japón siempre ha sido un país pionero y ha aportado algunos de los métodos más populares, acogidos por multitud de industrias en todo el mundo. Es el caso del método Monozukuri. A continuación descubriremos en qué consiste y cuáles son sus principales características.
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¿Qué es el Monozukuri?
El Monozukuri es una forma de producción cuyo objetivo es la máxima optimización en cada paso de la fabricación del producto final. La terminología proviene del japonés y significa, literalmente, el proceso de fabricar algo. Proviene de una ancestral filosofía japonesa, datada hace más de 4000 años, por la cual los artesanos trataban de poner toda la importancia en el propio objeto que están creando y en sus detalles.
Posteriormente, esta filosofía se adaptó a la industria naciente, siendo adoptada por multitud de compañías automovilísticas y de otra índole, como Toyota, Mazda, Nissan, Toshiba o Sharp. Quizás la clave de su popularidad es que el Monozukuri busca diluir la separación de los distintos departamentos de la empresa para que todos los trabajadores se vean miembros de un equipo común y cada tarea se vea como fundamental para el objetivo último.
Además, otra ventaja del Monozukuri es su versatilidad y flexibilidad, pues en vez de optar por unas directrices rígidas se basa en unos planteamientos que son adaptables al tipo de organización que adopta esta metodología, por lo que deja mucho espacio a la interpretación. De hecho, el Monozukuri como tal sería la propia idea que queda grabada en los operarios y que les hace colaborar como abejas de una colmena, optimizando la cadena de trabajo en todo su recorrido.
El método Monozukuri tiene varios principios fundamentales que lo hacen diferente a otras formas de producción. Para empezar, se busca una mejora continua en todos los procesos de trabajo, y el objetivo final es lograr un producto de la máxima calidad que haya sido creado de la manera más eficiente. Por otro lado, si surge un problema, se ha de solucionar a través de unos procesos dados, que lo acaban convirtiendo en una oportunidad de mejorar.
Dicha resolución de problemas no es responsabilidad de ninguna en persona en concreto, sino de todo el equipo. Todos los operarios conocen el proceso de producción y han de implicarse en encontrar las causas que originan los problemas, para eliminarlas de raíz y lograr así un sistema más eficiente en lo sucesivo. Se trata de una mejora que no cesa, pues siempre pueden surgir métodos mejores que hay que seguir aplicando.
Para ello, es fundamental no perder de vista a las empresas que conforman nuestra competencia, pues siempre se puede aprender de ellos y entrar en una espiral de retroalimentación que hará que continúen llegando maneras de optimizar los procedimientos y de esta manera ser cada vez más eficientes, pudiendo ofrecer al cliente final un producto de la máxima calidad.
Adaptación cultural
Ya hemos visto en qué consiste el método Monozukuri, y que proviene de unas creencias y una filosofía realmente antiguas, formando parte del saber tradicional de Japón. También hemos visto que no es una metodología rígida, y por ello ha buscado adaptarse a los diferentes lugares donde se ha exportado, ya que es evidente que la forma de trabajar y las características personales de cada región del mundo son muy particulares, y por lo tanto un método de trabajo rígido sería difícilmente extrapolable de un lugar a otro.
Una de las derivaciones más populares del Monozukuri tradicional es el Monozukuri Genba, que adapta la metodología de trabajo a las empresas situadas en ambientes tropicales, pues la idiosincrasia de los habitantes de estas zonas es muy diferente a la de los japoneses o países occidentales. De esta manera, el Monozukuri Genba aprovecha la pasión propia de las personas latinas y logra una disciplina de trabajo a través de estas características.
Este es un ejemplo de por qué es imprescindible tener en cuenta las características socioculturales de una población antes de implementar una metodología concreta, puesto que esta ha podido ser desarrollada por personas con estilos de vida y de trabajo totalmente diferentes y, por lo tanto, se hace necesaria una adaptación previa si queremos tener éxito en la implantación de la nueva filosofía.
El Monozukuri Genba sería la adaptación más popular, y de hecho cuenta con un sistema de niveles muy característico con el que se busca la máxima eficacia en la implantación en este tipo de países. Es un tema tan detallado que merece que le dediquemos un punto completo a continuación.
Niveles del Monozukuri Genba
El Monozukuri Genba está basado en cuatro niveles diferentes de madurez que buscan ir alcanzando diferentes objetivos. Es fundamental aplicar cada nivel de forma correcta antes de pasar al siguiente, para lograr el efecto más potente posible. Veamos qué implicaciones tiene cada uno de ellos y cómo se llevan a cabo.
1. Estandarización
Se trata del nivel inicial, con el que empezaríamos a trabajar. El objetivo fundamental en este punto es lograr estandarizar las diferentes posiciones que hay en la empresa, buscando la máxima destreza y disciplina de los operarios en cada una de ellas. Se trata de la vía de entrada del Monozukuri Genba en la organización, estableciendo las bases para lo que vendrá a continuación.
2. Metodología
En este segundo nivel se proporciona a los empleados toda una serie de metodologías para que aprendan a realizar análisis de los procesos de trabajo, detectando y solucionando los problemas que pudiera haber, de una forma óptima. Los métodos utilizados son variables y se adaptan según el tipo de industria y la idiosincrasia de los trabajadores, pudiendo utilizar algunos como el TRIZ ruso, el QC story, o los cinco por qué, ambas de origen japonés.
Aparte de las ya mencionadas, la metodología más popular es la conocida como control de calidad de respuesta rápida, o QRQC (por sus siglas en inglés, Quick Response Quality Control), que busca optimizar los tiempos de respuesta en la resolución de un problema de manera que, en cuanto se detecte, se ponga en marcha un proceso estandarizado que lo solucione en el lapso de tiempo más corto que sea posible.
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3. Mejora
Una vez llegamos al nivel 3, el siguiente objetivo es seguir mejorando en el uso del método Monozukuri Genba. Aquí entra en juego otra metodología, conocida como Kaizen, también de origen japonés. Igual que con las enseñanzas que veíamos en el punto anterior, respecto al método Kaizen también podremos optar entre diferentes modalidades, en función de las características de nuestra empresa.
Por ello podremos seleccionar los grupos Kaizen, basados en los círculos de calidad de Kaoru Ishikawa. Cada grupo se compone de cuatro miembros, además de un asesor y de un líder de grupo. Deberán utilizar la llamada ruta de calidad para mejorar, a lo largo de un año completo, los procesos de producción que les correspondan, eliminando todos los problemas que vayan surgiendo.
Otra opción sería el Kaizen 2 días 2 horas, que utiliza ese tiempo (bien dos días, o bien dos horas) para identificar posibles procedimientos en un puesto de trabajo susceptibles de ser optimizados, e implementar esas mejoras de forma inmediata.
También estarían los tres tipos diferentes de Kaizen Kobetsu, para mejorar el rendimiento individual en función de la complejidad de la tarea. Por último tendríamos el Kaizen Teian, que se basa en el principio de la utilidad de la idea si esta se lleva a cabo.
4. Capitalización
Llegamos al último nivel del Monozukuri Genba. En el cuarto nivel lo que se busca es el benchmarking, o lo que es lo mismo, compararse con los diferentes competidores del sector para comprobar en qué punto estamos y si las mejoras realizadas a lo largo del proceso de Monozukuri Genba han sido eficaces y han cumplido con las previsiones realizadas en un principio. Si se ha llevado a cabo correctamente el proceso, nuestra organización debería estar lista para competir con todas las demás a un nivel óptimo.
La metodología Monozukuri Genba deja clara la importancia que tiene la base de la pirámide, es decir, los procesos realizados por todos los operarios, para conseguir esa competitividad que se busca, a base de una eficiencia total de todos los empleados. Por eso todos y cada uno de ellos son fundamentales para lograr el objetivo común que busca la empresa, que al fin y al cabo es un equipo del que todos forman parte.
Referencias bibliográficas:
- Aoki, K. Staeblein, T., Tomino, T. (2014). Monozukuri capability to address product variety: A comparison between Japanese and German automotive makers. International Journal of Production Economics. Elsevier.
- Heller, D.A., Fujimoto, T. (2017). Monozukuri management: Driver of sustained competitiveness in the Japanese auto industry. Japanese Management in Evolution.
- Kovacic, M. (2018). The making of national robot history in Japan: monozukuri, enculturation and cultural lineage of robots. Critical Asian Studies. Taylor & Francis.
- Toda, K., Salazar, A., Saito, K. (2012). Automotive Painting Technology: A Monozukuri-Hitozukuri Perspective. Springer.