¿Cómo afecta la relación con los padres a las relaciones de pareja?

Así es como la influencia de los padres y suegros repercute en los noviazgos y matrimonios.

Cómo afecta la relación con los padres a las relaciones de pareja

Las relaciones sentimentales presentan a menudo dificultades de todo tipo, y algunas de ellas ni siquiera surgen en el seno de la convivencia entre los dos, sino en su relación con sus padres y suegros. Esto puede ocurrir tanto por dinámicas de comunicación inadecuadas con ellos, como, en algunos casos, por la gestión de los recuerdos de hechos ocurridos hace años, antes de que esa relación de pareja existiera.

Por eso, los psicólogos expertos tanto en los ámbitos de la pareja como de la familia han estudiado el tema en profundidad y han definido de qué manera afecta la relación con los padres y/o suegros a las relaciones de pareja. De ese modo se han ido desarrollando estrategias de intervención para la terapia de pareja y la terapia familiar.

¿Cómo influyen en las relaciones de pareja los padres y los suegros?

En el ámbito de la relación entre las parejas y sus padres o suegros también pueden surgir problemáticas de todo tipo que afecten a la relación entre ambas generaciones y generen todo tipo de malestar a nivel psicológico para ambas partes.

1. Modelo y referencia

Tener un trato cercano con nuestros padres e incluso con nuestros suegros nos puede predisponer a aprender, de manera inconsciente o semiinconsciente, sobre en qué consisten las relaciones de pareja. Es decir, que los tenemos como uno de nuestros principales referentes al entender qué es el amor de pareja, cómo son los matrimonios, etc. Usamos esa información para conocer qué tipo de problemas puede depararnos en el futuro nuestra propia relación e intentar estar preparados para superarlos con éxito.

Y eso nos lleva a adquirir valores o conocimientos de todo tipo que nos pueden ayudar a tener una relación igual de duradera… o pueden jugar en nuestra contra si no encajan con la realidad.

Influencia de los padres en los matrimonios

Fijarnos en el tiempo de relación que tienen nuestros mayores, siempre que esta sea una relación sana y basada en el amor y la compresión, nos facilitará también crear un vínculo personal y afectivo con las personas que tomamos como ejemplo, ya sean nuestros padres o nuestros suegros.

2. Buscar la aprobación constante

Aunque la mayoría de las personas tienen interés en contar con la aprobación de los padres o de los suegros, hay casos en los que esta búsqueda se convierte en una obsesión o ejerce una presión demasiado grande en el hijo o el yerno en cuestión.

Esta presión se produce cuando alguien quiere encajar en el rol de yerno/nuera perfecto/a para ganar el respeto y la aprobación de los suegros, pero en ocasiones estos suelen ser muy exigentes y se convierte en una ardua tarea.

Con el objetivo de que esta búsqueda de aprobación no afecte a la salud mental de la persona se recomienda no obsesionarse demasiado con el tema, ser uno mismo e intentar encajar con naturalidad y sin presiones con la nueva familia política.

3. Sentimiento de culpa

En función del tipo de relación que hemos tenido con nuestros padres desde la infancia, podemos llegar a albergar sentimientos de culpa, por ejemplo, al irnos a vivir con nuestra pareja y dejar el hogar familiar de la infancia.

Este sentimiento puede desarrollarse al pensar que estamos abandonando a nuestros padres o al creer que estamos siendo desagradecidos con ellos.

Cualquiera de estos sentimientos negativos al abandonar la casa de nuestros padres es perfectamente normal, el problema surge cuando estos no cesan y son persistentes en el tiempo, momento en el que se recomienda acudir a la consulta de un psicólogo.

4. Dificultad para establecer límites

Algunas personas tienen ciertas dificultades para poner límites a sus padres o suegros en cualquier ámbito o escenario de la vida cotidiana. Esta dificultad puede consistir, por ejemplo, en decir “no” tanto a suegros como a los propios padres cuando éstos intentan organizar salidas de fin de semana juntos, invitaciones a cenar o actividades conjuntas de todo tipo.

Esta falta de habilidades para confrontar o poner límites puede deberse al modelo de relación que se tienen con los padres o los suegros o bien a un tipo de crianza demasiado estricto por parte de los primeros en la infancia.

Además de eso, también es habitual tener dificultades para decir “no” cuando padres o suegros imponen modalidades de crianza determinadas de sus nietos, con las que los padres pueden no estar de acuerdo.

Ante este tipo de problemas es fundamental entrenar la asertividad, una habilidad social que puede ser potenciada en psicoterapia y que consiste en saber defender nuestros intereses desde el respeto al otro, pero sin ceder al miedo a incomodar o poner triste al interlocutor por haber dicho algo que, auque polémico o emocionalmente doloroso, debe ser dicho.

5. Intromisiones

Este tipo de imposiciones e intromisiones por parte de los padres o los suegros aparecen normalmente en el ámbito de la crianza de sus nietos, pero no se circunscriben únicamente a ese plano, sino que muchas veces trasciende a cualquier ámbito de convivencia.

Las intromisiones que pueden ejercer tanto padres como suegros a sus hijos y yernos/nueras pueden sucederse en el ámbito doméstico (imponer hábitos de limpieza o de cocina), en el social (juzgar a las amistades de la pareja) o en el personal (juzgar cualquier iniciativa, comportamiento o cosa que haga la pareja o uno de los miembros en particular).

6. Problemas de convivencia

Cuando una pareja convive con sus pares y/o suegros es habitual que surjan determinados problemas de convivencia relacionados con todos los aspectos negativos mencionados anteriormente.

Estos problemas diarios surgidos en la esfera doméstica pueden tener múltiples causas y su superación pasa por solucionarlos de manera civilizada, cediendo por parte de todos en beneficio del bien común o bien por el cese de la convivencia, cuando esta es ya insostenible.

7. Comportamientos tóxicos

Los comportamientos negativos o tóxicos que pueda tener una persona con sus padres, a menudo se traslada también a su relación de pareja, siguiendo los mismos patrones y comportamientos nocivos.

Este fenómeno se produce principalmente en casos de maltrato o abuso hacia al padre o a la madre, algo que se repite cuando la persona entabla una relación sentimental formal y acaba ejerciendo el mismo maltrato o abuso hacia su pareja.

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Carolina Marín

Carolina Marín

Pareja Y De Familia. Federada Por Feap

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Soy psicóloga federada por la FEAP y ofrezco sesiones presenciales y online.

Psicóloga

Sevilla

Carolina Marín es psicóloga federada por la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP) y miembro de la Asociación Española para la investigación y Desarrollo de la Terapia Familiar; su consulta está ubicada en Sevilla.

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