Mi pareja es emocionalmente distante: ¿qué hacer?

¿Tienes alguien a tu alrededor con quien tengas dificultades a la hora de entablar conversaciones profundas ya que no importa las veces que trates de llegar a él, siempre parece realmente imposible? Es como si vuestras charlas no llegaran a ningún sitio y aunque compartas muchos momentos con la persona, en cuanto sale el tema de las emociones, esta se cierra en banda y ya no hay forma que se vuelva a abrir. Si todo esto te resuena en alguien cercano a ti, es muy probable que estés tratando con una persona emocionalmente distante.

Los individuos que son emocionalmente inaccesibles tienen una gran dificultad a la hora de gestionar y expresar sus emociones. En el día a día, esto se refleja cuando les resulta complicado hablar de sus sentimientos, ponerle nombre a los mismos, evitan temas o situaciones que desembocan en emociones y todo se debe a que no se sienten cómodos ni con sus propios sentimientos ni con la expresión emocional de las personas de su alrededor. Esto repercute gravemente en sus relaciones interpersonales, ya sea en el amor, la familia, amistades, etc.

En este artículo veremos qúe hacer ante la experiencia de sufrir por una sensación de que "mi pareja es emocionalmente distante", con claves de comunicación y gestión de los sentimientos.

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¿Qué hacer si tu pareja es emocionalmente distante?

Las personas emocionalmente distantes son, en definitiva, frías, puesto que parecen no sentir ni padecer, incluso a veces se les confunde con una personalidad introvertida. Esto tiene implicaciones en las relaciones de pareja y en la vida amorosa en general, como eremos.

Nos gustaría aclarar que estar emocionalmente distante no tiene nada que ver con esto. De hecho, suelen ser criticados y juzgados ya que muy poca gente es capaz de realmente comprender lo que les está pasando. Es importante conocer el término en cuestión para poder ayudar, en la medida de lo posible, a este grupo de personas.

Resulta importante distinguir e identificar los comportamientos y actitudes de las personas emocionalmente distantes. A continuación, insertamos una lista donde puedes empezar a reflexionar y darte cuenta si realmente estás tratando con una persona emocionalmente inaccesible:

Se pone a la defensiva con frecuencia. Ante situaciones que les puede molestar, estas personas responden atacando. La mayoría de veces, no son capaces de sentarse a hablar para comprender lo que has querido decir, en cambio, se ponen a la defensiva tratando de evitar sus emociones negativas.
No tiene empatía. No es capaz de ponerse en la piel de la otra persona, y por supuesto, no comprende las emociones de los demás. Como comentamos anteriormente, estos individuos tienen grandes dificultades a la hora de gestionar sus propios sentimientos, pero también los de los demás.
Se toma las relaciones como un trabajo. En vez de sentir y vivir plenamente sus relaciones interpersonales, las personas emocionalmente distantes se toman los vínculos emocionales como un trabajo o un deber. Es como si se les obligara a cumplir ciertos objetivos como si de un trabajo se tratase.
Se aleja constantemente. Las personas herméticas emocionalmente suelen distanciarse de la gente de su alrededor. Suelen ser personas solitarias que prefieren no adentrarse en conversaciones con los demás por si deben expresar sus sentimientos a los demás.
Poca disponibilidad. Es habitual que estas personas se encuentren ocupadas y no puedan hacerte caso cuando les llamas. Siempre parece que tengan algo que hacer. También puede pasar que cambien de tema o incluso se vayan de la conversación cuando se trata de temas donde las emociones son las protagonistas.
Evita la intimidad, el tener que compartir sus sentimientos con las personas de su alrededor; huye de los vínculos afectivos y de la intimidad.
No le gusta el compromiso. Comprometerse es todo un mundo para las personas herméticas emocionalmente. Ligado al punto anterior, la falta de intimidad hace que estas personas eviten con todas sus fuerzas el compromiso.
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¿De dónde viene esta inaccesibilidad emocional?

Cada persona es diferente, por tanto, las razones para comprender el porqué o el origen de su distanciamiento emocional también son diversas. No obstante, los numerosos estudios realizados acerca del tema apuntan que podría estar muy relacionado con el apego recibido por parte de los progenitores en la infancia.

Ahora bien ¿qué es el apego? Es el vínculo que se crea desde los primeros momentos de vida entre la madre o padre y el recién nacido. El apego es el encargado de proporcionar seguridad al niño en situaciones de amenaza. John Bowlby, el autor relacionado con la teoría del apego, explica que existen 4 tipos:

Apego seguro: El niño sabe que su cuidador no va a fallarle. Por tanto, este niño interactúa con su entorno, se muestra con comportamientos activos, y en general, existe una sintonía entre el infante y su figura de apego. De adultos, no les provoca inseguridad el abandono y se convierten en personas independientes, con vínculos emocionales exitosos.
Apego ansioso/ambivalente: El niño no confía en sus cuidadores y tiene una sensación constante de inseguridad. Se da cuenta que sus padres a veces están y otras no. Este tipo de apego lleva a miedos y una gran angustia al separarse. Lo característico es que cuando el cuidador vuelve, muestran una gran dificultad para calmarse. Son menores que vigilan constantemente que no les abandonen. De adultos esto genera una desconfianza y siempre sienten que su pareja no les quiere realmente. Por tanto, sus relaciones interpersonales son complicadas y tienden a depender mucho de la otra persona.
Apego evitativo: Estos niños han asumido que no pueden contar con sus cuidadores, lo cual les provoca sufrimiento. La conducta de sus cuidadores no ha generado suficiente seguridad y el niño se encuentra estresado, sintiéndose poco querido y valorado. En suma, muchas veces no expresan ni entienden las emociones de los demás y por consiguiente, evitan las relaciones de intimidad. En la edad adulta, se producen sentimientos de rechazo de la intimidad con otros y de dificultades de relación. ¿Te empieza esto a sonar a una persona emocionalmente distante?
Apego desorganizado: Es una mezcla entre el apego ansioso y el evitativo. Los cuidadores muestran comportamientos contradictorios e inadecuados. En la infancia, tienden a explotar, destruir juguetes, son impulsivos y no consiguen comprender a sus cuidadores ni a su entorno. Los adultos son personas con alta carga de frustración e ira, y en definitiva, no se sienten queridas por nadie.

Volviendo al tema, parece que el apego evitativo está en la base de las personas herméticas emocionalmente. Los niños que no experimentan respuestas adecuadas ante sus necesidades emocionales se convierten en adultos con barreras emocionales invisibles e indestructibles. Les resulta incómodo intimar con alguien ya que nunca se han sentido protegidos y la única forma de sentirse bien ha sido alejándose y evitando crear cualquier tipo de vínculo. Asimismo, parece que la cultura y el género también influyen en que las personas desarrollen esta frialdad en sus emociones.

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¿Qué hacer para tratar con una persona emocionalmente distante?

El primer paso para todo es aceptar. Acepta que muy probablemente debas realizar numerosos intentos hasta que la persona se abra contigo e incluso puede que te cuente lo mínimo. No debes frustrarse por esto; tú puedes pensar que no se está esforzando lo suficiente, pero para una persona emocionalmente distante abrirse y contar sus sentimientos por más mínimos que sean, ya es un avance enorme. Por tanto, valora cada pequeño detalle que tenga contigo, puesto que te aseguramos que la persona está poniendo mucho de su parte (aunque desde fuera parezca todo lo contrario).

Yendo un paso más allá, también debes aceptar que existe la posibilidad que simplemente nunca se abra contigo ni con nadie. Esto puede que genere tal impotencia en ti que termines cansándote y decidas cortar por completo con el vínculo afectivo que tienes con esa persona. Por ello, es importante prestarle atención a que funciona en vuestra relación y que no, qué conductas hacen que la persona se cierre y cuales provocan el sentimiento contrario. Esto te puede ayudar a ver las cosas con más claridad y a partir de aquí tomar las decisiones que consideres adecuadas.

Además, debes verbalizar lo que estás sintiendo y lo que te ocurre. Comunícaselo a la persona pero siempre con un tono de voz adecuado, con frases sencillas y concisas. También es de suma importancia que no le reproches ni le reclames nada ya que esto solo hará que se cierre poco a poco. Tienes que intentar dejar tus emociones a un lado y pensar de forma racional. No te tomes todo lo que dice y hace a pecho, no lo transformes en algo tuyo. Debes comprender que la otra persona tampoco se siente a gusto en su situación y que si quieres conservar la relación, tienes que servir de apoyo y guía para ella.