El fisiólogo ruso Ivan Petrovich Pavlov (1849-1936) es conocido sobre todo por ser el iniciador del paradigma del condicionamiento clásico, también llamado “pavloviano”. No obstante, Pavlov y sus seguidores realizaron otras aportaciones significativas a la psicología, como su tipología de personalidad basada en el estudio del sistema nervioso.
En este artículo describiremos los 4 tipos de personalidad que existen según la teoría de Pavlov, así como los conceptos principales de este modelo, los más importantes de los cuales se relacionan con los procesos nerviosos básicos (la excitación y la inhibición) y con sus propiedades, que determinan las diferencias conductuales entre los seres humanos.
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La teoría de la personalidad de Pavlov
Pavlov desarrolló su teoría sobre la personalidad a través de los experimentos que llevó a cabo en su laboratorio. De forma específica, este autor investigó el aprendizaje de respuestas reflejas por condicionamiento utilizando perros como sujetos experimentales; en relación a estos animales, son particularmente conocidos los estudios de Pavlov sobre la salivación.
A diferencia de otros modelos de personalidad vigentes en la época, entre los que destaca la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, el de Pavlov no se centra sólo en la descripción de las diferencias psicológicas entre individuos, sino que procura explicarlas mediante el estudio de la actividad del sistema nervioso, que da lugar al temperamento, la base de la personalidad.
Es por esto que la propuesta de Pavlov sobre la personalidad se enmarca en las teorías biológicas, que utiliza constructos relacionados con la biología para explicar las diferencias individuales. Las tipologías somáticas de Kretschmer y Sheldon, la frenología de Gall o modelos más actuales como los de Eysenck, Gray o Zuckerman forman parte de la misma categoría.
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Los procesos nerviosos y sus propiedades
La tipología de personalidad de Pavlov se deriva de sus hipótesis sobre las propiedades básicas del sistema nervioso. En este sentido es importante considerar dos procesos fisiológicos, la excitación y la inhibición, así como sus tres principales propiedades: la fuerza, el equilibrio y la movilidad.
Los procesos nerviosos excitatorios y los inhibitorios se dan de forma independiente, aunque interactúan dando lugar a distintos estados de actividad cortical en función del grado de predominio de cada uno de ellos. La definición de estos conceptos es similar a la que manejamos en la actualidad al hablar de los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.
Pavlov afirmó que las diferencias interindividuales en la conducta se explican por las propiedades de los procesos excitatorios e inhibitorios de cada persona (o animal). Habló de “fuerza” para referirse a la capacidad general de trabajo de las neuronas, del “equilibrio” entre la excitación y la inhibición y de la “movilidad” o velocidad de estos procesos.
La fuerza, el equilibrio y la movilidad serían las propiedades más relevantes, pero Pavlov también describió la irradiación, o difusión del proceso a otras áreas del sistema nervioso, y la concentración de éste en una región determinada. Posteriormente su discípulo Vladimir Nebylitsyn añadió una cuarta propiedad: el dinamismo o velocidad de formación de reflejos.
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Los 4 tipos de sistema nervioso
Según Pavlov las características de los procesos nerviosos fundamentales en una persona concreta determinan el tipo de actividad de su sistema nervioso, y por tanto su temperamento. Estos rasgos biológicos constituirían la base de la personalidad; al interactuar con factores ambientales producirían diferencias en la conducta entre individuos.
Los criterios que Pavlov utilizó para realizar su clasificación fueron bastante arbitrarios. En primer lugar dividió a los perros en dos grupos en función de si su sistema nervioso era fuerte o débil. Después separó a los fuertes en función de si eran equilibrados o no; por último, creó las categorías “fuerte-equilibrado-lento” y “fuerte-equilibrado-impulsivo”.
1. Fuerte y no equilibrado
Este tipo de temperamento se caracteriza por la falta de equilibrio entre los procesos de excitación y de inhibición; existe, por tanto, una tendencia a la aparición de estados fisiológicos en que predomine uno de los dos de forma muy marcada.
Podemos relacionar la personalidad fuerte y no equilibrada (o impetuosa) con el temperamento colérico de la tipología de los humores de Galeno, médico griego que vivió en el siglo II d.C. y en el que Pavlov se inspiró. En el modelo PEN de Eysenck sería equiparable con niveles altos de extraversión y bajos de estabilidad emocional.
2. Fuerte, equilibrado y lento
En este caso las neuronas tienen una buena capacidad de trabajo y el balance entre excitación e inhibición es adecuado, pero la velocidad de iniciación y terminación de estos procesos es baja. El tipo fuerte-equilibrado-lento se corresponde con la introversión y la estabilidad emocional en el modelo de Eysenck, y con el tipo flemático de Galeno.
3. Fuerte, equilibrado e impulsivo
A diferencia del tipo anterior, en el tipo fuerte-equilibrado-impulsivo la velocidad de los procesos de excitación y de inhibición es elevada. Siguiendo la clasificación de Galeno hablaríamos del temperamento sanguíneo, y en la de Eysenck estas personas tendrían un grado elevado de extraversión y de estabilidad emocional.
4. Débil
El cuarto tipo es equivalente al temperamento flemático de Galeno y presentaría introversión e inestabilidad emocional en el modelo de Eysenck. Pavlov lo define simplemente como una baja capacidad de trabajo de las células del sistema nervioso.