Aunque no siempre nos demos cuenta de ello, cada día nos enfrentamos a multitud de demandas reales o imaginarias que pueden llegar a alterar nuestra salud y nuestro bienestar personal.
El afrontamiento individual de estas demandas, es decir, la forma como solucionamos los problemas, cobra gran importancia para mantener el equilibrio personal.
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Las consecuencias de los estilos de afrontamiento
Diversas investigaciones han analizado los efectos de los estilos de afrontamiento utilizamos en situaciones adversas, y llegan a la conclusión que nos enfrentamos de una manera más o menos exitosa a los retos según sean los rasgos que conforman nuestra personalidad.
Por ejemplo, un estilo de afrontamiento centrado en la emoción que incluye distanciamiento, autocontrol, búsqueda de apoyo social, evasión, aceptación de la responsabilidad y revalorización positiva, será más beneficioso que un afrontamiento que incluya aislamiento, culpabilidad, temor y revaloración negativa. La forma en que gestionamos nuestras emociones en estas situaciones difíciles se manifestará bien en una estabilidad o en una inestabilidad emocional.
La importancia del autoconocimiento ante los retos del día a día
Conocernos a nosotros mismos ha sido uno de los grandes retos planteados desde la antigüedad; para ello, la ciencia actual ha diseñado sofisticados test de personalidad perfeccionados con precisos algoritmos matemáticos y por supuesto siempre sujetos a la interpretación de un profesional experto.
Actualmente, los instrumentos que más nos pueden ayudar en el proceso de mejora de terapia son las pruebas de personalidad y las escalas de ansiedad.
Para medir la estructura de la personalidad el modelo más usado es el de “los cinco factores” , usando el inventario de personalidad NE0 PI-R (Costa y McCrae, 2008). Este test es uno de los instrumentos más prestigiosos para la evaluación de la personalidad no patológica y se ha convertido en una de las herramientas más usadas en diversos ámbitos. Consta de 240 preguntas en las que se responde en una escala de cinco opciones de respuesta y permite la evaluación de los cinco factores principales de personalidad: Neuroticismo, Extraversión, Apertura, Amabilidad, y Responsabilidad.
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Los pilares de la personalidad
El modelo de cinco factores de los rasgos de personalidad supuso una novedad importante en la investigación de la personalidad, y los resultados obtenidos mediante los test basados en este dieron lugar a nuevas vías de conocimiento en las teorías de la personalidad.
Estas teorías dieron una importancia principal a los rasgos que conforman una tipología de personalidad determinada y también tratan sobre la influencia del entorno social y cultural en la evolución de la estructura de los rasgos que nos definen como individuos únicos.
Por otra parte, para medir el grado de ansiedad, el instrumento más utilizado es el cuestionario STAI (Spielberger, Gorsuch & Lushene, 2011).
Esta prueba evalúa dos conceptos independientes de la ansiedad y consta de dos secciones 20 preguntas cada una. La primera analiza la ansiedad como estado (A/E) y la segunda la ansiedad como rasgo (A/R). Se cumplimenta con una escala con cuatro opciones de respuesta para cada pregunta. Los resultados nos dan información sobre dos conceptos independientes de la ansiedad.
El primero se define como un estado de ansiedad emocional transitorio (A/E) y que depende de las circunstancias del momento en el que se realiza la prueba. El segundo nos da los datos de un rasgo estable (A/R) y que caracteriza a los individuos con tendencia a percibir las situaciones como amenazadoras en mayor o en menor medida.
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La influencia de la personalidad en los estilos de afrontamiento
El primer rasgo evaluado por el NEO-PIR es el Neuroticismo, y define este concepto como la tendencia innata a manifestar estabilidad o inestabilidad emocional. Numerosas investigaciones han estudiado la relación que existe entre los rasgos de nuestra personalidad y los niveles de ansiedad experimentados. Las correlaciones encontradas entre el factor Neuroticismo y la ansiedad rasgo y estado, indican que los niveles elevados en el factor Neuroticismo y sus facetas correspondientes se corresponden con puntuaciones altas en la ansiedad rasgo y estado.
Las personas con un elevado rasgo de Neuroticismo utilizarán un afrontamiento centrado en la emoción para resolver situaciones de estrés, lo cual a la larga puede llevar al agotamiento como consecuencia de un desgaste emocional continuo y aparecer manifestado tanto en problemas físicos (infecciones, cansancio, dolores...) como en problemas psicológicos (decaimiento, apatía, miedo, dudas...).
Otros rasgos de personalidad que nos interesa conocer antes de realizar terapia son la Amabilidad y la Extroversión. Estas características de personalidad evalúan los rasgos de tendencias interpersonales. Puntuaciones elevadas en estos factores definen una personalidad afectuosa, enérgica, y positiva para las relaciones interpersonales.
La Responsabilidad y la Apertura a la experiencia, las otras dos características que completan “los cinco grandes”, definen la tendencia a enfocarse en la consecución de nuestros objetivos y la apertura mental respectivamente.
En definitiva, el famoso lema “conócete a ti mismo” puede ser la clave para recuperar el equilibrio perdido.