En muchas ocasiones hemos escuchado que para el individuo la búsqueda del éxito es vital, entendiendo el éxito más allá de un estatus social o económico elevado. Considerándolo mas bien como plenitud, la verdadera grandeza interior. Éste encierra un conjunto de elementos que pueden ir desde tener relaciones positivas, hasta lograr experimentar bienestar, tanto en el trabajo, como en las diferentes áreas en las que te desempeñas, seas padre, madre, hijo, amigo, hermano, compañero, empleado... Cabe agregar otros elementos tales como la presencia del optimismo, el sentido de pertenencia a grupos, tus niveles de satisfacción y bienestar personal general. Sinónimo de triunfo, superación, victoria, progreso.
El poder de la resiliencia
Frente a las diversas situaciones que cada uno experimenta seguramente te has topado ante circunstancias desbastadoras, pero también, delante de realidades en las que te sientes satisfecho contigo mismo, donde has podido experimentar seguridad y fuerza interior. Estas últimas en particular, te complementan de condiciones, actitudes y virtudes para enfrentar las demandas e imprevistos que se puedan presentar.
De qué te hablo, para sobreponerte ante las dificultades y reconstruir tu futuro. De esa habilidad para resurgir de la adversidad; llámese crisis, ambientes difíciles, realidades peligrosas, traumas. Buscando adaptarte, recuperarte y permitirte alcanzar una vida significativa y productiva. Es un ajuste saludable ante la realidad adversa que genera emociones negativas, que te permite resistir, restaurarte y forjarte hacia el futuro para crear emociones positivas. Esto es Resiliencia, una manera esperanzadora y optimista de proyectarte y rehacerte.
Cualquier circunstancia que quiebre la armonía en tu ambiente, se transforma en una situación desfavorable. Por ello, se le considera subjetiva a la adversidad. Vale destacar que la necesidad más primaria es la de seguridad emocional, esa experiencia de ser aceptado incondicionalmente, ser cuidado, querido y valorado. La insatisfacción de esta necesidad, será percibida como abandono, soledad, desamparo, rechazo, inseguridad o miedo.
El apego es indispensable para satisfacer esa necesidad de ser amado y protegido, ya que conlleva la incondicionalidad de la aceptación. Además, al crecer y desarrollarnos, necesitamos ampliar nuestras relaciones sociales. Éstas, satisfacen la necesidad de sentirte perteneciente a un grupo, te brinda la oportunidad de compartir y disfrutar de las relaciones con los iguales, la amistad y el compañerismo. Exigiéndote salir de ti mismo, y considerar al otro, dentro de una relación voluntaria, que demanda reciprocidad.
¿Cómo se desarrolla esta personalidad?
El dicho que reza “la adversidad nos fortalece” evidencia que puedes generar experiencias, nuevos recursos y evolucionar en tu camino a pesar de las dificultades. Así, se desarrolla ser resiliente. Sin embargo, existen algunas personas que poseen ciertos rasgos o características que las protegen ante eventos estresantes típicos. Generalmente se asocia con una tendencia a percibir los posibles eventos traumáticos de una forma menos amenazadora.
Son éstas, las que se reconocen como de personalidad resistente, quienes manejan tanto mecanismos de evaluación del ambiente, como habilidades de afrontamiento más convenientes. Al mismo tiempo de que realmente ven los hechos como menos amenazantes, ellos mismos, se mantienen más optimistas sobre su habilidad para afrontarla. Pero cuidado con pensar que evitando el problema creas que resolviste la situación, porque allí continuará estando. Una interesante pregunta sería ¿Cómo desarrollar la personalidad resistente?
- Céntrate en cómo resolver el problema y no sólo en la emoción o sensaciones que te genera malestar.
- Piensa qué puedes hacer para resolverlo o que puedes aprender de ello.
- Busca apoyo social, en amigos, consejos en gente madura o con experiencia, hasta el apoyo con un profesional de ser necesario.
- Adquiere hábitos y conductas de salud en general, cuida tu alimentación, haz ejercicio, practica la respiración consciente y la meditación.
- Comprométete con la situación que te genera ansiedad para superarla, tomando el control de la misma, asúmela como un reto.
- Presta atención a cómo percibes los estímulos estresantes en general, para determinar cómo controlarlos y sobre llevarlos.
Te menciono estas habilidades para resurgir de la adversidad y adaptarte o recuperarte, pero además, favorecerte una vida significativa y beneficiosa. Una destreza que te permite rehacerte.
¿Cómo podrías afrontar de manera práctica ese tipo de dificultades para proyectarte a un futuro mejor?
Busca el mayor número posible de alternativas que te permitan solucionar la dificultad. Incluso, piensa al menos diez alternativas, eso te obligará a cambiar tu punto de vista habitual. Una vez ampliada tu perspectiva, será el momento de evaluar las posibles soluciones y decidir cuál o cuáles elegir.
Otras acciones que podrías poner en práctica sería identificar ¿Qué piensas en esos contextos? ¿Qué emociones o sensaciones te producen? ¿Qué puedes hacer para redirigirlos favorablemente? La idea es que puedas detallar cual ha sido el suceso real e identificar los pensamientos y sensaciones concebidas a partir del acontecimiento, para generar de allí pensamientos que sean opuestos positivos y gestionar las emociones y sensaciones vividas.
Ten presente además, que la conexión humana es esencial para nuestra salud emocional y cognitiva. Necesitamos del contacto humano, de la cercanía con personas significativas; la realidad de la vida nos está llevando a estar cada vez más solos y esto, tampoco te ayuda. Atento a como llevas tu vida, si tu familia se hace más pequeña, si tus amigos ya no están, si la jornada laboral te reclama largas horas.
O incongruentemente, te apoyas en la tecnología para acercarte, pero terminas desconectado de los más cercanos, o sencillamente no siempre logras suplir la calidez de un encuentro personal. ¿Y si comenzamos a reconectar y encontramos maneras de salir del individualismo y el aislamiento? Seguramente te sentirías más cerca de una vida significativa y productiva. Algunas ideas para transformar tu realidad en el día a día:
- Participa en actividades sociales o encuentros dentro de tu comunidad.
- Fomenta espacios de conversación, donde cada uno se pueda sentir escuchado y comprendido.
- Usa la tecnología como puente, cuidando que no se convierta en reemplazo, o en el principal o único recurso.
Que para ti, una vida de calidad sea también vivir acompañado. Así, de esta manera, iras dando pequeños pasos hacia una vida plena, más conectada y fortalecida. Anímate desde hoy, un paseo, un momento compartido, un mensaje o una llamada. Haz prioridad el conectarte y que la soledad no te cobije tras la adversidad. Que ante cualquier circunstancia que quiebre la armonía en tu ambiente, puedas experimentar la certeza de que no todo es negativo, que puedes obtener todo lo que necesitas, que la vida ofrece oportunidades, solo necesitas permitirte verlas, tu actitud es fundamental para sentirte pleno y fluir de manera natural.