14 consejos para tener más fuerza de voluntad

¿Cómo incrementar esos niveles de motivación y voluntad de mejora y de crecimiento personal?

Consejos para motivarse.
Varias claves para apostar de verdad por tus metas.Unsplash.

Se acerca el fin de año y con ello la típica lista de propósitos para el 2018. Dentro de esa lista de deseos, en una gran cantidad de casos nos encontraremos a viejos conocidos como el “ir al gimnasio”, “bajar de peso”, “dejar de fumar”. Unos propósitos que por norma general son abandonados al poco de empezar a llevarlos a cabo, o que directamente ni se intentan cumplir.

¿El motivo de esto? Pueden ser muchos, pero si dejamos las excusas a un lado nos encontramos en que uno de los mayores obstáculos es la falta de fuerza de voluntad.

Y es que puede ser difícil de mantener, dado que en el día a día, abundan las situaciones que pueden llevar a desanimarnos y dejar de esforzarnos por algo. Por ello, en este artículo vamos a hablar sobre cómo tener más fuerza de voluntad.

La importancia de la fuerza de voluntad

Todos o casi todos sabemos o tenemos una idea respecto a qué es la fuerza de voluntad, siendo fácil encontrar algún ejemplo de esta capacidad o de su ausencia. Pero de cara a mejorar la comprensión de qué estamos proponiendo incrementar, es útil hacer una breve definición sobre el concepto del que estamos hablando.

Se entiende por fuerza de voluntad a aquella capacidad o habilidad para perseguir un objetivo concreto a pesar de la existencia de obstáculos, dificultades y distractores. No se trata de saber llegar al objetivo en sí, sino de persistir en la voluntad de lograrlo a pesar de que podamos no saber cómo afrontar las dificultades que nos impiden llegar a él. Estaríamos pues ante la idea de no ceder en nuestras pretensiones, no rendirnos y perseverar aunque no veamos resultados inmediatos.

La fuerza de voluntad suele correlacionar positivamente con la capacidad de demora de gratificación: las personas que son capaces de posponer la obtención de una gratificación con el fin de ser recompensados más adelante con algo que les motive especialmente.

Observemos los ejemplos puestos en el primer párrafo de este artículo: perder peso o ir al gimnasio. El objetivo es algo deseado y gratificante para quien se lo marca como meta, pero requiere de un esfuerzo continuado a lo largo de un tiempo que puede ser relativamente prolongado. Y entre medio van a aparecer continuas tentaciones en forma de comida, bebida, planes u obstáculos como cansancio e incluso sufrimiento.

Lo mismo ocurre con quien quiere dejar de fumar: sabe que es algo que quiere dejar, pero coger un cigarrillo le produce satisfacción a nivel inmediato. Sólo aquellas personas que sean capaces de resistir la tentación de obtener un refuerzo inmediato para conseguir su objetivo conseguirán persistir hasta llegar a alcanzar su meta (aunque puedan tener alguna caída puntual).

Consejos para tener más fuerza de voluntad

La fuerza de voluntad, en definitiva, es una habilidad importante que es muy valorada socialmente, de forma personal y también en el ámbito laboral y académico. Pero no algo que aparezca de la nada, sino que es una capacidad psicológica que se va adquiriendo y potenciando a lo largo de la vida.

En este sentido, podemos llevar a cabo diferentes actividades para mejorar la fuerza de voluntad. Algunas estrategias y actuaciones que nos pueden ayudar son las siguientes.

1. Proponte objetivos claros

Uno de los posibles motivos por los que no se consigue mantener la fuerza de voluntad para hacer algo es el desconocimiento y la falta de seguridad en lo que queremos. Proponerse objetivos claros y conocer la manera de llevarlos a cabo es fundamental y ayuda a que podamos generar la suficiente motivación y fuerza de voluntad para perseguirlos.

2. Sé realista

Otro de los mayores problemas que tiene la mayoría de las personas es que quieren resultados inmediatos y poco realistas. Quiero bajar 15 kilos en un mes o quiero dejar de hacer algo que llevo haciendo los últimos diez años en un momento. Personas que ya tengan de base una gran fuerza de voluntad podrían llegar a lograrlo, pero la mayoría de la población debería tener en cuenta que para lograr algo no suelen valer atajos y que se requiere de un esfuerzo continuado y prolongado en el tiempo. Ten en cuenta las experiencias anteriores y ajusta tus expectativas respecto a lo que te puede costar lograr tu meta.

3. Paso a paso: divide tareas en subtareas

Algo muy útil para lograr tus objetivos y a la vez reforzar tu fuerza de voluntad es dividir tu objetivo en diferentes pasos, fases o subtareas. Identifica y crea objetivos a corto y medio plazo que permitan llegar al objetivo final.

4. Establece un planing

Lo contrario al anterior punto también puede ser un problema: fijarse un objetivo a cumplir en un periodo de tiempo indeterminado nos puede llevar a procrastinar y no hacer nada. Es por ello que es altamente recomendable establecer una planificación previa del tiempo que le vamos a dedicar a un objetivo concreto y esforzarse en cumplirlo. De este modo iremos avanzando en nuestro objetivo, y el conocimiento de este hecho reforzará la motivación para seguir adelante.

5. Lleva un registro

Relacionado con el punto anterior, otro de los medios que pueden facilitar fortalecer nuestra fuerza de voluntad y alcanzar nuestras metas es llevar a cabo un registro de nuestra actividad, de cara a que podamos valorar nuestros logros y avances.

6. Date pequeñas recompensas

Lograr algo del tirón es muy complicado. Autogratificarnos según vayamos avanzando en la consecución de objetivos (siempre y cuando dicha autogratificación no vaya en contra del objetivo final en sí) puede servirnos para preservar y fortalecer nuestra motivación.

7. No lo hagas todo a la vez

Todos tenemos muchos objetivos a lo largo de la vida. Sin embargo, si tenemos como objetivo encontrar pareja, hacer deporte, ser más productivo en el trabajo, bajar de peso, apuntarnos a un cursillo de cocina y hacer tres másters y dos doctorados vamos a terminar por no hacer nada o por agotarnos. Debemos tener en cuenta que no podemos hacerlo todo a la vez. Y mucho menos si lo que intentamos es entrenar la fuerza de voluntad: lo más recomendable y sano es identificar un elemento cada vez y centrarnos en él.

8. Meditación

La práctica de la meditación contribuye en gran medida a fortalecer la fuerza de voluntad, relativizar la importancia de las cosas y ver el mundo desde una perspectiva más centrada. De hecho, se ha demostrado cómo la práctica habitual de la meditación disminuye los niveles de estrés e incluso contribuye a mejorar la conectividad sináptica de regiones cerebrales, como el prefrontal.

9. Exposición

Una de las formas de entrenar la fuerza de voluntad es, precisamente, exponerse a estímulos que la pongan a prueba. Se trata de favorecer que tengamos que resistir la tentación. Para ello puede resultar de utilidad empezar por exponernos a situaciones que aunque nos sean tentadoras no nos generen una necesidad inmediata e irresistible, para poco a poco y según veamos que podemos resistir ir procediendo a exponerse a elementos que nos causen mayor atracción.

Es posible exponerse directamente a los elementos que más nos cueste resistir, pero con ello también nos arriesgamos a no ser capaces de soportarlo y favorecer que más que aumentar la fuerza de voluntad esta disminuya. Si se aplica correctamente y se consigue, este método también nos ayuda a mejorar nuestra sensación de competencia y autoeficacia, lo que además puede contribuir a aumentar la autoestima.

10. Date autoinstrucciones positivas

Generalmente, al hacer cualquier cosa vienen a nuestra mente diversas autoverbalizaciones respecto a qué hacer y cómo.

Frecuentemente, estas autoinstrucciones incluyen contenidos mentales y emocionales y expectativas sobre el resultado (por ejemplo si lo vamos a hacer bien o mal, si vamos a lograr o no nuestro objetivo, etc.). Intentar hacer que estas instrucciones sean positivas e incluyan mensajes en los que se refuerce y se considere positivamente la propia capacidad puede hacer que a la larga nos sintamos más capaces y se incremente la fuerza de voluntad.

11. Encuentra un modelo a seguir

Una manera de fortalecer la fuerza de voluntad es la inspirarte en personas a las que aprecies y admires. Aprender sobre ellas y su forma de hacer las cosas y lograr sus metas. Observar la presencia de una gran fuerza de voluntad nos puede ayudar a intentar imitarla y fortalecer la nuestra propia.

12. Relativiza y acepta las caídas

Por mucho que tengamos fuerza de voluntad, todos podemos caer en algún momento en que nos olvidamos de nuestro objetivo o tenemos un momento de debilidad en el que hacemos lo contrario de lo que pretendemos.

Ello nos puede conducir a culpabilizarnos, sentirnos poco competentes y finalmente a desmotivarnos y abandonar. Una buena idea para incrementar nuestra fuerza de voluntad es, aunque parezca contradictorio, aceptar que podemos fallar y tener algún momento de debilidad. Eso sí, sin excedernos en ser autoindulgentes: se trata de no machacarse a un mismo si ocurre una caída, no de dejar que sucedan sin más.

13. Mejor acompañados

Mantener la motivación y la fuerza de voluntad para alcanzar un objetivo es complicado. Recibir apoyo externo en el proceso o establecer una meta compartida facilita que exista una dificultad añadida a caer en la tentación. Por otro lado, también depende de la actitud de cada uno: si alguien te tienta continuamente a abandonar tu meta se convertirá en un desafío para tu fuerza de voluntad.

14. Haz ejercicio

Lo que para muchas personas es un objetivo a cumplir puede servir asimismo para ayudarnos a incrementar la fuerza de voluntad para hacer otras. Tensar y destensar los músculos puede ayudarnos a fortalecer no solo nuestro cuerpo sino también nuestra mente, liberándose endorfinas y mejorando nuestra sensación de competencia. Además, requiere de un esfuerzo que hace que parte de nuestra atención se desvíe de la posible tentación.

Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Barcelona

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster en Psicopedagogía con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el Máster en Psicología General Sanitaria por la UB.

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