Un concepto que se ha popularizado en las últimas décadas —no solo en el ámbito académico, sino también en la sociedad en general— es el de inteligencia emocional. Por tal entendemos a la capacidad para reconocer y entender las emociones, tanto propias como ajenas, para así regular las respuestas que podríamos dar en nuestros vínculos interpersonales.
En este sentido, podríamos sostener que la inteligencia emocional tiene una doble dimensión. Por una parte, está orientada hacia el plano intrapersonal, ya que alude a nuestras habilidades para supervisar nuestros propios sentimientos y emociones para después poder actuar de forma alineada con lo que pensamos y sentimos. No obstante, la inteligencia emocional enfatiza en la capacidad para notar dichos estados en los demás con el objetivo de relacionarnos de un modo más adaptativo respecto al medio.
- Artículo relacionado: "Desarrollo Personal: 5 razones para la autorreflexión"
¿La Inteligencia Emocional lleva al éxito?
Si bien el concepto está en creciente aceptación por parte de la sociedad, en el ámbito académico no ha estado libre de críticas (lo mismo que sucede con gran parte de los constructos teóricos que se elaboran para inferir qué acontece dentro de la mente humana); pero esto no quita que incluso así exista evidencia a favor de que la inteligencia emocional podría ser predictiva de ciertas variables sumamente importantes para vivir una vida plena, las cuales componen lo que consideramos como éxito personal, el tema que desarrollaremos en este artículo.
- Quizás te interese: "Gestión emocional: 10 claves para dominar tus emociones"
Las distintas formas de inteligencia
Para entender con mayor detalle este tema, es importante señalar que el furor alrededor de la inteligencia emocional se debe a que permitió apartarse de la concepción tradicional de inteligencia. A grandes rasgos, ésta última aduce que la inteligencia implica la puntuación obtenida en determinadas pruebas psicométricas capaces de evaluar las funciones psicológicas de alto orden como la resolución de problemas. Por su parte, la inteligencia emocional concibe que una persona inteligente sería capaz de identificar y regular sus propios estados emocionales como así también compararlos con los de los demás, añadiendo una nueva dimensión de análisis respecto a este tema (aunque es verdad que anteriormente otros autores ya habían señalado los límites de la inteligencia entendida solo como razonamiento, tal como sostuvo Gardner en su desarrollo respecto a las inteligencias múltiples).
Eso sí, esto no quiere decir que ciertos tests o pruebas psicométricas tradicionales como el cociente intelectual (CI) hayan quedado obsoletas. De hecho, suelen utilizarse incluso hoy en día ya que son pruebas estandarizadas que permiten predecir factores como el desempeño profesional y el rendimiento académico. Sin embargo, como adelantábamos en un principio, en este cometido la inteligencia emocional también ha encontrado evidencia a favor.
David Goleman, el autor que popularizó este constructo, señalaba que "las aptitudes emocionales son más importantes para el éxito laboral que el intelecto y el conocimiento técnico", y que una persona con un CI promedio podría alcanzar el éxito si contara con una inteligencia emocional por encima de la media. A continuación, expondremos los hallazgos de algunas investigaciones que estudiaron si existe realmente relación entre inteligencia emocional y éxito, tal como Goleman suponía.
- Artículo relacionado: "Autoconocimiento: definición y 8 consejos para mejorarlo"
¿Existe relación entre inteligencia emocional y éxito personal?
Para poder responder a esta pregunta, primero sería necesario determinar qué entendemos por éxito personal. Al tratarse de un término cuyo significado recae en la subjetividad de cada persona, es difícil que podamos hallar investigaciones que estudien la relación directa entre este concepto y la inteligencia emocional. Sin embargo, podemos diseccionarlo. El éxito puede implicar muchas cosas: cultivar un propósito, alcanzar logros profesionales, tener una alta satisfacción y calidad de vida, cuidar la salud física y mental… son solo algunas de las tantas dimensiones que podría abarcar el éxito personal.
Tomemos, por ejemplo, los logros profesionales como uno de los factores del éxito personal. La literatura al respecto es extensa. Ciertas investigaciones han encontrado que existe relación estadísticamente significativa entre altos puntajes de inteligencia emocional y mayores probabilidades de desempeñar mejor una labor. De hecho, esta hipótesis fue ampliamente corroborada. Otras hipótesis que fueron apoyadas de manera parcial por la empiria fueron que la inteligencia emocional podría contribuir a predecir el liderazgo de una persona, y que, además, su contribución como factor predictivo de liderazgo sería mayor al de las competencias de tipo intelectual. En otras palabras, podríamos sostener que desarrollar habilidades relativas a la inteligencia emocional —como la capacidad para vincularse con otros entendiendo sus estados emocionales, siendo empáticos, comunicarse asertivamente, entre otros— serían de gran importancia para alcanzar el éxito laboral.
Para muchas otras personas, no obstante, el éxito no supone alcanzar metas significativas en el área laboral ni obtener grandes logros en lo académico (respecto a esto último, por cierto, se han concretado muchos estudios con estudiantes secundarios y universitarios que encontraron relaciones significativas entre carencias relativas a la inteligencia emocional y bajo desempeño académico, consumo de drogas y conductas disruptivas). Al contrario de la noción arraigada que acarreamos de "éxito", muchas personas tienden a vincular el éxito con una alta satisfacción respecto a su vida. Pues bien, los resultados indican que las personas con mayores niveles de inteligencia emocional tienden a considerarse más satisfechas con sus propias vidas, como así también presentan una mayor autoestima. Por si fuera esto poco, el hecho de que una persona puntúe alto respecto a la variable inteligencia emocional se relaciona a menores niveles de ansiedad y depresión.
Avance Psicólogos
Avance Psicólogos
Centro de Psicología en Madrid
A la luz de los hallazgos expuestos, podríamos apoyar la idea de que el desarrollo de las capacidades propias de la inteligencia emocional está relacionado no sólo a la noción del éxito en tanto alcanzar logros en el trabajo o tener un buen rendimiento académico, sino también con el éxito vinculado a variables del bienestar psicológico en general.