Así es como exponernos a la luz solar potencia el sistema inmune, según un nuevo estudio

Los neutrófilos, claves en la defensa del cuerpo, se activan con la luz del día.

Así es como exponernos a la luz solar potencia el sistema inmune
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La luz solar es esencial para la vida, y su influencia va mucho más allá de regular nuestro sueño o mejorar el ánimo. Un nuevo estudio científico ha revelado que la exposición a la luz del día puede potenciar de manera significativa la capacidad de nuestro sistema inmune para combatir infecciones. Los investigadores han descubierto que las células defensivas más abundantes en nuestro cuerpo, los neutrófilos, aumentan su eficacia para eliminar bacterias cuando reciben la señal de la luz solar.

Este hallazgo no solo amplía nuestro conocimiento sobre cómo funciona la inmunidad, sino que también sugiere estrategias sencillas y naturales para fortalecer la salud. A continuación, exploraremos cómo la luz solar actúa sobre el sistema inmune y qué implicaciones tiene este avance para nuestra vida cotidiana.

Contexto: El sistema inmune y los neutrófilos

El sistema inmune es la compleja red de células, tejidos y órganos que protege a nuestro cuerpo frente a infecciones y enfermedades. Su función principal es detectar y eliminar agentes patógenos, como bacterias, virus y hongos, antes de que puedan causar daño. Entre las muchas células que componen este sistema, los neutrófilos ocupan un lugar destacado: son el tipo más abundante de glóbulos blancos en la sangre y actúan como la primera línea de defensa cuando un microorganismo invade nuestro organismo.

Cuando se produce una infección, los neutrófilos son los primeros en llegar al lugar afectado. Allí, rodean y destruyen a los invasores mediante diferentes mecanismos, como la fagocitosis (engullendo a los microbios), la liberación de sustancias tóxicas y la formación de trampas extracelulares que atrapan y matan bacterias. Gracias a su rapidez y eficacia, los neutrófilos ayudan a contener las infecciones en sus etapas iniciales, evitando que se propaguen.

Sin embargo, la actividad de los neutrófilos no es constante a lo largo del día. Diversos estudios han demostrado que el sistema inmune, al igual que otros procesos biológicos, sigue patrones rítmicos conocidos como ritmos circadianos. Estos ritmos, que duran aproximadamente 24 horas, regulan funciones como el sueño, la temperatura corporal y la liberación de hormonas. Los neutrófilos también poseen relojes internos que influyen en su comportamiento y eficacia, ajustando sus respuestas según la hora del día. Esta sincronización con los ciclos de luz y oscuridad prepara al cuerpo para defenderse mejor durante los periodos en los que es más probable entrar en contacto con patógenos.

Luz solar y relojes circadianos celulares

La luz solar desempeña un papel fundamental en la regulación de nuestros ritmos circadianos, esos ciclos biológicos de aproximadamente 24 horas que influyen en funciones tan esenciales como el sueño, la temperatura corporal, la producción hormonal y, como se ha descubierto recientemente, la actividad del sistema inmune. El reloj circadiano central se encuentra en el hipotálamo, en una estructura llamada núcleo supraquiasmático, que actúa como un director de orquesta sincronizando los relojes periféricos presentes en casi todas las células del cuerpo, incluidas las del sistema inmune.

El principal estímulo que ajusta este reloj biológico es la luz, especialmente la luz solar. Cuando la luz entra por la retina, envía señales al cerebro para regular la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño, disminuyéndola durante el día y aumentándola por la noche. De este modo, el ciclo luz-oscuridad es el mayor sincronizador de los ritmos circadianos, permitiendo que el organismo adapte sus funciones a los cambios ambientales diarios causados por la rotación de la Tierra.

A nivel celular, los relojes circadianos funcionan mediante osciladores bioquímicos que regulan la expresión de genes y proteínas de manera rítmica. Esta sincronización no solo es clave para el sueño y el metabolismo, sino también para el correcto funcionamiento de las células inmunes, como los neutrófilos, que ajustan su actividad defensiva según la hora del día. Por ello, exponerse a la luz solar durante el día es una estrategia eficaz para robustecer el ciclo circadiano y, en consecuencia, optimizar la respuesta inmune del organismo.

El estudio: Descubrimientos clave

El reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Auckland ha arrojado luz sobre un fascinante mecanismo que conecta la exposición a la luz solar con la capacidad de nuestro sistema inmune para combatir infecciones. Para desentrañar este vínculo, los científicos utilizaron un modelo animal muy especial: el pez cebra. Este pequeño pez de agua dulce, además de compartir muchas similitudes genéticas con los humanos, puede criarse con cuerpos transparentes, lo que permite observar en tiempo real cómo funcionan sus células y órganos.

El equipo se centró en los neutrófilos, las células inmunes más abundantes y rápidas en responder ante una infección. Lo que descubrieron fue sorprendente: los neutrófilos no solo reaccionan a la presencia de bacterias, sino que también poseen un reloj interno, un “reloj circadiano”, que les indica cuándo es de día. Este reloj interno se activa con la luz, lo que incrementa notablemente su capacidad para eliminar bacterias durante las horas diurnas.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores observaron que la actividad bactericida de los neutrófilos era mucho mayor durante el periodo de luz que durante la oscuridad. Analizando los mecanismos moleculares, identificaron que una proteína llamada Per2 juega un papel fundamental en este proceso. Cuando la luz activa el reloj circadiano de los neutrófilos, Per2 impulsa la producción de especies reactivas de oxígeno, unas moléculas altamente efectivas para destruir bacterias invasoras. Además, se descubrió que la expresión de un gen llamado hmgb1a, relacionado con la respuesta inmune, también aumenta durante el día gracias a la acción de Per2.

Otro hallazgo relevante fue la identificación de un elemento regulador en el ADN de los neutrófilos que actúa como un interruptor sensible a la luz. Este elemento, que contiene sitios de unión para las proteínas BMAL1 y NF-κB, permite que la respuesta inmune se active preferentemente durante el día. Cuando los científicos alteraron este interruptor en los neutrófilos, la capacidad de estas células para matar bacterias bajo la influencia de la luz disminuyó notablemente.

En resumen, este estudio demostró que la luz solar no solo regula nuestros ciclos de sueño y vigilia, sino que también potencia el sistema inmune al sincronizar el reloj interno de los neutrófilos. Esto les permite estar en su punto máximo de eficacia justo cuando más lo necesitamos: durante el día, cuando estamos activos y más expuestos a posibles infecciones. Este descubrimiento abre la puerta a nuevas estrategias para fortalecer la inmunidad aprovechando la influencia de la luz sobre nuestros relojes biológicos.

Implicaciones evolutivas y terapéuticas

El hallazgo de que la luz solar sincroniza y potencia la actividad de los neutrófilos sugiere una adaptación evolutiva sumamente inteligente. A lo largo de millones de años, los seres vivos han desarrollado mecanismos para anticipar los retos del entorno. En el caso de los humanos y otros animales diurnos, la mayor parte de la actividad —y, por ende, el mayor riesgo de exposición a patógenos— ocurre durante el día. Por eso, tener un sistema inmune que refuerza sus defensas precisamente en las horas de mayor riesgo representa una clara ventaja evolutiva. Así, la sincronización entre la luz ambiental y la respuesta inmune optimiza la protección del organismo justo cuando más lo necesita.

Pero más allá de la fascinación evolutiva, este descubrimiento tiene importantes implicaciones terapéuticas. Entender cómo la luz regula los relojes internos de las células inmunes abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos para infecciones y enfermedades inflamatorias. Por ejemplo, podrían diseñarse fármacos que imiten el efecto de la luz sobre los neutrófilos, activando su reloj circadiano para potenciar su capacidad bactericida en pacientes con infecciones graves o sistemas inmunes debilitados. Además, ajustar los horarios de administración de ciertos medicamentos o terapias para que coincidan con los picos de actividad inmune podría mejorar su eficacia y reducir efectos secundarios.

En definitiva, este avance científico no solo nos ayuda a comprender mejor cómo funciona nuestro cuerpo, sino que también ofrece nuevas herramientas para fortalecer la salud y combatir enfermedades de manera más eficiente.

Aplicaciones prácticas y recomendaciones

Los resultados de este estudio sugieren que algo tan simple como exponernos a la luz solar diariamente puede tener un impacto positivo en la fortaleza de nuestro sistema inmune. Incorporar paseos al aire libre, especialmente durante las primeras horas del día, podría ayudar a sincronizar nuestros relojes biológicos y potenciar la acción de los neutrófilos, mejorando así la capacidad del cuerpo para defenderse de infecciones. Para quienes trabajan en interiores o viven en lugares con poca luz natural, aprovechar ventanas, terrazas o incluso considerar lámparas de luz blanca durante el día puede ser una alternativa útil.

Sin embargo, es importante recordar que la investigación se ha realizado principalmente en modelos animales, por lo que aún se necesitan más estudios en humanos para confirmar estos efectos y determinar la mejor manera de aplicarlos en la vida cotidiana. Además, la exposición al sol debe hacerse de forma responsable, evitando quemaduras y protegiendo la piel según las recomendaciones médicas.

En conclusión, exponernos a la luz solar no solo regula nuestros ritmos biológicos, sino que también potencia la respuesta inmune al activar los neutrófilos. Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para fortalecer nuestra salud de forma natural y resalta la importancia de mantener una relación equilibrada con la luz del día.

  • Lucia Yi Du et al. ,A light-regulated circadian timer optimizes neutrophil bactericidal activity to boost daytime immunity.Sci. Immunol.10,eadn3080(2025).DOI:10.1126/sciimmunol.adn3080

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Javi Soriano. (2025, mayo 30). Así es como exponernos a la luz solar potencia el sistema inmune, según un nuevo estudio. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/salud/asi-es-como-exponernos-a-la-luz-solar-potencia-el-sistema-inmune

Psicólogo

Javi Soriano es graduado en Psicología por la Universidad de Valencia y está acabando un Máster en Investigación Psicosocial. Le interesa todo lo que tiene que ver con las personas y la sociedad, pero le encanta leer y escribir sobre temas relacionados con el género, la sexualidad y las minorías. Es una persona muy curiosa a la que le encantan los debates y aprender de los demás.

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