Los problemas de visión es una de las condiciones físicas más habituales entre la población general, estimándose que la gran mayoría de las personas padece o padecerá algún tipo de problema visual a lo largo de su vida. Sin embargo, un problema de visión de este tipo no tiene por qué implicar ningún grado de ceguera.
Existen determinados criterios que para considerar una dificultad en la visión como ceguera o discapacidad visual. A lo largo de este artículo hablaremos acerca de qué es la ceguera, los diferentes tipos que existen y cuáles son sus síntomas asociados, causas y tratamiento.
¿Qué es la ceguera o discapacidad visual?
La ceguera, conocida también como discapacidad visual o pérdida de la visión, es una condición física que provoca la disminución de la capacidad para ver en diversos grados y que causa una serie de dificultades que que no pueden ser completamente compensadas con la utilización de gafas o lentes de contacto.
Para ser más exacto, el término ceguera se utiliza para definir aquella condición en la que la pérdida de la visión es completa o casi completa.
La pérdida de la visión puede aparecer de forma súbita o repentina, o bien desarrollarse gradualmente con el paso del tiempo. Además, la pérdida de la visión puede ser completa o parcial; es decir que puede afectar a ambos ojos o solamente a uno respectivamente. Incluso puede ser que sea parcial porque solo afecta a ciertas partes del campo visual.
El abanico de causas que pueden provocar la pérdida de la visión es sumamente variado y abarcan desde aquellas que afectan directamente a los ojos hasta las que implican a los centros cerebrales de procesamiento visual.
Además, el deterioro en la visión suele volverse más común con el paso de los años, siendo los factores de riesgo más comunes la aparición de afecciones físicas como el glaucoma, la retinopatía diabética, la degeneración macular relacionada con la edad o las cataratas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que el 80% de la discapacidad visual es prevenible o curable con el tratamiento, incluyendo aquellas provocadas por cataratas, infecciones, glaucoma, errores de refracción no corregidos, ciertos casos de ceguera infantil, etc.
En el resto de los casos, las personas con un grado de ceguera significativo o total pueden beneficiarse de lo programas de rehabilitación de la vista, modificaciones en su entorno y dispositivos de asistencia.
Finalmente, en datos del año 2015, existían en el mundo 246 millones de personas con baja visión y 39 millones de personas diagnosticadas de ceguera. La mayoría de estas personas se encuentran en países desarrollado y tienen más 50 años, pero esto puede deberse a la falta de datos en países en vías de desarrollo.
Tipos de discapacidad visual
Existen diferentes tipos de discapacidad visual según el grado de afectación a la capacidad de ver. Esta significación puede implicar desde un visión parcial hasta una ceguera o impedimento visual completo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró la siguiente clasificación de los diferentes tipo o grados de discapacidad visual.
Para medir el grado de discapacidad se tiene en cuenta la visión en el mejor ojo, con la mejor corrección de lentes posible. Teniendo en cuenta esto, la clasificación queda de la siguiente manera:
- 20/30 a 20/60: pérdida de visión leve o visión casi normal
- 20/70 a 20/160: discapacidad visual moderada o baja visión moderada
- 20/200 a 20/400: discapacidad visual grave o baja visión severa
- 20/500 a 20/1000: discapacidad visual casi total o ceguera casi total
- Falta de percepción de la luz: ceguera total
Además, dependiendo de las condiciones concretas de la visión, la discapacidad visual puede clasificarse también de la siguiente manera:
- Agudeza visual pobre y campo visual completo
- Agudeza visual moderada y campo de visión reducido
- Agudeza visual moderada y pérdida grave del campo visual
Para entender mejor estos términos, cabe destacar que la agudeza visual consiste en la resolución con la que vemos. Es decir, la capacidad para percibir y diferenciar estímulos visuales. Mientras que el campo de visión es la extensión observable en cada momento.
Finalmente, la ceguera legal o agudeza visual extremadamente pobre se considera como tal cuando la persona posee una agudeza visual de 20/200, incluso tras con la corrección mediante lente. Existen un gran número de personas diagnosticadas con ceguera “legal” que son capaces de distinguir formas y sombras pero que no pueden apreciar los detalles de estos.
¿Y la ceguera nocturna?
Un tipo de ceguera muy poco conocido es la ceguera nocturna, también conocido como nyctalopia. Este tipo de ceguera es una condición que provoca grandes dificultades o imposibilidad de ver con relativamente poca luz.
Puede ser descrita también como una adaptación insuficiente de visión a la oscuridad y puede ser un síntoma de varias enfermedades oculares como la retinitis pigmentosa, desprendimiento de retina, miopía patológica o un efecto secundario a ciertos medicamentos como las fenotiazinas, entre muchas otras causas.
Causas de la discapacidad visual
Existen muchas causas comunes a la aparición de una discapacidad visual y de una ceguera. Sin embargo, la incidencia de estas varía considerablemente entre las dos condiciones. Las principales causas de discapacidad visual en cualquier grado pueden ser:
- Defectos genéticos
- Cataratas
- Glaucoma
- Lesiones en el ojo
- Lesiones cerebrales (ceguera cortical)
- Infecciones oculares
- Envenenamiento o intoxicación por metanol, formaldehído o ácido fórmico
- Otras causas como ambliopía, opacificación corneal, miopía degenerativa, retinopatía diabética, retinitis pigmentosa,etc.
Tratamientos existentes
Existen algunas opciones de tratamiento que puede ayudar a corregir los defectos de la visión y minimizar una posible degeneración mayor. La elección de uno de estos tratamiento dependerá de las siguientes consideraciones:
- Grado de discapacidad visual o ceguera
- Causas del deterioro visual
- Edad de la persona y nivel de desarrollo
- Estado de salud general
- Existencia de otras afecciones
- Expectativas del paciente
Entre los posibles tratamientos o ayudas para el manejo tanto de una discapacidad visual como de la ceguera se incluyen:
- Control de la enfermedad subyacente a la discapacidad visual
- Sistemas de ampliación como lentes, telescopios, prismas o sistemas de espejo
- Ayudas a la movilidad como bastones, perros guía o lazarillo o sistemas basados en la geolocalización
- Ayudas a la lectura como el Braille, aplicaciones de reconocimientos óptico, libros audiodescritos o dispositivos de lectura que convierten el texto impreso en sonidos o en Braille
- Sistemas tecnológicos como lectores o amplificadores de pantalla y teclados Braille