La depresión posparto podría estar causada por una desregulación química en la lactancia

Comprender la influencia hormonal es clave para aliviar el sufrimiento de muchas madres.

La depresión posparto podría estar causada por una desregulación química en la lactancia
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Afortunadamente, cada vez es mayor el interés de la comunidad científica por conocer y comprender con profundidad aspectos relacionados con la lactancia materna. Desde cómo la esta puede fomentar el vínculo entre la díada mamá-bebé hasta cómo las dificultades con el proceso de amamantamiento pueden estar relacionadas con la depresión posparto.

A lo largo de este artículo te hablamos sobre los últimos hallazgos científicos que señalan que la desregulación química en la lactancia podría causar la depresión posparto. Para ello, también hablamos sobre este trastorno y los procesos químicos que suceden alrededor de la lactancia materna.

¿Qué es la depresión posparto?

Millones de mujeres sufren cada año depresión posparto en el mundo. Al contrario de lo que algunas personas piensan, es una depresión que puede ser moderada o intensa y afectar gravemente la salud mental de la madre, así como el vínculo con el bebé.

Aunque puede aparecer desde el momento del nacimiento y durante el primer año de vida de la criatura, la mayoría de los casos suelen darse en los tres primeros meses posparto. Las causas todavía no se conocen con exactitud. Sin embargo, no podemos olvidar que tanto durante el embarazo como en el puerperio se producen muchos cambios hormonales, pero también muchos cambios físicos, emocionales, relacionales y sociales.

Es importante diferenciar la depresión posparto de la tristeza que habitualmente se produce acompañada de llanto, ansiedad e irritabilidad durante las primeras semanas después de dar a luz. A esta situación se le denomina también baby blues.

Los síntomas de la depresión posparto son muy similares a los del trastorno depresivo (irritabilidad, sentimiento de inutilidad y culpa, apatía, fatiga, dificultad de concentración, insomnio, pensamientos de muerte…). Es importante tener presente que el diagnóstico debe realizarlo siempre un equipo de profesionales especializados en salud mental y, de ser posible, perinatal.

Con frecuencia, las mujeres que la padecen también se sienten incapaces de cuidarse o cuidar del bebé y pueden llegar a sentir miedo de quedarse solas con su criatura. En ocasiones aparecen intensos sentimientos negativos hacia el bebé y pensamientos relacionados con hacerle daño (que no se suelen llevar a cabo). También pueden surgir tanto una preocupación intensa por la criatura como el desinterés hacia la misma.

La química de la lactancia materna

Aunque muchas veces pensamos en el acto de amamantar como el simple hecho de alimentar a un bebé, es un proceso realmente complejo que va más allá de la alimentación. Los bebés piden pecho para nutrirse, por supuesto, pero también para regularse, para tener contacto físico y emocional y sentir seguridad.

Para que se produzca la lactancia son necesarios mecanismos físicos y hormonales que empiezan ya en el proceso de gestación. Cuando un bebé succiona, el cuerpo de la madre libera oxitocina —conocida como la hormona del amor— y prolactina. Ambas están implicadas en el proceso de producción de leche y, a su vez, tienen un impacto considerable en el cerebro materno.

La oxitocina está relacionada con la creación y el fortalecimiento del vínculo afectivo entre la díada. Cuando es liberada, disminuye los niveles de cortisol —conocida como la hormona del estrés— y promueve sensaciones de calma, bienestar y conexión emocional.

Por otro lado, la prolactina está directamente relacionada con la producción de leche y, a su vez, aumenta la predisposición de la madre a cuidar del recién nacido. La dopamina —neurotransmisor relacionado con la recompensa y la motivación— también interactúa en este proceso y debe equilibrarse para que la prolactina pueda aumentarse.

¿Qué sucede cuando hay desregulación química en el posparto?

Tal y como hemos visto, los procesos implicados en la lactancia materna no se relacionan exclusivamente con la alimentación de la criatura, sino que tienen un impacto en el cerebro materno y en su comportamiento.

Parece que la idea de que la depresión posparto pueda estar vinculada a la desregulación química en el proceso de la lactancia cada vez cobra más fuerza. Recientemente se ha publicado un estudio en Psychoneuroendocrinology en el que se reclutó a 62 madres —que amamantaban a sus hijos/as— de entre 23 y 42 años que se encontraban entre los 3 y 9 meses posparto.

A todas las madres se les realizó una evaluación clínica de los síntomas de depresión posparto y observaron que 26 de ellas se encontraban en un estado de probable depresión posparto y el resto no. A todas ellas se les administró un aerosol nasal: algunas recibieron oxitocina y otras placebo. Se pretendía observar la reacción corporal en cuanto a la producción de oxitocina en la leche materna.

Los hallazgos fueron sorprendentes y destacables. Vieron que aquellas madres que no tenían síntomas depresivos aumentaban sus niveles de oxitocina al inhalar el espray mientras que aquellas madres que sí presentaban síntomas depresivos no tuvieron esta respuesta —aun haber inhalado la oxitocina también—.

Esto podría sugerir que en los casos de depresión posparto puede haber alteraciones en el sistema que permite que la oxitocina viaje eficientemente desde el cerebro hasta la glándula mamaria. En otras palabras, podríamos decir que aunque el cuerpo recibe la hormona, el circuito no funciona correctamente.

Así pues, estos resultados van en la línea de la idea planteada. Muchas mujeres con depresión posparto tienen dificultades para conectar a nivel emocional con sus hijos e hijas, sentir placer a la hora de amamantarlos o incluso mantener la producción de leche y estos hallazgos podrían ayudarnos a entender el motivo.

¿Qué aportan estos resultados?

Es importante comprender que una madre con depresión posparto está sufriendo mucho. En este sentido, conocer las causas y entender que se está produciendo una desregulación química puede ayudarles a quitarse culpa por la situación que están viviendo y por las dificultades para conectar con sus criaturas.

Si bien es cierto que todavía son necesarios más investigaciones al respecto, estos resultados —avalados también por estudios anteriores— ponen de manifiesto la necesidad de crear intervenciones integrales para acompañar a estas mujeres en los diferentes ámbitos implicados durante el posparto.

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Nerea Moreno. (2025, mayo 26). La depresión posparto podría estar causada por una desregulación química en la lactancia. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/salud/depresion-posparto-podria-estar-causada-por-desregulacion-quimica-en-la-lactancia

Psicóloga

Nerea Moreno es graduada en psicología, con mención en psicología clínica, por la Universidad de Barcelona. Cursó el Máster en Psicología General Sanitaria con la Universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente, se formó como experta en psicología de las emergencias y catástrofes. Tanto esta formación como la experiencia laboral en el campo, supusieron para Nerea el descubrimiento de un nuevo mundo: el trauma. Desde entonces, trabaja desde un enfoque integrador y no ha parado de formarse en trauma, sistema nervioso, apego, duelo y emociones.

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