¿Cómo afecta el machismo a la mente de las mujeres?

La influencia del machismo en el modo de pensar de las mujeres surge en muchas situaciones.

¿Cómo afecta el machismo a la mente de las mujeres?
Pexels

Sí, cuesta creer que en pleno siglo XXI tengamos que seguir hablando de machismo como si fuera algo nuevo. Pero hay una razón de peso: sigue ahí, en lo cotidiano, en lo estructural, en lo que se dice y en lo que no.

No es una exageración ni una moda; es un problema real que atraviesa vidas, y aunque hay avances, todavía queda bastante por revisar.

Empieza hoy tu viaje de bienestar

Accede a una amplia red de psicólogos calificados. Empatía y experiencia a tu servicio.

Encuentra psicólogos cerca de ti

Por esto y más queremos hablar contigo de algo que muchas veces se pasa por alto: cómo afecta el machismo a la mente de las mujeres. Y también, cómo es posible sanar, aunque no sea un proceso fácil ni rápido.

Hablemos sobre el machismo

El machismo no son solo frases hechas o ideas antiguas. Es una forma de violencia que se cuela en lo cotidiano y que deja huellas, muchas veces invisibles, en la mente y en el cuerpo. Afecta la forma en que una mujer se percibe a sí misma, cómo se relaciona con los demás, y hasta cómo interpreta su lugar en el mundo.

Durante generaciones, las mujeres han crecido rodeadas de mensajes que las empujan a cumplir ciertos roles, a aguantar lo que no deberían, o a depender emocional y económicamente de otros. Esto no desaparece de un día para otro, ni se borra solo con voluntad.

Y, sí, vivir en un entorno atravesado por esta lógica termina afectando. No siempre se nota al instante, pero con el tiempo se vuelve evidente: ansiedad, culpa, agotamiento, desconfianza en una misma. Todo eso tiene un origen que no es individual, sino social.

Efectos que vienen de estructuras que fallan

Más allá de lo personal, hay factores sociales que van sumando peso: no sentirse segura al caminar por la calle, cobrar menos por el mismo trabajo, llevar casi toda la carga del cuidado, o ver que en los espacios de decisión las mujeres siguen siendo minoría.

Estas situaciones no son detalles mínimos. Generan un estrés constante que no siempre se nombra, pero que está ahí. Y eso va desgastando. Muchas mujeres viven con esa tensión acumulada, mientras sienten que no pueden hablar de lo que les pasa porque hay miedo a no ser creídas, a ser juzgadas o a que les digan que exageran.

Cuando el entorno minimiza o justifica el daño, las secuelas no solo duelen más, también tardan más en sanar.

El impacto del machismo en la salud mental

La violencia machista adopta muchas formas. No siempre hay golpes o gritos. A veces es más sutil: control, indiferencia, desvalorización, amenazas, chantajes emocionales. En todas sus formas, somete a las mujeres a un nivel de estrés muy alto y sostenido.

Ese estrés continuo va dejando huellas. Puede generar ansiedad, insomnio, miedo constante, problemas para concentrarse o para confiar. En casos más intensos, se manifiesta como trastornos de ansiedad, depresión o estrés postraumático.

A continuación, te mostramos algunas de las formas en que puede impactar el machismo en la salud mental de las mujeres:

Estrategias de defensa que también duelen

Muchas veces, para poder seguir, las mujeres desarrollan formas de adaptarse al dolor. Algunas se aíslan, otras prefieren no hablar de lo que les pasa o incluso se desconectan emocionalmente de lo que sienten.

Estas respuestas no son una señal de debilidad ni decisiones “equivocadas”. Son intentos de protegerse cuando el entorno no ofrece seguridad. Pero, con el tiempo, también pueden generar más sufrimiento, sobre todo si no hay espacios donde hablar o pedir ayuda.

Mensajes que dañan desde la infancia

El machismo empieza a marcar desde muy temprano. Desde niñas, muchas mujeres crecen con la idea de que su valor depende de cómo lucen, de si son “buenas” o si cumplen con lo que se espera. Se espera que agraden, que cuiden, que no molesten, que no se enojen tanto.

Esto, poco a poco, va haciendo mella en la autoestima. Y cuando esa autoestima se ve frágil, aparecen la culpa, la vergüenza o la sensación de no ser suficiente. No por casualidad, sino porque han aprendido a mirar(se) desde los ojos de una sociedad que muchas veces no las reconoce como iguales.

Violencias que se esconden en lo cotidiano

Hay maltratos que no se ven a simple vista, pero que hacen daño igual. Frases que suenan “normales”, decisiones impuestas que se disfrazan de cuidado, o actitudes condescendientes que invalidan lo que una mujer siente o piensa.

Estas formas de violencia, aunque parezcan pequeñas, van afectando la confianza y el amor propio. Con el tiempo, se instala una sensación de duda constante, de no saber si lo que se siente es válido, o si se está exagerando.

Sí, recuperarse es posible

Cuando una mujer ha pasado por situaciones de violencia, ya sea en una relación o en distintos espacios de su vida, el proceso de reconstruirse lleva tiempo. Y, sí, puede ser difícil. Porque muchas han pasado años escuchando que no valen, que exageran o que no van a poder solas.

En contextos de aislamiento, es normal que esas frases se vuelvan parte del discurso interno. Que una misma empiece a creer lo que le dijeron tantas veces. Pero eso también puede cambiar.

Con apoyo profesional y entornos seguros, muchas mujeres logran salir de ese lugar. No se trata de olvidar lo vivido, sino de resignificarlo, de recuperar la confianza, de fortalecer los vínculos desde otro lugar, sin miedo, sin culpa.

Pasar de sentirse víctima a saberse sobreviviente y capaz de seguir andando no es un paso automático, ni tiene que serlo. Pero sí es un cambio posible, especialmente cuando hay herramientas y acompañamiento.

Esther Tomás Ruiz

Esther Tomás Ruiz

Psicóloga, coach y terapeuta de familia y parejas

Profesional verificado
València
Terapia online

Un cambio necesario: de lo individual a lo colectivo

El machismo deja marcas profundas. Y, sí, claro que duelen, pero no todo está dicho ni escrito. Sanar también es un proceso que implica cuestionar lo aprendido, reconstruir lo que parecía roto, y encontrar nuevas formas de mirarse y estar en el mundo.

Es importante entender que este sufrimiento no habla de debilidad, sino de un sistema que ha fallado. Reconocer esto permite dejar de cargar con culpas que no corresponden.

Validar lo que muchas mujeres viven no es solo empatía, es también una forma de construir un entorno más justo, donde cada una pueda sentir que su mente no es un campo en disputa, sino un espacio propio, donde crecer, crear y estar en paz.

El machismo daña, pero no borra esa posibilidad. Solo la retrasa. Y ya va siendo hora de cambiar eso.

Newsletter PyM

La pasión por la psicología también en tu email

Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos

Suscribiéndote aceptas la política de privacidad

  • Cánovas, G. (2018). La violencia machista. Efectos en el estado emocional de las mujeres. Fundación Salud y Comunidad.
  • Olguin, M. y Rojas, D. (2023) Machismo: afecta tanto a mujeres como a hombres. Unam Global Revista.

Al citar, reconoces el trabajo original, evitas problemas de plagio y permites a tus lectores acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos. Asegúrate siempre de dar crédito a los autores y de citar de forma adecuada.

Esther Tomás Ruiz. (2025, abril 11). ¿Cómo afecta el machismo a la mente de las mujeres?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/social/como-afecta-machismo-a-mente-de-mujeres

Psicóloga

València
Terapia online

Esther Tomás Ruiz es psicóloga especializada en los problemas emocionales, así como terapeuta de familia y parejas, con consulta en Valencia.

Psicólogo/a

¿Eres psicólogo?

Date de alta en nuestro directorio de profesionales

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese