La familia es el primer grupo social al que pertenecemos en nuestra vida. Es en ella donde configuramos una identidad propia y una visión del mundo particular. Nuestros familiares suelen representar la base firme gracias a la cual es posible crecer, desarrollarse y afrontar la vida con un sentimiento de seguridad. Los vínculos que se forman dentro del sistema familiar son el modelo de referencia que posteriormente guiará nuestras relaciones futuras, por lo que todo lo que en ella vivimos es relevante para nuestro bienestar.
Dentro del hogar vamos comprendiendo quiénes somos y qué se espera de nosotros. Aunque nuestra forma de relacionarnos con la familia puede evolucionar, los cimientos permanecen iguales durante toda la trayectoria vital. Las familias siempre están sujetas a un cambio constante, pues van lidiando con influencias externas, momentos de crisis y etapas que impulsan su reorganización.
Como dice la expresión: “cada uno es de su padre y de su madre”. Más allá de tratarse de un dicho popular, la realidad es que aunque todos trazamos un camino vital propio siempre llevamos algo de nuestra familia dentro de nosotros. Nuestros padres, hermanos, abuelos, tíos…nos enseñan una serie de valores que dan forma a nuestra manera de entender la vida.
El conjunto de creencias, hábitos, costumbres, roles y códigos que heredamos de nuestra familia compone lo que se conoce como cultura familiar.
En este artículo hablaremos en detalle de la cultura familiar y todo lo que esta implica.
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Las funciones de la familia
Lo cierto es que los seres humanos nos organizamos en familias porque este sistema es altamente beneficioso. La familia como sistema cumple funciones clave para el desarrollo y supervivencia de los individuos. Entre ellas, destacan las siguientes:
- Identificación: La familia nos ayuda a construir una identidad y un concepto de quiénes somos. Posicionarse en el mundo y tener un un sentido del yo es imposible si no contamos con personas alrededor con las que interactuar.
- Educación: Nuestra familia también es clave para adquirir aprendizajes esenciales para vivir en una sociedad. Cuestiones tan elementales como hablar o caminar no serían viables si nadie nos enseña cómo hacerlo desde la niñez más temprana.
- Comunicación: En nuestro hogar aprendemos a comunicarnos. La familia nos permite adquirir una lengua materna, manejarnos en ciertos códigos y desenvolvernos bien en las interacciones.
- Socialización: Como ya comentamos, la familia es el primer grupo social al que pertenecemos en nuestra vida. Gracias a los primeros vínculos con nuestros padres, hermanos, abuelos… logramos aprender algunas nociones básicas para poder relacionarnos con el exterior.
- Cuidados y protección: La familia nos ayuda a sentirnos seguros. Es algo así como nuestra tribu, y como tal nos protege y arropa. Aunque en la madurez abandonamos la familia de origen para trazar nuestro camino, esta es una base segura a la que poder volver si lo necesitamos.
- Afecto: Más allá de los beneficios prácticos, nuestra familia es una fuente inagotable de afecto y amor. Sentirnos queridos es fundamental para desarrollarnos plenamente.
- Economía: La familia es clave como unidad organizativa dentro de un sistema económico. Son las familias la base que permite el mantenimiento de las naciones.
- Reproducción: La familia es necesaria para poder perpetuar la especie. Además de la reproducción, también favorece la transmisión simbólica del legado familiar a través de conocimientos, tradiciones, costumbres, etc.
- Normas y límites: Ninguna familia puede funcionar adecuadamente sin reglas y normas de comportamiento. El sistema familiar se organiza como una pequeña sociedad en la que tener normas permite mantener el orden.
- Emancipación: La familia es ofrece un contexto de seguridad que hace posible que exploremos nuestra propia autonomía.
- Transmisión de valores: la familia es clave para transmitir valores que permiten una sociedad justa y sana, como la tolerancia, el respeto, la empatía o la solidaridad.
¿Qué es la cultura familiar?
De todas las funciones asociadas con la familia, la transmisión de valores es la más relacionada con la llamada cultura familiar.
La cultura familiar hace referencia al conjunto de códigos, mandatos, costumbres, creencias y propósitos que definen a la unidad de personas que conforman un sistema familiar. La familia se organiza como una especie de sociedad en miniatura, donde una serie de normas rigen la vida en común.
Por otro lado, la cultura familiar es una herencia que se transmite de generación en generación, aunque puede sufrir algunas modificaciones fruto de las influencias procedentes del exterior. No obstante, aunque haya algunos cambios el sistema siempre busca preservar un estado de equilibrio u homeostasis.
La cultura de una familia determina su estilo de vida, sus hábitos, vocabulario, responsabilidad, higiene, gustos e intereses… y un largo etcétera. Para bien o para mal, la familia influye en la persona que llegamos a ser y en la vida que construimos. Así, la probabilidad de éxito y salud guarda una estrecha relación con el clima en el que nos hemos criado desde la infancia.
Así, si hemos sido educados en un entorno familiar sobreprotector, quizá mostraremos tendencia a vivir con miedo a asumir riesgos y afrontar lo desconocido.
¿De qué forma se expresa la cultura familiar?
La cultura familiar se puede expresar de muchas formas distintas. Principalmente, se hace evidente a través de las siguientes manifestaciones.
1. Creencias e ideología
Nuestra familia es el entorno donde interiorizamos una serie de creencias acerca de nosotros mismos, las relaciones y el mundo en general. Muchas veces de manera inconsciente, integramos determinados esquemas que nos hacen percibir la realidad desde un punto de vista particular. Aunque al llegar a la madurez podemos revisar estas creencias, muchas ideas que mantenemos las asumimos como propias cuando realmente han sido resultado de una influencia externa.
2. Códigos y normas
La familia también nos enseña una serie de normas que nos indican qué es correcto y qué no. A través de ellas se encauza el comportamiento acorde a la visión de los miembros. Estas normas se asumen como verdades irrefutables en edades tempranas. Sin embargo, con el tiempo los hijos pueden empezar a ponerlas en duda y modificarlas.
3. Costumbres y tradiciones
La familia también es el entorno donde se transmiten una serie de costumbres y tradiciones. Es en el hogar donde se nos enseñan hábitos básicos que rigen la vida diaria, así como prácticas religiosas y costumbres vinculadas con el folklore. Estas enseñanzas simbólicas se relacionan con el sentimiento de pertenencia, con la identificación con una comunidad en particular.
4. Valores
La familia también es clave en la transmisión de valores. Los valores son algo así como la brújula que nos guía en el camino de la vida, son esas cosas esenciales a las que damos importancia y una posición central en nuestra existencia.
Los valores que interiorizamos son, generalmente, aquellos que nos muestran nuestros familiares. Entre ellos pueden encontrarse el amor, el respeto, el esfuerzo, la empatía, la justicia…El peso que cada valor tiene en las familias puede variar enormemente. En algunos hogares se da una tremenda importancia a aspectos como el amor, mientras que en otros hay una marcada cultura del esfuerzo y la responsabilidad.
Los valores tienen mucha más importancia de lo que a priori puede parecer. El tipo de valores que tenemos influye enormemente en nuestra forma de sentir, pensar y actuar en diferentes escenarios de la vida.
5. Metas
Todas las familias tienen metas que orientan su manera de funcionar. Hay familias en las que, por ejemplo, todo se acaba desviando a la meta del éxito y la apariencia. En cambio, en otras se considera un propósito central lograr armonía y bienestar en el día a día.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de la cultura familiar. La cultura familiar hace referencia al conjunto de creencias, valores, costumbres, metas, códigos…que rigen la vida de una familia en particular.
La familia es el primer grupo social al que pertenecemos en nuestra vida. Como tal, su importancia es enorme. Es en ella donde formamos una visión particular del mundo y de nosotros mismos. Es en nuestro hogar donde se nos enseña cómo funciona el mundo y cómo deberían ser las cosas. Acorde a esto, nuestra actitud ante la vida será de una u otra manera.
La familia existe como sistema de organización debido a todas las importantes funciones que cumple. Nuestra familia no sólo nos ofrece respaldo físico y material. También es clave a la hora de prepararnos para la vida en sociedad, brindarnos enseñanzas, ayudarnos a construir una identidad propia, tener límites y normas o simplemente mantener la perpetuación de la especie. De todas sus funciones, la transmisión de valores es la que más relación tiene con lo que denominamos cultura familiar.
La cultura familiar se suele manifestar de muchas formas distintas.A través de las creencias, nuestros familiares nos hacen interiorizar una serie de ideas acerca del mundo y de la vida. También mediante ciertas normas y códigos nos indican lo que está bien y lo que está mal según su criterio. Añadido a esto, la familia es clave para transmitir entre generaciones ciertas prácticas culturales asociadas al folklore del lugar. Además, es en casa donde integramos algunos valores fundamentales como brújula para la vida misma. Finalmente, la familia nos enseña qué metas son prioritarias y cuáles pasan a un segundo plano.