¿Cuáles son los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia?

Un resumen de los efectos psicológicos de las condiciones de vida asociadas a la pandemia.

Cuáles son los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia

La expansión del COVID-19 a nivel mundial durante el año 2020 ha cambiado totalmente nuestra forma de vida, y eso ha tenido diferentes consecuencias.

Una de las formas en las que el ciudadano medio más ha podido experimentar dichos cambios ha sido a raíz del aislamiento impuesto por razones sanitarias. A continuación analizaremos este fenómeno así como las secuelas que ha podido desencadenar a nivel psicológico en algunas personas, es decir, los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia.

Los principales efectos psicológicos del aislamiento por pandemia

Para poder sumergirnos en la problemática de los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia, debemos realizar una introducción que nos ayude a situarnos contextualmente. La llegada del coronavirus y su extensión por prácticamente todas las regiones del mundo, supuso una ruptura, al menos momentánea, con el estilo de vida de muchas personas.

Este abrupto cambio vino dado, principalmente, por una serie de confinamientos, más o menos duros en función de la región donde se decretaron, pero de carácter severo en casi todos los países occidentales. A raíz de esas nuevas normas, establecidas para controlar los focos de contagios y aliviar así el colapso de los sistemas sanitarios, la mayor parte de la población se vio obligada a permanecer en sus domicilios.

De entre todas las complicaciones que este encierro pudo suponer para los ciudadanos en muchas esferas de sus vidas, vamos a centrarnos concretamente en los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia. Hay que tener en cuenta que, como es lógico, esta cuestión no afectó a todas las personas por igual, pues las condiciones personales, sociales y psicológicas de cada uno convierten su caso en único.

Sin embargo, se pueden extraer algunas generalidades que, si bien no aplican para el total de la población, sí que lo hacen para un grupo lo suficientemente significativo como para convertirse en un factor reseñable. Teniendo en cuenta estas consideraciones, en el siguiente punto podremos explorar algunos de dichos efectos, profundizando en las causas y las consecuencias de cada uno de ellos.

Aislamiento por pandemia

Los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia más importantes

Una vez que tenemos claro el contexto en el que se sitúa esta problemática, y que los impactos provocados por la misma no han de actuar igual sobre todas las personas, podemos pasar a analizar los diferentes efectos psicológicos del aislamiento por pandemia.

1. Sintomatología ansiosa y depresiva

El primer efecto y seguramente el más abundante, ya que muchas personas lo han experimentado en mayor o menor grado, es el desarrollo de sintomatología ansiosa y/o depresiva. Es importante tener en cuenta el escenario en el que este aislamiento se produjo, para entender este factor.

Y es que no se trataba solo de un encierro, sino que conllevaba una situación de total incertidumbre y de miedo hacia un elemento, en este caso el coronavirus, sobre el que la población apenas sabía nada. Por si fuera poco, el bombardeo mediático acerca de los contagios y las víctimas fue constante. Estas variables supusieron el caldo de cultivo ideal para aumentar la ansiedad y las emociones negativas en muchas personas.

Fue así como gran parte de la población sufrió el primero de los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia. Y su consecuencia fue estremecedora. Para reflejarlo de una manera gráfica, podemos atender al dato de venta de fármacos ansiolíticos y antidepresivos durante el periodo de la pandemia y compararlo con el de otros años.

En países como España o México, esta comparativa resulta escalofriante, ya que se ha doblado la cantidad de medicamentos dedicados a tratar la ansiedad y la depresión, lo que demuestra el alcance de esta cuestión.

2. Aumento de la fobia social

La fobia social es una forma de ansiedad pero en este caso desencadenada a raíz de situaciones sociales, es decir, ante la interacción con otras personas. Parece paradójico que este sea uno de los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia, pero tiene una explicación lógica. En realidad, este ha sido un efecto que ha afectado a posteriori, pero a un rango muy concreto de la población.

Se trata de aquellos que ya padecían de fobia social o tenían una cierta tendencia hacia un comportamiento que encajase en dicho cuadro. Estas personas, que ya partían con dificultades para enfrentarse a las relaciones sociales, se vieron de repente ante una situación que impedía dichas interacciones prácticamente por completo, lo cual en un primer momento redujo la opción de sufrir ansiedad a causa de ellas.

Sin embargo, una vez terminado el encierro, estos individuos tuvieron que enfrentarse de nuevo a su día a día, cumpliendo con las medidas requeridas por la nueva legislación, pero aún así expuestos a la posibilidad de relacionarse con otras personas. Tras un largo periodo en el que esto no podía ocurrir, este hecho supuso un empeoramiento en la gestión de la ansiedad por personas con fobia social.

3. Deterioro de funciones cognitivas

Otro de los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia fue, según un estudio de Joanne Ingram y colaboradores, el del deterioro cognitivo. Este grupo de autores comprobó que parte de la población, especialmente las personas de avanzada edad, sufrió esta condición ante la falta de interacción social impuesta por el confinamiento.

Se comparó el rendimiento de un grupo de personas en tareas relacionadas con la memoria, la atención, el aprendizaje y otros ejercicios, a lo largo de 13 semanas. Los autores pudieron observar que los sujetos rendían mejor cuando se encontraban en una situación personal en la que podían interactuar con otras personas, mientras que su desempeño era peor durante las condiciones del encierro y aislamiento.

4. Estrés postraumático

La experiencia vivida por muchas personas a lo largo del coronavirus ha supuesto un impacto emocional mayor del que han podido soportar, especialmente si han vivido de cerca algún caso de gravedad o incluso de fallecimiento. Este hecho ha podido resultar traumático para algunos individuos y haberles generado estrés postraumático, lo que podría llevarles a revivir ese malestar en el futuro.

Este es uno de los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia que hacen más patente el impacto que la crisis del coronavirus tuvo sobre la salud mental de la población, ya que algunas de sus secuelas han podido permanecer ocultas durante un tiempo y haber aflorado cierto tiempo después, como es el estrés postraumático.

Las personas que hayan sufrido esta patología, necesitarían ayuda para conseguir reprocesar esos eventos vitales que, al tener una carga emocional excesivamente elevada, no fueron correctamente procesados y continúan generando esos sentimientos negativos de manera reiterada.

5. Desarrollo de hipocondría

Pero estos no son los únicos efectos psicológicos del aislamiento por pandemia. Al haber vivido un clima de tensión extrema en un contexto de inseguridad acerca de la salud, aquellas personas que tuvieran una cierta predisposición a la hipocondría, podrían haber desarrollado esta psicopatología.

Además, no hay que olvidar que la información que se tenía en un principio sobre el COVID-19, cuando comenzó el confinamiento, era escasa, incluso en relación a los síntomas. Por eso, era frecuente que muchos individuos, ante el más mínimo síntoma de malestar, como un dolor de cabeza o tos, sintieran que habían podido ser contagiados, con la consecuente ansiedad que ello les producía.

6. Deterioro físico

Aunque estamos hablando sobre los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia, no podemos dejar de prestar atención al deterioro que muchas personas sufrieron a nivel físico, ya sea por la falta de ejercicio a la que estaban sujetos al no poder salir de sus casas, o la carencia de vitamina D al no estar expuestos al sol prácticamente en ningún momento.

Estas cuestiones también tienen una repercusión sobre el estado de ánimo y en definitiva, el estado psicológico de los individuos, que podían experimentar un malestar por ello.

7. Ansiedad por separación

Como ocurría con otros de los efectos psicológicos del aislamiento por pandemia, el de la ansiedad por separación es una cuestión que surgió posteriormente, especialmente en algunos niños. El confinamiento provocó que muchos miembros de una misma familia pasasen juntos las 24 horas del día a lo largo de varias semanas, al no poder asistir a los centros escolares ni laborales, en muchos casos.

Cuando esta situación cambió y se retomaron las obligaciones y por lo tanto los correspondientes traslados, muchos niños habían desarrollado la llamada ansiedad por separación, y por lo tanto experimentaron malestar psicológico cuando se vieron alejados de su familia por primera vez en mucho tiempo.

8. Carencias en exploración

Para completar esta lista de efectos psicológicos del aislamiento por pandemia, llegamos al déficit de conductas de exploración que sufrieron muchos niños, especialmente los de edades más tempranas.

La obligación a permanecer en los domicilios y por lo tanto no poder ir a otros lugares ni interactuar con más personas que las que vivían hizo que los bebés y los niños no pudieran explorar tanto como hubiera sido deseable.

Aunque estos no son todos los efectos que el aislamiento pudo generar, son algunos de los más reseñables.

  • Broche-Pérez, Y., Fernández-Castillo, E., Reyes Luzardo, D.A. (2021). Consecuencias psicológicas de la cuarentena y el aislamiento social durante la pandemia de COVID-19. Revista Cubana de Salud Pública. SciELO Public Health.
  • Ingram, J., Hand, C., Maciejewski, G. (2020). Social isolation during COVID-19 lockdown impairs cognitive function. Applied Cognitive Psychology.
  • Ramírez-Ortiz, J., Castro-Quintero, D., Lerma-Córdoba, C., Yela-Ceballos, F., Escobar-Córdoba, F. (2020). Consecuencias de la pandemia Covid 19 en la salud mental asociadas al aislamiento social. Universidad Nacional de Colombia.

Luis Martínez-Casasola (Madrid, 1988) se licenció en Psicología en la UAM y cuenta con un máster en Psicología Forense por la URJC y el COP de Madrid, así como con una especialización en recursos humanos. Tras varios años de experiencia en la redacción de contenidos web, ahora colabora como divulgador para medios especializados en el ámbito de la Psicología y la salud.

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