La poligamia es un tipo de matrimonio que, aunque resulte poco frecuente en territorios donde predomina la cultura occidental, está presente en millones de familias alrededor del mundo.
Su tipo más habitual, la poliginia, es aquél en el que el hombre tiene más de dos esposas, mientras que la poliandria, en la que la mujer tiene varios maridos, es mucho más raro.
Sin embargo, el hecho que de por sí tantas personas vivan en el seno de familias polígamas no significa que este tipo de matrimonio esté libre de inconvenientes. De hecho, hay motivos para pensar que la poligamia acarree algunos problemas muy significativos.
La poligamia vivida a través de las mujeres
Expertas como Rana Raddawi, de la Universidad de Sharjah, creen que las mujeres que viven en familias polígamas en las que un marido tiene varias esposas llegan a verse involucradas en una dinámica en sus relaciones con serias consecuencias emocionales para su bienestar.
A partir de un estudio basado en la realización de encuestas pasadas a mujeres que vivían en poliginia, Raddawi observó cómo los sentimientos de fuerte abandono y celos eran muy superiores a lo esperado. Es decir, que el hecho de que su marido tuviera a la vez otras esposas con las que relacionarse hacía que la gestión de su tiempo y de ciertos recursos fuese un problema.
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Poca eficacia de las normas sobre poligamia
En muchas culturas**, la poligamia asociada al Islam está regulada por ciertas normas de carácter religioso** diseñadas, en principio, para que el matrimonio entre un hombre y varias mujeres no produzca problemas ni grandes sobresaltos. Sin embargo, estas pautas de comportamiento no tienen por qué ser aplicadas o pueden no surtir el efecto deseado, y esto es justamente lo que encontró Raddawi.
Muchas de las mujeres a las que estudió afirmaron que sus maridos fallan a la hora de cumplir con los roles que se espera de ellos como esposos. Entre otras cosas, tendían a señalar que los hombres no pasaban el suficiente tiempo con ellas y que no cumplían con sus responsabilidades financieras para aportar a la familia el dinero necesario para que se mantenga.
Las consecuencias de la poligamia para los hijos
La investigación de Rana Raddawi se centró en el modo en el que las mujeres vivían la poligamia y el impacto emocional que este tenía sobre ellas, pero cabe suponer que la repercusión de este modo de vida también afecta a muchas otras más personas, para bien o para mal. Cabe preguntarse, por ejemplo, por los niños y niñas que se crían en las familias polígamas. ¿Está perjudicado este colectivo? Parece ser que sí, según uno de los estudios más ambiciosos sobre el tema.
Se trata de una investigación impulsada por Sisters in Islam, basada en unos 1.500 cuestionarios con partes cuantitativas y cualitativas pasados a mujeres residentes en Malasia. Entre sus resultados se encuentran muchos de los sentimientos de abandono encontrados por Raddawi, aunque esta vez en niños y niñas.
Por ejemplo, una parte significativamente grande de hijos e hijas decía sentirse abandonado o abandonada cuando su padre se casaba con una nueva esposa. Del mismo modo, a medida que el número de esposas y de hijos aumentaba, la escasez de los recursos disponibles tenía un impacto negativo sobre los pequeños: básicamente, falta de afecto y de atención.
Así, por ejemplo, alrededor del 60% de los hijos e hijas del primer matrimonio se mostraron tristeza o enfado al saber acerca de un próximo segundo matrimonio de su padre. Además, los niños y niñas pertenecientes a las familias en las que se habían concebido 10 o más hijos e hijas, tendían a decir que sus padres tenían problemas a la hora de recordar de cuál de sus esposas habían nacido. Alrededor de un 90% de los pequeños encuestados dijeron que, basándose en sus experiencias, al crecer evitarían contraer un matrimonio polígamo.
Otras consecuencias negativas
Como la madre es el único miembro de la familia con el que los hijos tienen un contacto continuado**, cabe esperar que la relación de los pequeños con ellas será muy diferente**.
Sin embargo, la poligamia parece tener unas consecuencias negativas también en este sentido, ya que los niños y niñas tienden a culpar a sus madres por no saber o no poder captar la atención del padre. Es decir, que las perciben como las causantes del abandono que experimentan.
Teniendo en cuenta el contexto
Antes de apresurar conclusiones acerca de las ventajas y los inconvenientes de la poligamia, hay que tener en cuenta un hecho importante: las investigaciones sobre este tema están limitadas por definición, ya que hay demasiadas familias polígamas para estudiarlas a todas; pero, además, muchos de los problemas asociados a la poligamia no tienen por qué deberse a la poligamia en sí. Pueden estar producidas por el uso de la poligamia en contextos concretos.
Por ejemplo, es posible que en una sociedad muy rica la poligamia no fuera vivida de la misma forma, especialmente si los padres tienen los recursos suficientes como para dedicarle a sus familias todas las horas que necesiten.
Pero, además, debemos tener en cuenta que es difícil interpretar los resultados de este estudio sin conocer bien las culturas en que se ha estudiado a través de ellos. El sesgo cultural siempre está ahí, y la lectura de informes puede hacernos algo más sabios, pero no lo suficiente como para darnos mayor capacidad a la hora de juzgar la vida polígama que aquellos que la viven directamente.
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